Año 6 • No. 266 • mayo 14 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
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Ética y responsabilidad social,
grandes retos de la Antropología
Alma Espinosa
Antropólogos se enfrentan a comunidades inmersas en zonas de acción del narcotráfico
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A falta de presupuesto federal, indígenas financian investigaciones
El gran reto que enfrenta la Antropología en nuestros días es la discusión e incorporación a sus trabajos de la ética y la responsabilidad social proveniente de una preocupación contemporánea, aseveró Mariano Báez Landa, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) Golfo.

Aimée Domínguez Nieto, egresada de Biología UV, se ha especializado en el mecanismo de regulación del proceso desinflamatorio

Como parte de las actividades para conmemorar el 50 aniversario de la Facultad de Antropología de la Universidad Veracruzana (UV), Báez Landa dictó una conferencia en la que expuso los cambios que ha mostrado la antropología mexicana, la cual ahora debe verse desde una perspectiva distinta y con temas que en el pasado no eran discutidos, como la ética de los antropólogos.

Esto a raíz de que antes se discutía si se estaba o no de acuerdo con alguna corriente de pensamiento; actualmente, los antropólogos se enfrentan a situaciones muy distintas y adversas –como el narcotráfico en zonas indígenas– y, por lo tanto, de intervención antropológica.

Durante su presentación, el académico del CIESAS dijo que le parecen perversas las relaciones entre la academia, la política y la propia aplicación de la antropología. “Prácticamente el campo disciplinar de la antropología se integró en el Estado mexicano y fue el que auspició directamente las primeras investigaciones y la fundación de las principales instituciones académicas de México”, comentó.
Las relaciones de los antropólogos con el Estado han determinado el itinerario y la agenda de las grandes cuestiones de la antropología mexicana. Se han visto grandes cambios como el propiciado por el movimiento zapatista, que salió a la luz pública en 1994.

En ese entonces y hasta la fecha se ha visto que, a falta de presupuesto federal, los pueblos y movimientos indígenas son capaces de conseguir fondos para promover las investigaciones; sin embargo, el peligro está en que se acercan personas que no están dedicadas a la investigación formal y los engañan con proyectos de desarrollo que no prosperan; por ello, los antropólogos en formación deberían encontrar ahí un campo importante, explicó.

La celebración del cincuentenario de la Facultad está dedicado a recordar la trascendencia del trabajo en las ciencias sociales de Gonzalo Aguirre Beltrán, por lo que el ponente comentó que fue éste precisamente quien transformó completamente la práctica de la antropología y tuvo la visión de trabajar en las políticas de entonces.


Los estudiantes de Antropología deben considerar que la ética
es trascendental para su ejercicio profesional
Fue Aguirre Beltrán quien fundó la Facultad, el Instituto y el Museo de Antropología de esta capital con fondos internacionales, con un amplio proyecto y un programa de trabajo ambicioso con resultados por todos conocidos. Ésta es apenas una muestra de lo que hizo por la antropología del país.

A partir de su interés por esta área, estados como Chiapas fueron diferenciados respecto de la atención de las comunidades indígenas. Aguirre Beltrán dirigió el Centro Coordinador Indigenista y ahí puso en práctica las ideas que venía promoviendo. Cabe destacar que 20 años después fueron introducidas sus ideas en Veracruz.

Fue el único que logró articular la academia, la antropología y el indigenismo, comentó Mariano Báez, quien destacó la labor de Beltrán como funcionario de gobierno federal porque abrió un horizonte para la práctica, luego de ser becado para estudiar antropología en el extranjero entre 1944 y 1945, gracias a lo cual pudo comprender y reflexionar más que si hubiera cursado una carrera de cuatro años.