| Año 6 • No. 257 • Febrero 26 de 2007 | Xalapa • Veracruz • México |
Publicación
Semanal
|
General
Reportaje
Becas
y oportunidades
Arte
Deportes
Contraportada
|
Afirmó
Angélica Gutiérrez Bonilla, directora del IIESES |
||
| Los académicos debemos guiar a los jóvenes para ser competitivos no entre ellos, sino como elementos de una sociedad competitiva, añadió | ||
| La
formación, no sólo de buenos profesionales en todas
las áreas, sino de buenos ciudadanos, que sean competitivos
y tengan una clara idea de su entorno social debe ser la base para
la profunda transformación que la Universidad Veracruzana (UV)
está impulsando, y esto se dará con el concurso de académicos,
trabajadores y autoridades, sostuvo la directora del Instituto de
Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales
(IIESES), Angélica Gutiérrez Bonilla. “Los académicos somos una parte fundamental del proceso educativo, y debemos formar y guiar a los alumnos para que aprendan a vivir en una sociedad competitiva, pero no con la idea neoliberal de que uno compite contra el mundo y lo importante es el individuo, sino que cada quien debe tener un papel importante para que su sociedad sea competitiva y compita con el resto del mundo”, dijo. Con respecto a los retos que la universidad debe enfrentar hacia el futuro, la directora del IIESES enumeró el compromiso con el desarrollo social y económico del estado, mayor atención a la demanda educativa de nivel superior y una diversificación de la oferta, todo esto en un entorno democrático, sin discriminación e intolerancia. “En el futuro yo veo a la UV como una universidad más comprometida con el desarrollo del estado, sin perder su ser universal, que siga teniendo en cuenta factores importantes como el desarrollo social, económico, pero también la investigación y el desarrollo; que logre disminuir el número de jóvenes que no puedan ingresar, y que se diversifique la oferta educativa”. Gutierrez Bonilla resaltó la importancia de que la UV tienda hacia nuevos modelos de desarrollo educativo –en los que estén unidas las funciones sustantivas de la institución–, en el que docentes e investigadores participen en la formación de los alumnos y que los alumnos sean partícipes de los proyectos de investigación. “Todo esto con una visión democrática, en la que los alumnos aprendan a vivir en democracia y que no haya discriminación ni intolerancia”, afirmó. En cuanto a los retos de los académicos en este proceso de transformación, la investigadora aseguró que es necesario que los maestros renuncien definitivamente a la idea de ser sólo transmisores del conocimiento, sino que se conviertan realmente en guías para que los estudiantes aprendan a aprender. “Tenemos que estar concientes que la labor del maestros es dar una enseñanza total, lo que implica generar y transmitir el conocimiento, aprender a ser tutores, formar y forjar a los estudiantes hacia su profesión”, sostuvo. |
||