Comentaba
la semana anterior que estuve en la ciudad de Poza Rica y que tuve
la oportunidad de compartir con los comités de calidad de las
facultades y dependencias de esa región el taller para la elaboración
del plan de calidad.
Ahí me encontré con un muy interesante cuestionamiento
del alumno Juan Irving León Gallardo, del Sistema de Enseñanza
Abierta de esa región y le pedí escribiera su comentario
para compartirlo con todos ustedes.
Presento pues su carta íntegra: “Hoy
en día nuestra Universidad ha instaurado comités de
calidad con el propósito de poner en marcha programas que
gestionen la calidad. No obstante, me pregunto si estas acciones
se encuentran verdaderamente vinculadas con la Dirección
de Planeación Institucional, y si las evaluaciones que realicen
servirán de base para generar algún cambio.
”Es ponderable la búsqueda de la calidad a través
de estos esfuerzos, pero sólo llegaremos a ella si asumimos
un verdadero compromiso institucional fundado en la transparencia,
seguimiento de resultados y toma de decisiones que permitan no sólo
identificar nuestras problemáticas, sino terminar con ellas.
”Recordemos el famoso Sistema de Evaluación del Desempeño
Docente (SEDDUV), ¿dónde puedo consultar los resultados?,
¿por qué no se hacen públicos?, ¿en
qué consiste el seguimiento que se les proporciona?, ¿qué
pasa con los catedráticos?, ¿los premiamos?, ¿los
mandamos a cursos para mejorar su desempeño?, ¿los
damos de baja por ineficientes o los seguimos aguantando?
”Indudablemente debemos comprender que la calidad es importante;
pero una calidad total y no una parcial. Entiendo que para muchos
la calidad es una actitud, pero una actitud que parte del análisis
de la realidad. No podemos encerrarnos en una burbuja, cerrar los
ojos y pensar que no pasa nada, de ser así caeríamos
en la cultura de la simulación, proyectando un concepto que
esencialmente no hemos desarrollado.
”Somos parte de esta Universidad, tanto la comunidad, como
el personal académico, administrativo, técnico y manual;
amamos la Universidad porque crecemos y nos formamos en ella, por
ello es indispensable adoptar medidas institucionales que, desde
nuestra propia estructura, faciliten este propósito, no vamos
a obtener la calidad sólo con buenos deseos, sino a través
de la implementación de un diseño institucional, que
fomente una constante búsqueda de la excelencia y nos permita
sancionar la ineficiencia.
”Hace algunas semanas al instalarse el Comité de Calidad
en esta región, el rector, Raúl Arias Lovillo, mencionó
que en una evaluación reciente nuestra Universidad se ubicaba
como la mejor universidad pública del país, difícil
es creerlo cuando tanto el London Times como el Consejo Superior
de Investigaciones Científicas de España (CSIC) ubican
a la UNAM, no sólo como la mejor Universidad de México
y América latina, sino como una de las 100 mejores del mundo.
”Vuelvo a cuestionarme, ¿realmente somos la mejor universidad
pública de México?, es difícil creerlo cuando
ante el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT)
ninguno de nuestros posgrados (especialidades, maestrías
y doctorados) son considerados competitivos a nivel internacional.
”Es difícil creerlo, pero no es tan difícil
lograrlo, si tomamos conciencia de los retos que enfrentamos, si
tenemos en común una unidad de propósitos, y si el
propósito fundamental es ser cada vez mejores y convertir
a nuestra Universidad no sólo en la mejor del país,
sino en una de las mejores del mundo.
“Debemos comprender que la calidad no está de moda,
la calidad es un compromiso institucional, la calidad produce calidad
y en ella se genera la excelencia”.
Hasta aquí su participación y, por mi parte, les digo
que estaremos considerando en nuestras estrategias de trabajo proponer
alternativas que satisfagan estos pendientes. Estoy agradecido de
su participación y en espera de que todos los demás
miembros de la comunidad universitaria asumamos este enfoque crítico
y con una actitud pro-activa trabajemos hacia el cambio que nos
lleve a ser esa universidad de excelencia que todos deseamos.
Sigo en espera de sus comentarios al correo electrónico otflores@uv.mx. |