|
|
El
maíz mexicano sí es de
buena calidad: nutriólogos
Alma
Espinosa |
El
valor nutricional no ha cambiado a pesar de las modificaciones genéticas:
Espinosa
A los adultos se recomienda comer seis tortillas diarias y mantener
constante actividad física |
René
Espinosa Gómez, académico de la Facultad de Nutrición
de la Universidad Veracruzana
|
Concepción
Sánchez Rovelo, coordinadora de Evaluación y ex directora
de la Facultad de Nutrición
|
Es
un error señalar que el maíz mexicano no es de buena
calidad, pues lo único que no cumple con estándares
de calidad es la producción, no así el producto mexicano,
aseguró René Espinosa Gómez, académico
de la Facultad de Nutrición de la Universidad Veracruzana (UV).
Para hablar de la calidad del maíz primero se requiere hacer
algunas consideraciones relacionadas con las mejoras de los híbridos
para incrementar la calidad de la producción traducido en más
toneladas por hectárea; sin embargo, el valor nutricional del
grano no ha sido afectado por las transformaciones genéticas.
El académico enfatizó que la composición química
del grano no ha cambiado, ya se trate del maíz blanco, rojo,
amarillo, negro o cualquier otra variante creada para determinados
fines. Especificó que los granos contienen de un ocho hasta
un 12 por ciento de proteína y dentro de la misma puede variar
el contenido de los aminoácidos, dependiendo las modificaciones
que se haya realizado para crear los híbridos.
¿Qué pasa con la calidad del maíz de traspatio?
Espinosa Gómez comentó que en este tipo de siembra,
el maíz tampoco varía en cuestión de calidad.
Precisó que la siembra de traspatio es mejor porque no se utilizan
fertilizantes o pesticidas, como en los grandes cultivos.
El problema en cuanto a la producción, la calidad y el alza
de precios no sólo ocurre con el maíz, sino con todos
los productos, comentó. Por ejemplo, en México existen
tres empresas internacionales que venden semillas mejoradas de tomate,
cuando en nuestro país, incluso en nuestro estado, existen
variedades del mismo producto con valores nutricionales más
altos que el promedio.
El maíz en su uso más conocido, que es la tortilla,
ha sido la base de la alimentación del pueblo mexicano desde
antes que llegaran los españoles a tierras americanas, de ahí
que su aspecto económico tiene vital relevancia. La tortilla
ha servido culturalmente como cuchara y plato, y ahora existe una
infinidad de variantes como sopes, dobladas, tacos, flautas, etcétera,
comentó Concepción Sánchez Rovelo, coordinadora
de evaluación y ex directora de la Facultad de Nutrición.
Explicó que una dieta equilibrada debe contener de 55 a 65
por ciento de hidratos de carbono, del 15 al 10 por ciento de proteínas
y del 25 al 35 por ciento de grasas. La tortilla aporta la mayor parte
de energía (hidratos de carbono), proteínas de origen
vegetal, fibra y calcio, por lo que su consumo es esencial en todas
las etapas de la vida, principalmente para niños y mujeres
embarazadas o en lactancia.
Destacó que la proteína vegetal de la tortilla se complementa
con el consumo de frijol, y si se agregan verduras y frutas la dieta
puede considerarse excelente. Recomendó que el consumo de tortilla
sea de dos piezas por cada alimento, aunque dependerá en gran
medida de la persona que lo consuma, sin olvidar que debe mantenerse
una actividad dinámica diariamente.
Antes de concluir, la nutrióloga señaló que en
países que no acostumbran el consumo del maíz tienen
déficit de calcio, sobre todo niños y mujeres, contrario
a lo que sucede en México. Esto se debe a que la tortilla,
propiamente, es un producto biodisponible, está en la mesa
de ricos y pobres, además contiene bajos niveles de sodio a
diferencia del pan de caja, cuyo consumo está relacionado con
padecimientos como la hipertensión arterial. |
|