Año 6 • No. 256 • febrero 12 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
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Múltiples testimonios en el libro Regreso al gueto de Varsovia
No se ha dicho la última palabra
sobre el Holocausto
David Sandoval

No se ha dicho la última palabra sobre el holocausto, es un tema abierto que sigue generando reflexión, controversia y en algunos casos abre la posibilidad de retomar la filosofía de la Ilustración para tratar de comprender el porqué del hecho histórico. Con esta perspectiva se presentó el libro Regreso al gueto de Varsovia, de Marian Apfelbaum, publicado por la editorial de la Universidad Veracruzana (UV).

El libro de Apfelbaum permite escuchar diversas voces del gueto de Varsovia, expresó Julio Quesada Martín (a la derecha) durante la presentación.

En la presentación de dicha obra, realizada en la Feria Permanente del Libro Universitario, Julio Quesada Martín, académico del Instituto de Filosofía de la UV expuso sus puntos de vista con respecto al valor de este trabajo que calificó como un “maratónico libro que debería despertarnos; realmente los campos de concentración de Auschwitz y Treblinka tienen que ver con la filosofía de la Ilustración”.

Resaltó también que es un trabajo de testimonio tanto objetivo como subjetivo, además de ser atípico “porque no es el clásico historiador, filósofo tampoco se trata de un ejercicio periodístico o literario, es una curiosa síntesis abierta de la que no se ha dicho la última palabra”, entre otras cosas porque a los archivos nazis sólo se pudieron acceder a partir de 1991, con la caída del bloque socialista.

El estilo de Apfelbaum –dijo Quesada Martín– es reunir los testimonios, pero a diferencia de lo que hacemos los demás, que es repetir en citas breves lo que han dicho, Apfelbaum ha dejado hablar a los testigos en el gueto de Varsovia, tanto a los comunistas como a los nacionalsocialistas, sionistas y quienes no lo eran.

Comentó que al hacer una relectura uno se cuestiona ¿qué pasa con la condición humana de la explotación al exterminio? Esta es una pregunta que debe englobar a todas las disciplinas, desde la filosofía hasta la psicología, “todas están convocadas por Apfelbaum a que investiguemos, a que analicemos desde la perspectiva de su materia el cómo es posible llegar a la idea del aniquilamiento desde un punto de vista racional”.

La siguiente pregunta –agregó– tiene que ver con la condición actual: ¿no estará mediando el hecho científico y tecnológico de la modernidad? Refiriéndose al momento cuando el sujeto se transforma en objeto de conocimiento, objeto de ley, ya que para concebir el plan de exterminio denominado como «la solución final» debe haber no sólo una conjunción de un ejército sino también de intelectuales.

“Cuando uno se enfrenta con este libro los relativismos empiezan a caer y se echa una luz reflexiva, crítica, muy dura con respecto a lo que el ser humano puede llegar a realizar”, dijo Quesada Martín, “la relectura del libro despierta de nuevo el espíritu del positivismo y la filosofía de la ilustración, en el sentido de la defensa de la libertad para pensar por uno mismo en lo que ha ocurrido”.

Quesada Martín concluyó calificando al gueto de Varsovia como un laboratorio de la condición humana, considerando que existe otro gueto al interior: “Una vez aislados los judíos comienzan a transformarse socialmente, psicológicamente, políticamente, en ese sentido este libro describe con riqueza este aspecto”.