Año 6 • No. 265 • Mayo 7 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
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  Afirma Mario Muñoz
El caldero fáustico completa
los estudios sobre Sergio Pitol
Alma Espinosa
La crítica se ha enfocado más hacia el tríptico carnavalesco, olvidando la cuentística de Pitol: M. Muñoz
El caldero fáustico. La narrativa de Sergio Pitol, de Laura Cázares Hernández, está concebido y organizado de tal manera que al terminar la lectura se tiene una visión global de la narrativa de Pitol que tanta falta nos hacía. A través de esta mirada analítica apreciamos las distintas fases que ofrece el intrincado sistema literario del escritor, en el que cada una de sus piezas encaja en la sólida y a la vez armónica arquitectura de conjunto.

Luz Elena Gutiérrez impulsó a Laura Cázares a publicar la obra
sobre la narrativa de Sergio Pitol

Así lo calificó Mario Muñoz al participar en la presentación del libro realizada en la Galería de Arte y a la que asistió el entrañable Sergio Pitol. La más reciente publicación de la investigadora Laura Cázares es un organismo en pleno funcionamiento bien diseccionado en una serie de ensayos que recorren de un extremo a otro el sentido diacrónico y sincrónico la obra de Sergio.

En la narrativa de Pitol, señaló Mario, las figuras distorsionadas y grotescas entran en la dimensión estética gracias a la virtud transformadora del arte; la incoherencia y el disparate alcanzan la proporción deseada en la lúcida estructura literaria.

“Como en el caso de Borges, el suyo es un entramado de vasos comunicantes que funciona en varios sentidos a la vez, de tal manera que los relatos se complementan con las novelas o en ocasiones pasan a formar parte de ellas y éstas quedan imbricadas en las crónicas o en los textos autobiográficos diluidos en los libros de los años recientes, como bien lo prueba Cázares”.

Mario Muñoz resaltó el acierto de la autora al poner especial interés en la cuentística del escritor veracruzano (poblano) porque, salvo contadas excepciones, ha sido tomada en cuenta para los estudios de su obra. “La crítica literaria que viene ocupándose de la obra de Sergio Pitol ha existido en el filón carnavalesco que le brindan sus tres famosas novelas reunidas en torno a este común denominador. En vez de dimensionar la obra en su conjunto, la exégesis académica por lo regular encuentra los rasgos paródicos, humorísticos y grotescos en la creación más reciente del escritor”, comentó.

El discurso narrativo de Pitol mantiene un proceso de continuidad que va desde los gestos de juventud reunidos en Tiempo cercado de 1959 hasta El mago de Viena de 2005, el más reciente. A través de este extenso recorrido el escritor ha sometido sus materiales a cambios, revisiones, correcciones, movilizaciones y revestimientos continuos y constantes, sin perder de vista el objetivo que se impuso al asumir la escritura como destino, la búsqueda imperiosa de una forma personal que conjunte en infiltrada síntesis la expresión y el contenido, expresó.

A la presentación organizada por el Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias (IIL-L) de la Universidad Veracruzana (UV) y el Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC), asistió Luz Elena Gutiérrez de Velasco, quien asumió la responsabilidad de impulsar a Laura Cázares a publicar sus trabajos sobre
Sergio Pitol.

Comentó que la tarea del texto crítico consiste en potenciar el texto literario, que significa algo más que develar los enigmas que el texto oculta y que restituir la significación que de alguna manera el texto sucede. “Al producir el texto crítico se ponen en movimiento las posibilidades que este texto autoriza, se revitalizan las opciones que encubre y se despliegan las riquezas que guarda. Así, Laura elige seis caminos para explorar la narrativa de Pitol y nos conduce al diálogo fundamentado en el género literario”.

En tanto, la investigadora del IIL-L Elizabeth Corral dijo que los escritos de El caldero mágico cobran otra dimensión al constituir un mosaico articulado que presenta la mirada panorámica indispensable para la aprehensión de la narrativa orgánica del escritor veracruzano.

En cuatro partes y dos anexos, el libro se ocupa de las distintas etapas del autor. “La obra desarrolla un mecanismo que luego detona en otros ensayos. Se trata del establecimiento de paralelismos muy interesantes y esclarecedores entre el texto en cuestión y otros trabajos que Sergio Pitol publicó de manera colateral”, asintió.