Nunca
el negro fue tan vibrante como en las imágenes de Manuel
González de la Parra. Los altos contrastes de luces y sombras
provocan atmósferas calidas.
Cada imagen huele a sal, despide un calor que embriaga, una alegría
que contagia. Son las Luces de raíz negra, espléndida
serie que rinde un merecido homenaje a las impresionantes mulatas
y los viriles hombres de piel de ébano que habitan en Coyolillo,
Veracruz y Cartagena de Indias, Colombia.
Hasta Milwaukee llevó González de la Parra su exposición
a la vez que fue presentado el libro de la misma serie. La cita
fue en el Latino Arts el pasado 16 de marzo y los comentarios corrieron
a cargo de Odile Hoffmann y Rauol Deal.
El libro y la exposición son resultado de sus estancias en
el bello puerto de Cartagena de Indias y en Veracruz. Con esta serie,
González de la Parra enlaza a través de la fotografía
los puertos colombiano y mexicano.
Con textos de Álvaro Mutis y Odile Hoffmann, Luces de raíz
negra es un registro de la vida en la comunidad negra veracruzana,
que en similitud con los habitantes de Tumaco en Colombia comparten
rasgos, actitudes y costumbres.
Lejos de ser el fotoreportero que interviene en los escenarios,
que manipula la escena o provoca el gesto, González de la
Parra se ha convertido en un “compadre”, un amigo, un
integrante más de la comunidad que se mezcla de manera cariñosa
con los campesinos fusión de esclavos africanos e indígenas,
con los niños descalzos y las mujeres de frondosos cuerpos.
Sobre Luces, Odile Hoffmann dice que en junio de 1999, Manuel González
llega a tierras colombianas, más precisamente a las tierras
bajas del Pacífico colombiano pobladas mayoritariamente por
gente negra instalada allí desde hace varios siglos: “No
viene con las manos vacías. Trae imágenes de Veracruz,
un Veracruz negro que puede ser desconcertante, con las fotos del
pueblo de Coyolillo (Actopan), ensartado en la sierra mestiza
y otrora indígena, a un paso de Xalapa.
En Cali, y luego en los ríos y las veredas del Pacífico
colombiano, Manuel registra con su cámara y su sensibilidad
las facetas de un pueblo negro que se reivindica como tal, como
negro y colombiano, como afrocolombiano, como ‘comunidad negra’
o ‘pueblo negro’ de América. Las dos situaciones
no se equiparan’”.
Expresa que en las fotos de México como en las de Colombia
se ven hombres y mujeres de piel negra ocupados en sus quehaceres,
trabajando, soñando, bailando: “¿Será
que el color de la piel puede reunir bajo una misma calificación
e ‘identidad’ a individuos con experiencias y expectativas
tan diferentes como pueden ser los campesinos mexicanos de Coyolillo
y los ribereños del Pacífico colombiano? Difícil
de creer, y más arduo de pensar y argumentar”.
Los textos de Odile Hoffmann y Adriana Naveda pretenden aclarar
algunas diferencias, sin negar el origen común de la esclavización
y deportación de millones de individuos desde África,
pero resaltando los procesos originales de creación cultural
y social en cada país.
El intercambio entre México y Colombia, a través de
estas fotos, se dio por la buena disposición de la Universidad
Veracruzana (UV) en México, de la Universidad del Valle (UNIVALLE)
en Colombia y del Institut de Recherche pour le Développement
(IRD) de Francia.
Se inscribió en un proyecto de investigación sobre
“identidades, urbanización y migración de las
poblaciones afrocolombianas del Pacifico suroccidental”,
llevado a cabo entre 1996 y 2001 por la UNIVALLE y el IRD. En las
estancias en Coyolillo, en Cali y en el Pacífico participaron
habitantes y compañeros de organizaciones negras, vecinos
y amigos, entusiastas con el trabajo de Manuel González y
sin quiénes no se hubiera podido llevar a cabo el proyecto.
Egresado de la Facultad de Artes Plásticas de la UV, estudió
fotografía con los maestros Carlos Jurado, Adrián
Mendieta y Nacho López. Después de su aprendizaje
viajó a Paris, Francia, al Centro de Formación au
Cinema Directo para tomar el curso “Cine Directo”. Asimismo
ha estudiado diferentes técnicas de fotografía con
los maestros Lourdes Almeida, Julio Galindo, Oweena Fogarty, Humberto
Chávez, Juan Carlos Valdéz y Byron Brauchli.
Ha participado en numerosas exposiciones individuales y colectivas
en diferentes partes del país y el extranjero. Desde 1978
se encuentra laborando como fotógrafo dentro de la UV. |