Año 6 • No. 258 • marzo 5 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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La UV, generosa con sus
académicos: J.L. Cerdán

Carolina Cruz
El peor escenario de un académico es aquel que considera su quehacer “como una chamba más”: José Luis Cerdán, académico de FACICO
Boca del Río, Ver.- La descentralización y la departamentalización son de las mejores decisiones que ha tomado la Universidad Veracruzana (UV): la primera permite que la toma de decisiones esté mucho más cercana al lugar en donde ocurren los problemas y la segunda define al académico un rol más pertinente y atinado con su quehacer en el aula, destacó José Luis Cerdán Díaz, catedrático de la facultad de Ciencias de la Comunicación.

Señaló que el académico debe crecer profesionalmente junto con los avances de la Universidad, desarrollando parte de su vida profesional al interior de la misma con una perspectiva que implica una visión del mundo y considerándose como parte de la solución de los problemas de la sociedad.

El exdirector de la facultad destacó que el peor escenario de un académico es aquel que considera su quehacer “como una chamba más. Esto, independientemente del resultado de su trabajo, implica también un bajo nivel de compromiso respecto a los problemas que tiene la universidad y no va más allá del cumplimiento estricto de algunas de sus obligaciones”.

Con 25 años de antigüedad, Cerdán Díaz sostuvo que la relación que la UV ha establecido con el personal académico ha mejorado notablemente en las últimas administraciones. Respecto de la actual, dijo: “Hoy la universidad está claramente volcada hacia el mejoramiento del perfil de los profesionales que trabajamos en ella, me refiero a los programas de desarrollo del personal académico, al impulso de la formación de cuerpos académicos, a los programas de productividad, que podrían mejorarse pero que contamos con ellos, a los programas de becas, al conjunto de instrumentos que la Universidad ha puesto al alcance de los profesores”.

Sugiere que la Universidad debe asociar el objetivo de desarrollo de la institución con el objetivo de desarrollo personal de cada académico, bajo un modelo que incluya la potencialización de sus capacidades. En este sentido señaló que “el engrosamiento de la planta de profesores de carrera haría quizá que el compromiso de trabajo pudiera ser mejor”, pero que tendría que ir asociado con un programa muy sólido de evaluación.

Destacó que las condiciones contractuales de la UV son “buenas si las comparamos con otros ámbitos: en esta universidad trabajamos personas que hemos estado en otros medios y la diferencia de salarios es abismal, la universidad es verdaderamente generosa si la comparamos con otros ámbitos profesionales”.

Indicó que es necesario que se impulse a la educación superior en México aportándole a las instituciones mayores recursos, los cuales, “en la UV, me gustaría se aplicaran fundamentalmente a la formación de cuadros docentes mediante el fortalecimiento del posgrado, pero evitando los egresados se vayan a otras instituciones. También propone se incluya la figura del maestro asociado o adjunto al titular, que pudiera desarrollar algunas tareas para que cuando el titular se retirara de la cátedra hubiera alguien con experiencia suficiente para ocupar esas plazas.

El liderazgo que la UV ostenta a nivel nacional es, a su parecer, producto del trabajo de los académicos. Como ejemplo señaló el área de Artes, que es referencia a nivel nacional por la calidad de sus obras, al igual que la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, que se encuentra acreditada a nivel nacional e internacional gracias al trabajo de investigación de sus académicos.

Destacó que el papel de la universidad pública es fundamental para el crecimiento económico porque las instituciones ofrecen a la sociedad profesionales capaces de llegar al mercado y proponer nuevas soluciones, nuevas formas de alentar el desarrollo y, al mismo tiempo, la sociedad o el estado debería retribuir o en todo caso dotar a la institución de mayores recursos, suficientes para formar a estos profesionales cada vez mejor.

Agrega que ningún país puede crecer sin desarrollar mecanismos para generar conocimiento, tanto desde el punto de vista de la tecnología, como el de otros tipos de conocimiento: “Quiénes somos, a dónde vamos, cuál es nuestra historia, cómo somos, cómo nos comportamos”.

En su opinión, la universidad es fundamentalmente el piso que permite la toma de decisiones para desarrollar equilibradamente un país: “Si hay algún lugar en donde se pueden formar esos poderes es precisamente en las instituciones públicas de educación. Las instituciones de educación superior públicas son las que tienen la responsabilidad moral de hacerlo, pero también son el espacio justo para desarrollarlo con un espíritu crítico”.