Año 6 • No. 269 • Junio 4 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
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Ausente la participación ciudadana e indígena, señala Emilio Gidi
La Ley para Reforma del Estado sería “de las peores atrocidades jurídicas” del siglo

Alma Espinosa

Dudo que los temas elegidos por el Congreso sean todos los necesarios para la sociedad mexicana, añadió el ex Rector

Emilio Gidi Villarreal, ex rector de la UV, participó en el Coloquio Entre los Derechos Individuales y los Derechos Sociales
A la Ley para la Reforma del Estado le hizo falta considerar dos cuestiones trascendentales entre los puntos importantes a modificar: la figura del referendo como una muestra de democracia participativa y la situación de los pueblos indígenas del país, señaló el ex rector de la Universidad Veracruzana (UV) Emilio
Gidi Villarreal.

Durante su participación en el Coloquio “Entre los Derechos Individuales y los Derechos Sociales. Las Constituciones de 1857 y 1917”, organizado por el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Gidi expresó que la Ley para la reforma es “de las peores atrocidades jurídicas a las que nos podríamos enfrentar en este siglo”, porque el Congreso de la Unión decidió someter a una ley los temas que van a ser objetos de reforma.

“Esto me parece insólito; además, dudo mucho que los temas elegidos por el Congreso sean todos aquellos que en un momento dado la sociedad mexicana pueda considerar necesarios”, comentó.

Gidi Villarreal informó que los cinco grandes temas serán discutidos con la presencia y voz de los representantes de los Poderes Ejecutivo y Judicial, pero no tendrán derecho a voto. Los dos temas que él ve como principales ausentes se han postergado o evitado en el peor de los casos, como el relacionado con los indígenas.

Recordó que en 2001 el presidente en turno, Vicente Fox, realizó una reforma “utilitaria” porque “habla mucho de que se respeta la autodeterminación de los pueblos, que se respetan los sistemas jurídicos, que tienen autonomía, pero todas estas declaraciones constitucionales llevan un apellido y en ese momento la autodeterminación, la autonomía y esos temas se van al traste”, esbozó.

Respecto de la democracia participativa, dijo que le hubiera gustado que antes de iniciar “el proceso formalizado y acartonado de reformas a través de la Ley para la reforma del Estado, se hubiera incorporado la figura del referéndum en condiciones de sinceridad. La democracia participativa puede tener un papel importante en lo que sería la reconstrucción de la plataforma constitucional de la reforma del Estado”, confió.

Acerca de la posibilidad de que se cambie la Constitución de 1917 o se realice una nueva, el ex Rector dijo que causa hilaridad los comentarios que dicen que la Constitución no es la misma, pues claro que no es así porque se ha modificado a la realidad social que se vive.

Se manifestó a favor de crear una nueva Constitución con la condición indispensable de que tenga como punto de partida la Constitución vigente; es decir, “no romper con el orden institucional porque eso automáticamente daría al traste con todo propósito de legalidad y respeto a la norma jurídica”, indicó. Si no se llega a una nueva, es necesario encontrar aquellos puntos que necesitan ser corregidos para que sirva de plataforma en un despegue hacia el futuro, que actualmente no puede lanzarse con la normatividad vigente.

El Coloquio que se realizará hasta el viernes 1 de junio en el auditorio del IIH-S, contó con la presencia del director de la Facultad de Derecho, Manlio Fabio Casarín, del director del Instituto, Martín Aguilar, y de los investigadores Carmen Blázquez, Sara Luz Quiroz y Manuel Reyna.

Manlio Fabio Casarín aseguró que de las reflexiones surgidas en las diferentes conferencias arrojarán elementos de análisis para las eventuales reformas que impactarán de manera definitiva el diseño institucional. En tanto, Martín Aguilar resaltó la articulación de los cuerpos académicos al interior del IIH-S y con los adscritos a la UAM.