Año 6 • No. 266 • mayo 14 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
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En AL también importamos hábitos alimentarios: expertas
En Nutrición UV investigan, ayudan
a resolver problemas y se titulan
Gina Sotelo
La globalización ensancha la brecha entre alimentación y nutrición, aseguran académicas
Con el propósito de vigilar, investigar y hacer propuestas acerca del abasto de alimentos en familias de escasos recursos, la Facultad de Nutrición de la Universidad Veracruzana (UV) llevará a cabo el seminario de apoyo a la titulación “Seguridad alimentaria y nutricional en el municipio de Xalapa”, coordinado por María Magdalena Álvarez Ramírez y Marcela Rosas.

Este seminario se antoja como muy oportuno, considerando que a través de él los estudiantes no sólo tendrán la oportunidad de titularse, sino de hacer investigación en Xalapa. Para inscribirse, pueden acudir a la dirección de la Facultad de Nutrición, con la coordinadora, o bien llamar al 8421700 extensión 16151.

Una vez determinados los objetivos, los estudiantes harán la recolección de datos y realizarán las encuestas guiados por los maestros, información que será ofrecida a la Secretaría de Salud e instancias gubernamentales, quienes valorarán el impacto de lo investigado para difundir de la información.
Es bien sabido que en México por tradición se designa a la madre como la supervisora y poseedora de conocimientos de salud dentro de la familia, quien tiene que velar por los suyos. En cuanto a asistencia alimentaria, si a una madre le dan un litro de leche –por citar un ejemplo– lo que hace es darle a toda la familia el beneficio y no únicamente a quien más lo necesita, en este caso, los niños en crecimiento.

También existen familias de escasos recursos, quienes con su ingreso no alcanzan a satisfacer las necesidades, lo que polariza una situación en la que hay quienes comen mucho o tienen una dieta opulenta y quienes alcanzan a medio comer.

María Magdalena Álvarez Ramírez y Marcela Rosas, coordinadoras del seminario

De ahí la importancia de la Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN), proceso en el cual se asegura el abasto de alimentos de manera continua, que estén presentes en calidad y cantidad en toda la población.

En la era del fast food: a grandes males, grandes remedios
Respecto de la situación en el municipio de Xalapa, María Magdalena Álvarez y Marcela Rosas afirman que no estamos frente a una problemática del municipio, sino que los hábitos alimentarios y la situación nutricional es algo que traspasa fronteras por ser un proceso implícito en la globalización.

“Las sociedades latinoamericanas también estamos importando hábitos alimentarios. Aparecen en el mercado alimentos que no eran propios de la localidad hace algún tiempo”.

En el seminario esto es lo que se quiere medir: cómo está siendo el abasto de alimentos, si hay disponibilidad, si están dentro del mercado, de la localidad, si la familia tienen un ingreso que le permita acceder a este tipo de alimentos, si el consumo se lleva o no se lleva a cabo, quién de los miembros decide el tipo de alimentación.

“Porque incluso dentro de una misma familia la distribución intrafamiliar del alimento es diferente. A lo mejor sí tienen despensa, pero en lugar de darle la leche a los niños se distribuye de manera pareja entre todos”.

Se medirá además la asistencia alimentaria, el consumo; quiénes comen, qué comen y la utilización biológica; si yo lo consumo qué tanto lo aprovecho: “En el caso de un niño parasitado, aunque consuma su alimento si no está desparasitado los nutrientes van a estar mermados a nivel biológico por la cuestión de que está infectado de parásitos”.

Explican que comer mucho no es comer bien y que para lograr que las familias elijan otras opciones de alimentación la educación es fundamental: “Lo que se necesita es crear conciencia de cuáles son los alimentos que favorecen el estado de salud y cuales son perjudiciales”.

“Por tres pesos más, papas y refresco grande”
Una hamburguesa con carne, tocino, mayonesa, queso americano, papas fritas y refresco significa aproximadamente mil calorías concentradas en poco volumen. La fácil distribución de los alimentos industrializados, los llamados fast food no son alimentos de calidad, aunque sí haya cantidad.

Ante el panorama, explican las académicas, de un fenómeno de mercadeo por valor que ofrece al cliente más cantidad por dinero: “El consumidor se va con esa idea y no hace un proceso de concienciación de lo que está consumiendo. Generalmente nosotros compramos esos combos, jumbos, megas, y lo que hacemos es creer que salimos ganando y que tenemos que consumir todo porque creemos que es una ganga”.

Este proceso de orientación alimentaria no se daba antes porque no había disponibilidad de las comidas rápidas, que son alimentos ricos en grasas, conservadores y sodio, y que generalmente vienen ocultos en el alimento y provocan poca saciedad: “Por eso nos interesa que las familias sepan cuáles deben de consumir y el porqué se dispara el espectro epidemiológico nutricional en obesidad y desnutrición. Y de ahí los casos que en una misma familia convivan la desnutrición y la obesidad”.