Año 6 • No. 265 • Mayo 7 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
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Salud a la carta
El amor y otras golosinas

Jorge M. Suárez y Eryck R. Silva

No hay mejor lugar para su majestad el libro que un palacio, en este caso, el Palacio de Minería que ha abierto de nuevo sus puertas para que las editoriales más diversas, escritores, pensadores y artistas, se den cita a lo largo de 11 días
Un dicho popular sostiene que “al corazón de un hombre se llega a través del estómago”, pero la ciencia ha comprobado que no se trata solamente de una cuestión de género, pues el sentido del gusto también juega un papel importante durante la conquista de una dama.

Y al que no nos crea le recordamos que uno de los regalos más populares en todo tipo de celebraciones románticas son los consabidos chocolatitos envueltos en papel celofán, guardados en una cajita con forma de corazón y acompañados con un coqueto ramillete de flores.

Pues resulta que la tradición de regalarle a la amada (o amado, según sea el caso) su dotación de chocolatines no es tan arbitraria como podría parecer, ya que además de ser exquisitos, los chocolates ayudan a aumentar, si no el enamoramiento, sí la atracción sexual. Se sabe que el cacao contiene una sustancia conocida como fenilacetilamina, la cual está involucrada, junto con la dopamina y la norepinefrina de nuestro cerebro, con las sensaciones de euforia y deseo sexual. Así pues, la aparentemente inocente golosina que los Romeos de San Valentín le regalan a sus Julietas, es –quien lo diría– una droga afrodisiaca.

Y por si esto fuera poco, además de sus comprobadas virtudes como estimulante amatorio, la fenilacetilamina actúa como antidepresivo. Por eso, cuando estamos tristes, no hay como un buen chocolate para animarnos y ayudarnos a ver la vida con otros ojos.

Ahora bien, más allá de las propiedades antes mencionadas, tal vez le sorprenda encontrar un elogio al chocolate en un artículo dedicado a los alimentos que nos ayudan a conservar la salud. Después de todo, es bastante común pensar que los únicos alimentos saludables son las verduras sin sal, y que los postres –especialmente los deliciosos– son todos virtualmente mortíferos. Nada más lejos de la verdad.

Por el contrario, cuando se consume con moderación, el chocolate posee muchas cualidades. Para empezar, se sabe que los granos de cacao a partir de los que se fabrica, son ricos en un grupo de sustancias conocidas como polifenoles, los cuales también se encuentran presentes en otros alimentos como algunas frutas y hortalizas, el vino y el té verde.

Estos polifenoles actúan como antioxidantes, disminuyendo el daño causado por los tristemente célebres radicales libres, debido a lo cual ayudan a prevenir el cáncer. Además, inhiben la formación de coágulos en la sangre, disminuyendo el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, hay que mencionar que si bien los polifenoles del chocolate pueden ayudarnos a evitar las enfermedades cardiacas, su altísimo contenido en grasas, podría tener el efecto contrario si se le consume en grandes cantidades.

Otra de las sustancias activas del chocolate es la teobromina, cuyo nombre proviene del nombre científico del cacao; Theobroma cacao (literalmente alimento de los dioses). Esta sustancia, químicamente relacionada con la cafeína –la cual por cierto también se encuentra en el chocolate–, además de tener un efecto estimulante en el sistema nervioso central, inhibe la expectoración. En otras palabras, quita la tos.

De cualquier forma, y si bien es cierto que el chocolate es una verdadera maravilla, no debemos olvidar que todo en exceso es malo. Para el caso particular del chocolate, su alto nivel calórico y su contenido de grasas no lo hacen muy recomendable para quienes necesiten adelgazar.

Otro de los inconvenientes de esta suculenta golosina es que, debido a su contenido de sustancias estimulantes como la fenilacetilamina, la teobromina y la cafeína, se cree que puede ser hasta cierto punto adictiva.

Al parecer la clave, como en todos alimentos, se encuentra en la moderación. Aun así, con sus pros y sus contras, el chocolate es uno de los mejores regalos para los fetejos del 14 de febrero, o de cualquier fecha especial. Disfrútelo en compañía de su adorado tormento. Hasta la próxima semana y buen provecho.