|
|
Ausente
la participación ciudadana e indígena, señala
Emilio Gidi
La Ley para Reforma del Estado sería “de las peores
atrocidades jurídicas” del siglo
Alma
Espinosa |
Dudo
que los temas elegidos por el Congreso sean todos los necesarios
para la sociedad mexicana, añadió el ex Rector |
Emilio
Gidi Villarreal, ex rector de la UV, participó en el Coloquio
Entre los Derechos Individuales y los Derechos Sociales |
A
la Ley para la Reforma del Estado le hizo falta considerar dos cuestiones
trascendentales entre los puntos importantes a modificar: la figura
del referendo como una muestra de democracia participativa y la situación
de los pueblos indígenas del país, señaló
el ex rector de la Universidad Veracruzana (UV) Emilio
Gidi Villarreal.
Durante su participación en el Coloquio “Entre los Derechos
Individuales y los Derechos Sociales. Las Constituciones de 1857 y
1917”, organizado por el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales
(IIH-S) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Gidi
expresó que la Ley para la reforma es “de las peores
atrocidades jurídicas a las que nos podríamos enfrentar
en este siglo”, porque el Congreso de la Unión decidió
someter a una ley los temas que van a ser objetos de reforma.
“Esto me parece insólito; además, dudo mucho que
los temas elegidos por el Congreso sean todos aquellos que en un momento
dado la sociedad mexicana pueda considerar necesarios”, comentó.
Gidi Villarreal informó que los cinco grandes temas serán
discutidos con la presencia y voz de los representantes de los Poderes
Ejecutivo y Judicial, pero no tendrán derecho a voto. Los dos
temas que él ve como principales ausentes se han postergado
o evitado en el peor de los casos, como el relacionado con los indígenas.
Recordó que en 2001 el presidente en turno, Vicente Fox, realizó
una reforma “utilitaria” porque “habla mucho de
que se respeta la autodeterminación de los pueblos, que se
respetan los sistemas jurídicos, que tienen autonomía,
pero todas estas declaraciones constitucionales llevan un apellido
y en ese momento la autodeterminación, la autonomía
y esos temas se van al traste”, esbozó.
Respecto de la democracia participativa, dijo que le hubiera gustado
que antes de iniciar “el proceso formalizado y acartonado de
reformas a través de la Ley para la reforma del Estado, se
hubiera incorporado la figura del referéndum en condiciones
de sinceridad. La democracia participativa puede tener un papel importante
en lo que sería la reconstrucción de la plataforma constitucional
de la reforma del Estado”, confió.
Acerca de la posibilidad de que se cambie la Constitución de
1917 o se realice una nueva, el ex Rector dijo que causa hilaridad
los comentarios que dicen que la Constitución no es la misma,
pues claro que no es así porque se ha modificado a la realidad
social que se vive.
Se manifestó a favor de crear una nueva Constitución
con la condición indispensable de que tenga como punto de partida
la Constitución vigente; es decir, “no romper con el
orden institucional porque eso automáticamente daría
al traste con todo propósito de legalidad y respeto a la norma
jurídica”, indicó. Si no se llega a una nueva,
es necesario encontrar aquellos puntos que necesitan ser corregidos
para que sirva de plataforma en un despegue hacia el futuro, que actualmente
no puede lanzarse con la normatividad vigente.
El Coloquio que se realizará hasta el viernes 1 de junio en
el auditorio del IIH-S, contó con la presencia del director
de la Facultad de Derecho, Manlio Fabio Casarín, del director
del Instituto, Martín Aguilar, y de los investigadores Carmen
Blázquez, Sara Luz Quiroz y Manuel Reyna.
Manlio Fabio Casarín aseguró que de las reflexiones
surgidas en las diferentes conferencias arrojarán elementos
de análisis para las eventuales reformas que impactarán
de manera definitiva el diseño institucional. En tanto, Martín
Aguilar resaltó la articulación de los cuerpos académicos
al interior del IIH-S y con los adscritos a la UAM. |
|