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Pedagogos
de la UV, a la par que en la UNAM: especialista del IPN
Dunia Salas Rivera
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Zaira
Navarrete Cazales, del Departamento de Investigaciones y Estudios
Avanzados del CINVESTAV, del IPN
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El
de la UV es un pedagogo multifuncional, que puede desarrollar diversos
quehaceres |
La formación del egresado de la carrera de Pedagogía
de la Universidad Veracruzana (UV) es muy sólida en conocimientos
y prácticas, está a la par y hasta muy por encima que
la de cualquier otra institución, incluyendo la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM), aseguró Zaira
Navarrete Cazales, del Departamento de Investigaciones y Estudios
Avanzados del CINVESTAV, del Instituto Politécnico Nacional
(IPN).
Navarrete Cazales, quien participó en el ciclo de conferencias
Diálogos educativos que con motivo de la celebración
del trigésimo aniversario de su fundación realizó
la Facultad de Pedagogía de la UV, expresó que se debe
acabar con el mito del descrédito por ser de universidades
fuera del Distrito Federal.
“Los pedagogos de la UV sienten muchas veces como un descrédito
al exterior, como que les hace falta formarse, entonces se cuestionan
y creen que les falta mayor participación en eventos, socializar
conocimientos, y por eso hay cierto temor al rechazo y de que sus
trabajos sean poco valiosos”, dijo.
La investigadora, que realizó una tesis sobre la identidad
social del pedagogo a partir del caso de los egresados de Pedagogía
de la UNAM y de la UV, bajo la dirección de Rosa Nidia Buenfil
y como lectora María de Ibarrola, explicó que la identidad
del egresado de Pedagogía de la UV está definida por
varios rasgos.
“El de la UV es un pedagogo multifuncional, que puede desarrollar
diversos quehaceres, siempre y cuando tengan relación con el
ámbito de lo educativo; los distingue su formación híbrida,
que no solamente es teoría pedagógica sino también
de las que nos aportan la psicología, filosofía, antropología,
etc., y el campo ocupacional muy diverso”, agregó la
especialista.
En su trabajo de investigación, Zaira Navarrete primero se
planeta que la identidad tiene que verse no en forma cerrada y única,
como una entidad o constituida en y desde sí misma, sino de
una forma amplia, histórica y contextualizada.
En un análisis inter e intrainstitucional y tomando como objeto
de estudio a los pedagogos de la UNAM y de la UV, en tres generaciones
–50, 70 y 90–, la investigadora realiza un rastreo histórico
de cómo se ha constituido el pedagogo profesionalmente, en
el que involucra las concepciones y percepciones de los egresados
y cómo se da el cambio de la concepción de la pedagogía,
según la generación a la que pertenecen estos egresados
de diferentes décadas.
La pedagogía es vista como una ciencia, es un rasgo que generaliza
a los pedagogos de la UV y la UNAM en las tres décadas, definió:
“En los cincuenta viene la emergencia de la profesión
pedagógica, la carrera de Pedagogía es insertada a la
Universidad; antes de ello solamente estaban las Normales como formadoras
de profesores, de ahí que pedagogo era sinónimo de ser
docente. En esa década conceptuaban a la pedagogía como
una profesión que tenía que ver única y exclusivamente
con la docencia”.
Navarrete Cazales comentó que posteriormente se dio un cambio
y en los setenta el pedagogo no era sólo docente sino que podía
cumplir múltiples funciones como la administración y
la gestión: “En los setenta se volvió más
crítico de su realidad social, a diferencia del pedagogo del
cincuenta, cuando se centraba en la lectura y en el amor al saber”.
Esta concepción responde a que hay movimientos sociales en
el 68 y el 70: “Se da la masificación, entonces el pedagogo
se vuelve más crítico de su realidad, tiene participación
y se inmiscuye más. En los noventa esta participación
social es menor y el pedagogo está más en casa, es más
institucional, se basa más en los libros y se muestra un poco
apático de lo que sucede al exterior de la escuela. En los
noventa son críticos pero no de la realidad social, sino de
la teoría pedagógica”. |
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