Año 6 • No. 260 • marzo 19 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
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Teatro para mentes pensantes
Continúa puesta en escena:
Las instrucciones, en La Caja
Gina Sotelo

La puesta en escena de Las instrucciones, versión libre del texto El montaplatos, de Harold Pinter, inició su temporada el pasado 15 de marzo y se extenderá hasta el 8 e abril en el teatro La Caja, ubicado en la calle La Pérgola sin número, en la zona universitaria. Las funciones son los jueves y viernes a las 20:30 horas y los sábados y domingos a las 19:30.

Cuando el entretenimiento es sinónimo de pastelazos y estridencia, siempre se agradece una propuesta que atrape la atención y lleve de manera sutil a la reflexión. Así es la puesta en escena Las instrucciones, versión libre del texto El montaplatos, de Harold Pinter.

En Las instrucciones aparecen dos hombres
que son observados por un tercero


En la semioscuridad del escenario aparecen dos hombres que son observados por un tercero. Dos sillas blancas y una de color son toda la escenografía, no hace falta más, la presencia actoral llena el espacio. Los hombres de traje negro platican ente sí, o mejor dicho, entablan sendos monólogos que a veces se entrecruzan. Se desconoce su profesión o lo que hacen ahí.

Mientras Gus (Joaquín Vargas) es ingenuo, infantil y quizás algo torpe, Ben (Horacio Trujillo) sorprende por sus ataques de ira, una furia que lo abraza y se apodera de él. Wilson, el jefe (Víctor Camas) da instrucciones de manera fría pero firme. ¿Cuál es el propósito de estos hombres armados que hablan de los “trabajos” a realizar y el “batidero” que queda tras sus misiones cumplidas?
“Pero es precisamente el débil quien tiene que ser fuerte y saber marcharse cuando el fuerte es demasiado débil para ser capaz de hacerle daño al débil” dice Milan Kundera en el programa de mano de Las instrucciones, obra con diseño de iluminación de Marla Espinosa, diseño de audio de Javier Beverido y adaptación y dirección de Manuel Domínguez.

La producción, que se realizó gracias al programa de Estimulo a la Creación y Desarrollo Artístico de Veracruz 2006, se sitúa en el sótano de un restaurante en Birmingham. Los matones a sueldo Ben y Gus esperan instrucciones de Wilson para realizar su próximo trabajo.

A lo largo de la obra vamos descubriendo la rutina a la que han estado sujetos estos hombres, la forma de sobrellevarla en cada uno y las consecuencias de sus personalidades dentro de la organización para la que trabajan: la víctima de ese día es Gus.

El montaplatos es una obra que habla de traición. Las instrucciones es una obra que habla de lealtad, específicamente de aquella que no se pierde ni siquiera en la turbulencia de la traición. Los dos personajes están obligados a representar su última escena: la muerte de uno a manos del otro, sin ningún recurso más que sus actuaciones para poder disimular, frente al otro, sus papeles de verdugo y víctima.

Pinter (al igual que Beckett) hace de las tareas escénicas acotadas en el texto un discurso complementario y esencial para su dramaturgia. Esa importancia en las acciones es la que impera en esta adaptación; son las acciones propuestas por el autor, las que sirven de percutor de esta puesta en escena.

La representación se lleva a cabo en un escenario a la italiana, con dos actores en escena y otro afuera. El formato de la puesta es parte del discurso dramático de la misma; son dos actores en un escenario vacío carente de los recursos escenográficos necesarios para llevar a cabo las tareas que un misterioso personaje externo (¿el director?) les exige para el desarrollo de la obra.

Este tipo de imposibilidad práctica es la misma que el autor propone en el texto original al plantear a dos personajes, a quienes les piden platillos que no saben como preparar en una cocina en la que hay una vajilla, mas no los ingredientes necesarios, y una estufa sin gas.

La entrada general es de 60 pesos.