Año 6 • No. 256 • febrero 12 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
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Lleno de trabajo, planes y sueños inicia 2007
Emilio hoy y siempre,
pilar del teatro moderno
Gina Sotelo

El nombre de Emilio Carballido va unido íntimamente al del teatro mexicano moderno y contemporáneo. En sus más de 10 novelas, 50 guiones cinematográficos e innumerables obras de teatro, el dramaturgo cordobés representa espléndidamente los vericuetos de la condición humana, situaciones agridulces con humor negro, pasión, reflexión y mujeres y hombres sacados de escenarios diversos del México de hoy.

Con más de 80 años, Emilio escribe sobre las familias provincianas, las rosas de dos aromas, mitos y leyendas, los barrios bravos del Distrito Federal y niños, muchos niños hay en sus historias. Este año el escritor tiene agenda llena, planes, proyectos y viajes, entre ellos, dos grandes visitas a Rusia y China y escribir, siempre escribir.

Niño precoz en plenitud, Emilio lo dice todo con los ojos que se abren como platos cuando algo le sorprende y que brillan con picardía cuando algo le atrae.


El dramaturgo cordobés Emilio Carballido observa la eterna neblina xalapeña y habla con emoción del tan ansiado viaje que quiere hacer a la milenaria China
Con un profundo sentido de la realidad tal parece que ésta es una muy buena etapa en su vida; pleno, reconocido, querido y lúcido, vive en su casa tranquilo en tanto no tenga entre manos alguna sorpresa, alguna travesura, alguna nueva obra.

Hace apenas unos días viajó a Mérida invitado por el Tercer Festival Internacional de las Artes, que se lleva a cabo del 5 al 30 de enero. Además de que se presentó su obra Fotografía en la playa, Emilio Carballido recibió dos homenajes: “Es precioso, bellísimo. Mérida es un paraíso y sobre todo en esta estación” y dice sobre lo que dijeron en sus homenajes: “Lo de siempre, unos señores dijeron unas cosas muy bonitas y ya”.

Febrero será un mes bueno. Se estrenarán con menos de una semana de diferencia dos obras en la ciudad de México. La primera es la altamente dramática y llena de humor Orinoco, reestreno en el que actuará Cynthia Klitbo y que desde el 16 estará en el Poliforum Cultural Siqueiros.

El 23 se estrena Algunos cantos del infierno, con la Compañía Nacional de Teatro en la Unidad del Bosque y como parte del programa Revisión de teatro mexicano. Al igual que en otros casos, Emilio no se involucra en la producción teatral, sólo se sienta y –en la mayoría de los casos– disfruta la función: “No me meto en nada y las que no me gustan, pues son unas pocas. Siento feo porque no me gustan, pero es raro que eso pase”.

Amante de la vida disfruta la compañía de sus frondosas gratas Koshka y Patiblanc, observa la eterna neblina xalapeña y habla con emoción del tan ansiado viaje que quiere hacer a la milenaria China. Le emociona el reencuentro con Beijing y Shangai: “Quiero visitarla y ver cómo ha cambiado después de 50 años que no la veo. Y además traer obras en inglés y en francés y luego pasarlas al español”.

Rusia está en sus planes. Invitado por el Instituto Cervantes de Moscú presentará en mayo su libro infantil La historia de Sputnik y David en el mes de mayo y que ha sido traducida al ruso. Hace un año Emilio donó los derechos de publicación de la historia que será distribuida en las escuelas primarias del gobierno ruso: “Va a ser muy bonito” expresa.

Gran aceptación ha tenido la edición de Un siglo urbano en breve: el DF de Emilio Carballido, que fue traducido en Australia a un tipo de slang popular de la lengua inglesa, adaptación que ha funcionado muy bien: “¡Uy, al libro le ha ido tan bien, pero tremendamente bien! Las traducciones de inglés más o menos las veo, ¡las de francés menos! El inglés lo conozco muy bien, pero otros idiomas no”.
Su salud ha mejorado considerablemente, sigue escribiendo como si tuviera un vicio eterno: “Sí, pero de eso nunca hablo, ni cuando estaba bien”.

Tramoya, la revista que amorosamente fundara hace más de tres décadas sigue promoviendo el teatro mundial: “Hemos publicado cerca de 500 obras, hemos tenido colaboradores frecuentes, apoyamos el teatro, principalmente el de aquí para sorpresa de la gente. Las obras y los artículos tienen que ser buenos, ese es el criterio. Me divierte mucho”, dice y sonríe abiertamente.

En tiempos convulsos políticamente el teatro es su refugio fiel: “El teatro es un modo de salirse de un mundo para entrar en otro y verlo de cerca” de ahí su afición profunda por leer y disfrutar por igual a los clásicos como a los noveles creadores a quienes siempre les presta oídos y para quienes tiene una
palabra amable.

De los presupuestos a la cultura dice categórico: “Es muy bajo siempre, pero si lo van a bajar es peor. Hay un estancamiento. A mí no me pasa nada porque me pongo a trabajar y ya, ahí está mi trabajo”. Bien dicho, querido Emilio.