Año 6 • No. 266 • mayo 14 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
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  Su obra es una veta por explorar
El hermetismo de Juan Vicente Melo
no atrae a los lectores: M. Muñoz
Dunia Salas Rivera
Próximamente publicará un estudio sobre La noche alucinada, primera obra de Melo
El hermetismo de la obra de Juan Vicente Melo ha mantenido a raya a los lectores que intentan acercarse y aleja a los que quieren elaborar estudios que finalmente resultan en biografías de su vida bohemia; por lo tanto, su vasta obra es un campo fértil para todo aquel investigador y crítico serio que quiera adentrarse en su narrativa, aseguró Mario Muñoz.

El integrante del Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias (IIL-L) ofreció más que una conferencia, una charla íntima en la que reveló su relación con el escritor de la novela La obediencia nocturna y director de la Editorial de la Universidad Veracruzana (UV), mientras Muñoz ocupaba la dirección de La palabra y el hombre.

Mario Muñoz participó en el ciclo “Protagonistas de la narrativa mexicana del siglo XX”, organizado por el Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias

En el ciclo de conferencias “Protagonistas de la narrativa mexicana del siglo XX” organizado por el IIL-L, Mario Muñoz mencionó las principales características de la primera obra de Melo, La noche alucinada –compilación de ocho cuentos–, en la que no se encuentra signo alguno de realismo mágico ni humorismo.

De acuerdo con el académico de la Facultad de Letras Españolas, es posible encontrar la vertiente existencial y la poética, así como una reflexión en torno a la metaliteratura. En esa primera obra ya se dibujan los grandes temas que tratará en todo su sistema narrativo: la culpa, la persecución por el enemigo sin rostro, el problema del ser y el parecer, y el significado religioso de los días de la semana.

Otro aspecto de Melo es la técnica literaria que emplea para convertir el relato en espiral. Inicialmente da la sensación de ser una historia con desarrollo lineal; empero, se advierte que el proceso es aparente porque los personajes no salen de su círculo vicioso, comentó en el salón de usos múltiples del IIL-L.
Mario Muñoz explicó que hace algunos años inició la escritura del libro Iniciación literaria de cinco escritores veracruzanos, protagonizado por Sergio Pitol, Sergio Galindo, Luis Arturo Ramos, Rafael Antúnez y Juan Vicente Melo. Como el título lo dice, sería un estudio enfocado a los primeros textos de los autores, a quienes se les dedicaría un máximo de 30 cuartillas.

Debido a la trascendencia de la obra de cada uno y a lo mucho que tenía que revelar el investigador, los primeros trabajos ocuparon más de 100 cuartillas, lo que equivalía a textos independientes. Y así lo ha hecho, ya que Muñoz está por publicar el estudio sobre la obra de Melo, que hasta el momento está conformado por 150 cuartillas.

Juan Vicente Melo, contemporáneo de Arredondo, Pitol y García Ponce, se caracterizó por su hermetismo, similar al de Salvador Elizondo. Desde su primer libro, exigió la participación del lector, pues si no se involucra nunca va a comprender el texto. “Sus libros no se pueden leer una sola vez; al contrario, se debe regresar de forma constante para comprender la magnitud del texto literario”, expresó.