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Salud
a la carta
El amor y otras golosinas
Jorge
M. Suárez y Eryck R. Silva |
No
hay mejor lugar para su majestad el libro que un palacio, en este
caso, el Palacio de Minería que ha abierto de nuevo sus puertas
para que las editoriales más diversas, escritores, pensadores
y artistas, se den cita a lo largo de 11 días |
Un dicho popular sostiene que “al corazón de un hombre
se llega a través del estómago”, pero la ciencia
ha comprobado que no se trata solamente de una cuestión de
género, pues el sentido del gusto también juega un papel
importante durante la conquista de una dama.
Y al que no nos crea le recordamos que uno de los regalos más
populares en todo tipo de celebraciones románticas son los
consabidos chocolatitos envueltos en papel celofán, guardados
en una cajita con forma de corazón y acompañados con
un coqueto ramillete de flores.
Pues resulta que la tradición de regalarle a la amada (o amado,
según sea el caso) su dotación de chocolatines no es
tan arbitraria como podría parecer, ya que además de
ser exquisitos, los chocolates ayudan a aumentar, si no el enamoramiento,
sí la atracción sexual. Se sabe que el cacao contiene
una sustancia conocida como fenilacetilamina, la cual está
involucrada, junto con la dopamina y la norepinefrina de nuestro cerebro,
con las sensaciones de euforia y deseo sexual. Así pues, la
aparentemente inocente golosina que los Romeos de San Valentín
le regalan a sus Julietas, es –quien lo diría–
una droga afrodisiaca.
Y por si esto fuera poco, además de sus comprobadas virtudes
como estimulante amatorio, la fenilacetilamina actúa como antidepresivo.
Por eso, cuando estamos tristes, no hay como un buen chocolate para
animarnos y ayudarnos a ver la vida con otros ojos.
Ahora bien, más allá de las propiedades antes mencionadas,
tal vez le sorprenda encontrar un elogio al chocolate en un artículo
dedicado a los alimentos que nos ayudan a conservar la salud. Después
de todo, es bastante común pensar que los únicos alimentos
saludables son las verduras sin sal, y que los postres –especialmente
los deliciosos– son todos virtualmente mortíferos. Nada
más lejos de la verdad.
Por el contrario, cuando se consume con moderación, el chocolate
posee muchas cualidades. Para empezar, se sabe que los granos de cacao
a partir de los que se fabrica, son ricos en un grupo de sustancias
conocidas como polifenoles, los cuales también se encuentran
presentes en otros alimentos como algunas frutas y hortalizas, el
vino y el té verde.
Estos polifenoles actúan como antioxidantes, disminuyendo el
daño causado por los tristemente célebres radicales
libres, debido a lo cual ayudan a prevenir el cáncer. Además,
inhiben la formación de coágulos en la sangre, disminuyendo
el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares. Sin embargo,
hay que mencionar que si bien los polifenoles del chocolate pueden
ayudarnos a evitar las enfermedades cardiacas, su altísimo
contenido en grasas, podría tener el efecto contrario si se
le consume en grandes cantidades.
Otra de las sustancias activas del chocolate es la teobromina, cuyo
nombre proviene del nombre científico del cacao; Theobroma
cacao (literalmente alimento de los dioses). Esta sustancia, químicamente
relacionada con la cafeína –la cual por cierto también
se encuentra en el chocolate–, además de tener un efecto
estimulante en el sistema nervioso central, inhibe la expectoración.
En otras palabras, quita la tos.
De cualquier forma, y si bien es cierto que el chocolate es una verdadera
maravilla, no debemos olvidar que todo en exceso es malo. Para el
caso particular del chocolate, su alto nivel calórico y su
contenido de grasas no lo hacen muy recomendable para quienes necesiten
adelgazar.
Otro de los inconvenientes de esta suculenta golosina es que, debido
a su contenido de sustancias estimulantes como la fenilacetilamina,
la teobromina y la cafeína, se cree que puede ser hasta cierto
punto adictiva.
Al parecer la clave, como en todos alimentos, se encuentra en la moderación.
Aun así, con sus pros y sus contras, el chocolate es uno de
los mejores regalos para los fetejos del 14 de febrero, o de cualquier
fecha especial. Disfrútelo en compañía de su
adorado tormento. Hasta la próxima semana y buen provecho. |
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