A
partir de técnicas participativas dirigidas a grupos agrarios,
comunidades, organizaciones civiles, asociaciones de productores e
instituciones gubernamentales locales, estudiantes del Técnico
Superior Universitario (TSU) en Manejo de Vida Silvestre de la Universidad
Veracruzana (UV), campus Catemaco, están logrando que alrededor
de 60 comunidades hagan suya la Reserva de la Biosfera como símbolo
de identidad regional.
Coordinados por académicos del Área Biológico-Agropecuaria
de la UV, los universitarios tratan temas como la conservación
de sus recursos naturales (agua, suelo, bosques, biodiversidad) y
profundizan en las medidas, regulaciones y acciones que pueden o deben
adoptar para que su actividad no impacte negativamente los ecosistemas.
De hecho, el eje central del proyecto consiste en la socialización
del Programa de Conservación y Manejo de la Reserva, que es
el instrumento rector para la planeación y regulación
de esta área natural protegida, informó Edith Carrera,
una de las asesoras de los estudiantes.
El proyecto, denominado Manejo Integral de Ecosistemas (MIE), tiene
identificadas 60 comunidades en las que trabaja a nivel de núcleos
agrarios, escuelas y colonias agrícolas, sin embargo, las actividades
se realizan incluso en comunidades no consideradas prioritarias, informó.
De acuerdo con las características socioculturales y económicas,
la Reserva y este proyecto de la UV consideran dos zonas: La Zona
Norte, mestiza, desde Ángel R.
Cabada hasta Catemaco, y la Zona Sur, indígena y con mayor
marginación, desde Soteapan a Pajapan. “Las comunidades
prioritarias están asentadas básicamente en la zona
sur aunque se incluyen algunas pertenecientes a San Andrés
Tuxtla y Catemaco”, informó Carrera, quien es también
coordinadora del TSU en Manejo de Vida Silvestre. Beneficios
A partir de este proyecto, las comunidades cuentan con más
herramientas para el mejoramiento de sus condiciones de vida, sin
que esto implique necesariamente el deterioro de su entorno, y tienen
más oportunidades de desarrollar proyectos locales con enfoques
sustentables.
Por otra parte, el MIE representa un beneficio académico
para la UV, sobre todo porque los estudiantes tienen participación
más activa en torno al fomento de la cultura cívica,
los valores humanos, la participación social, el cuidado
del ambiente y la planeación hacia el desarrollo sustentable
y, a la vez, estas acciones facilitan su formación y desarrollo
académico profesional, y con ellos, su inserción laboral.
Además, la comunidad académica y de investigación
de la UV pone en práctica sus habilidades para fortalecer
las capacidades locales: “Ahí, la participación
de los Promotores Comunitarios y la incorporación de los
estudiantes a la perspectiva ecorregional de Los Tuxtlas, contribuye
como elemento para asegurar la continuidad del proyecto”,
comentó Carrera.
Reconocimiento
internacional
Para los universitarios, es un reconocimiento internacional el hecho
de que el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF, por sus siglas
en inglés) otorgara a la UV más de 600 mil pesos para
este proyecto, pues se dio luego de un riguroso proceso de selección.
Carrera explicó que el Programa de las Naciones Unidas para
el Desarrollo (PNUD), quien administra estos fondos, determinó
que el plan de la UV para desarrollar actividades que consoliden
entre la población la conciencia ecológica superó
en calidad a las propuestas de asociaciones civiles y universidades
de distintos estados, y otorgó a la Veracruzana los recursos
consecuentes.
Añadió que la propuesta presentada por la UV fue la
que obtuvo una mejor valoración conjunta, pues tomaron en
cuenta aspectos curriculares, de experiencia, presencia en la región
y, por supuesto, los aspectos técnicos y económicos:
“El trabajo de años realizado por la Universidad en
la región, la consolida como una institución que respalda
el desarrollo de este proyecto”.
El proyecto es coordinado por Ernesto Rodríguez Luna, director
del Área Biológico-Agropecuaria de la UV, y cuenta
con el apoyo de académicos de la misma y estudiantes de la
carrera TSU en Manejo de Vida Silvestre adscritos a la Facultad
de Ingeniería en Sistemas de Producción Agropecuaria
(FISPA), de Acayucan. |