Estamos seguros de que el balance final del reciente periodo de negociaciones –y la innecesaria huelga que conllevó– con el Sindicato de Empleados y Trabajadores al Servicio de la Universidad Veracruzana (SETSUV) nos ha fortalecido como institución y como universitarios, al tiempo que marca un hito en la historia de nuestra Alma Máter.

En primer lugar, porque mostramos a la sociedad veracruzana, la natural depositaria de nuestras tareas, que los universitarios veracruzanos tenemos la convicción, la voluntad y, sobre todo, la capacidad de resolver con argumentos razonables y, al mismo tiempo, respetuosos y sensibles, las controversias generadas en el seno de nuestra institución.

Ejemplo inapelable de ello es el hecho de que nuevamente la autoridad universitaria encabezó todo el proceso de negociación con el sindicato. Aún más, fue la primera vez que un Rector acude a la casa de los sindicalistas, a las instalaciones del SETSUV, para dialogar con el Consejo General de Huelga de este sindicato.

Y también, y acaso esto sea lo más importante, es la primera vez que se discutió, debatió y dialogó no sólo con la dirigencia sindical, sino que además se promovió una negociación abierta, franca e incluyente con los trabajadores técnicos, manuales y administrativos. De esta forma, las autoridades universitarias también dejamos en claro que no habría lugar para el acuerdo subrepticio ni las negociaciones turbias.

En segundo lugar, nos fortalece como institución porque logramos realizar la mejor oferta de incrementos salariales de todo el país. Frente al 5.2 por ciento ofrecido por el grueso de las instituciones públicas de educación superior a sus sindicatos, destaca la propuesta de la UV: 13.62 por ciento.

Pero esta oferta no obedece únicamente a la buena voluntad de la administración universitaria. La Universidad Veracruzana realizó una oferta de esta magnitud convencida de que es necesario apoyar la economía de los trabajadores para motivarlos a incorporarse a la dinámica de alta calidad y compromiso que prevalece en nuestra institución.

Como hace dos años, las autoridades universitarias hicimos un ofrecimiento real y provechoso para los trabajadores, y, como hace dos años, fue el que finalmente se aceptó y el que, como acuerdo, se firmó entre sindicalistas y autoridades. Es evidente que nuestra convicción por procurar las mejores condiciones salariales posibles para los trabajadores universitarios corresponde indiscutiblemente al sólido compromiso social que ha caracterizado a nuestra institución.

Reconocida más allá de nuestras aulas e instalaciones, así como más allá de nuestras fronteras nacionales, la vocación social de la Universidad Veracruzana no es sólo una diligencia de vinculación comunitaria o empresarial, por citar apenas dos ejemplos, sino también una filosofía de raigambre profunda e histórica que dicta la forma como los universitarios nos relacionamos entre nosotros mismos y con el mundo que nos rodea.

Finalmente, en tercer lugar, pero acaso sea lo más importante, nos fortalece como institución porque ha marcado un nuevo derrotero en las relaciones entre los trabajadores y las autoridades universitarias. Tras este periodo intenso de negociación, hemos logrado convencer a este importante sector de los universitarios acerca de la necesidad de incorporarse a la modernización universitaria.

La institución se fortalece porque ganan los trabajadores al recibir el mejor incremento salarial del país, y gana la Universidad al sumar a más de dos mil 500 universitarios más a las reformas que se llevan a cabo en esta casa de estudios.

Ganamos todos, estudiantes, académicos, investigadores, personal de apoyo, trabajadores técnicos, manuales y administrativos porque se abre una nueva etapa de relaciones entre la administración universitaria y los trabajadores del SETSUV, la cual permitirá contar con el apoyo decidido de los miembros de este sindicato para hacer más eficientes y fortalecer nuestras tareas sustantivas.

Nos fortalecemos como institución porque, en su sentido más profundo, se marca una nueva forma de relacionarnos entre todos,
como universitarios.