Año 6 • No. 258 • marzo 5 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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Aphra Behn, admirada y
repudiada por la aristocracia
Jorge Vázquez Pacheco

Analizar algunas obras musicales nos conduce a la fascinante personalidad no sólo de los autores sino de aquellos que de alguna forma se relacionan con la partitura en cuestión. Por citar sólo un ejemplo, eso ocurre con los esbozos que Gustav Mahler dejó de su inacabada Décima sinfonía, con dedicatoria para su esposa, la bella y frustrada compositora Alma Schindler-Mahler.

La Guía de la orquesta para los jóvenes es seguramente la obra mayormente difundida del maestro inglés Benjamin Britten (1913-1976). En esta obra nos encontramos, inicialmente, con la inquietud de un músico tan notable que es considerado como el compositor británico más importante del siglo XX.

Después, con su inquietud por escribir una obra didáctica y básicamente dirigida a los niños. Luego, la referencia directa hacia Henry Purcell (1659-1695), compositor inglés cuya obra hoy es motivo de veneración y respeto. Y, finalmente, la alusión a Aphra Behn (1640-1689), la primera mujer de Inglaterra que fue capaz de destacarse por méritos propios en el ámbito de la creatividad literaria.

Esta obra fue compuesta para una película ideada para mostrar las familias de instrumentos que componen una orquesta sinfónica, con una narración explicativa incluida en la partitura.

Para presentar cada sección el compositor optó por una serie de variaciones, iniciada y concluida por un tema principal. Este tema procede de Henry Purcell (1658-1695) y es el Rondeau de la música escrita para el drama de Aphra Behn Abdelazer o la venganza del moro.

Después de prácticamente desarticular a la orquesta y de mostrar los diversos instrumentos en las variaciones, Britten los reagrupa en una emotiva fuga cuyo remate es la reaparición del Rondeau de Purcell. La Guía de la orquesta para los jóvenes es conocida también como Variaciones y fuga sobre un tema de Purcell cuando se ejecuta sin narrador, y su versión de concierto fue estrenada en 1946 por la Orquesta de Liverpool, con la dirección de Malcolm Sargent.

Dado que es posible encontrar detalles de la vida y obra de Purcell y Britten en prácticamente toda enciclopedia bien documentada, vale la pena echar un vistazo a la fascinante personalidad de la mujer contemporánea de Purcell que generó el Abdelazer.

Se dice que Aphra Behn fue hija de un humilde barbero, que nació en Kent en 1640, y que antes de convertirse en la primera gran escritora de la literatura inglesa experimentó con toda suerte de disipaciones. Siendo casi una niña abandonó Inglaterra y su adolescencia transcurrió en Sudamérica, específicamente en Surinam. Regresó a Europa en 1658 para contraer matrimonio con un acaudalado comerciante holandés, de quien tomó el apellido (se desconoce su apellido paterno) y quien habría de morir poco después en circunstancias misteriosas. Después de enviudar, Aphra tuvo una gran cantidad de amantes, entre ellos varios nobles y caballeros importantes, y se las ingenió para llegar a ser una de las damas más notables de la sociedad europea, tan admirada como repudiada en los salones de la aristocracia. Hacia 1670, una vez dilapidada la fortuna que heredó del marido, Aphra se vio obligada a trabajar para ganarse el sustento. Fue entonces que decidió escribir.

Apenas cabría la duda de que los excesos y la desmedida afición por el amor carnal serían su principal materia literaria. Irrumpió con títulos para la escena como The Forc’d Marriage y The Rover, que motivaron asombro y escándalo.

Resultaba inconcebible la presencia de una autora tan apasionada como cínica, que con sorprendente refinamiento abordaba los asuntos relacionados con el sexo y la exaltación del placer.

El drama Abdelazer o la venganza del moro fue escrito en 1676, pero Oroonoko es la novela que habría de procurarle la gloria literaria. Se trata de una historia tan avanzada a su tiempo como insólita en su propuesta; se le considera la primera narración antiesclavista, antecedente directo de la novela filosófica europea y precursora de los estilos de Daniel Defoe y Jean-Jacques Rousseau.
Esta genial mujer murió en Londres, el 16 de abril de 1689