| Año 6 • No. 258 • marzo 5 de 2006 | Xalapa • Veracruz • México |
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Experiencias
de la democracia ciudadana, por A. Olvera en la FILPM En México, la clase política habla sólo consigo misma Edgar Onofre |
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En México, la clase política se ha convertido en una
especie de sistema autorreferente que habla consigo misma y con nadie
más, aseguró el experto de la Universidad Veracruzana
(UV), Alberto Olvera. En vísperas de presentar en la Feria Internacional del Palacio de Minería (FILPM) el libro "La disputa por la construcción de la democracia en América Latina", el especialista veracruzano en temas de democracia añadió que frente a la experiencia de países como Brasil o Perú, el nuestro es un ejemplo de debilidad de los movimientos ciudadanos. "En América Latina se cree que la política es un arte de especialistas, propio de la clase política y no algo en lo cual los ciudadanos puedan intervenir", explicó. En este sentido, el volumen que se presentará hoy a las 18:00 horas demuestra que el campo de la acción política trasciende a la clase política y es más amplio que la política electoral. En coautoría con el peruano Aldo Panfichi y la brasileña Evelina Dagnino, Olvera Rivera se dio a la tarea de plasmar en el libro que las ideas que reducen la democracia a la arena electoral "están rebasados en la práctica social y en el imaginario colectivo: los ciudadanos de los países de la región aspiran a mucho más que una democracia operativa". Lo que políticamente caracteriza a América Latina –explicó– es que tanto el proyecto neoliberal como el proyecto democrático-participativo utilizan los mismos conceptos para referirse a dos cosas totalmente distintas: "En ambos casos se habla de la sociedad civil, de la participación ciudadana, de crear capital social y sin embargo el significado de esas palabras para los dos proyectos es totalmente diferente", comentó respecto de la confusión que el texto pretende sortear. Sin embargo, este uso complaciente de los mismos términos, añadió, ensancha la brecha entre ciudadanos y el poder político, en un fenómeno que la experta brasileña Evelina Dagnino ha llamado "la confluencia perversa". Además, Olevra refirió que frente al proyecto democrático participativo, que busca que los ciudadanos entren a la política con propuestas y con la capacidad de controlar al gobierno y, al mismo tiempo, proponer políticas y cogestionarlas, existe en AL un proyecto neoliberal que entiende "la participación ciudadana simplemente como un instrumento de mejora de la gestión pública, de la calidad, y no como mecanismo de incorporación de las necesidades ciudadanas de vigilancia del ejercicio y de cogestión de las políticas". El proyecto neoliberal fomenta la filantropía, las éticas asistencialistas, a través de las cuales se atiende a los pobres sin concederles ni reconocerles derechos, que el proyecto democrático participativo apela a la ciudadanía para insistir en que las políticas deben basarse en las garantías de los derechos de los ciudadanos (y darles la dignidad de ciudadanos auténticos) y no tratarlos como clientes o meros beneficiarios de políticas asistenciales. La participación ciudadana, añadió, debe entenderse como una capacidad de codecisión y vigilancia del ejercicio de gobierno, no como una recepción pasiva de los ejercicios gubernamentales sino como una colaboración activa en el ejercicio mismo de la política, añadió. En este sentido, Olvera adelantó que el país necesita no limitarse a "las constantes e inacabables reformas político-electorales, sino realizar reformas participativas que permitan ampliar el campo de la política y la incorporación de muchos más actores en la definición de las políticas públicas" "La disputa por la construcción de la democracia en América Latina", de Alberto Olvera, Aldo Panfichi y Evelina Dagnino será presentado hoy jueves a las 18:00 horas en el salón de la Academia de Ingeniería, en el marco de la FILPM, y contará con la participación de John Ackerman, Víctor Manuel Durand Ponte, Alberto Olvera y Cristina Sánchez Mejorada. |
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