Próximamente
la Casa número siete José Luis Pérez Chacón,
jefe del proyecto Casas de la Universidad rurales de la Dirección
de Vinculación, explicó que las Casas son escenarios
de vinculación de la UV con el entorno social, específicamente
con comunidades pobres, marginadas.
Informó que hasta el momento se han construido seis Casas de
la UV: Coyopolan, El Manglar, Molino de San Roque, El Conejo, La Chinantla
en el valle de Uxpanapa –en colaboración con el DIF–
y está por concluirse la Casa de Atlahuilco, en la sierra de
Zongolica. La séptima será la de Tlapala, en el municipio
de Totutla.
Alicia Ceja Rivas, coordinadora del proyecto de la casa de Tlapala,
detalló que en esta comunidad son escasos los servicios de
salud, por lo que se consideró desarrollar un proyecto que
involucra la prestación de servicios de médico, nutriólogo,
enfermera, laboratorista, psicólogo, pedagogo, sociólogo
y antropólogo.
La población a la que está dirigido el proyecto es infantil
y juvenil, debido a que el fenómeno de la migración
está presente en la comunidad. Por ello, dijo, la Casa también
ofrecerá talleres para capacitarlos en distintas actividades,
con la ayuda de estudiantes de Arquitectura y del Área de Humanidades.
La comunidad, dijo, dio su visto bueno al proyecto y participará
en la construcción de la Casa, que estará ubicada en
un complejo en el que se encuentran escuelas y un salón social;
además, añadió, también tendrá
al lado un vivero con recursos del Instituto Veracruzano para el Desarrollo
Rural.
La cuestión forestal fue un punto importante a considerar en
el proyecto pues la región presenta altos índices de
deforestación y, como consecuencia, se están perdiendo
especies nativas y se carece del recurso líquido, por lo que
se pretende con el vivero realizar acciones de rescate y reforestación.
Aunque no se tiene fecha precisa para que esté lista la primera
de tres etapas, Alicia Ceja comentó que el presupuesto para
la construcción será proporcionado inicialmente por
el municipio de Totutla, pero seguirán trabajando en el proyecto
para conseguir más dinero, ya que lo asignado por la Sedesol
sólo cubre becas para prestadores de servicio social –que
serán alrededor de 15– y operación del programa.
Más
que un servicio social
Antonio Romero Cárcamo, director de la Facultad de Arquitectura,
comentó que es muy gratificante recibir invitaciones para
participar en este tipo de proyectos de gran impacto social y que
además se hayan obtenido grandes reconocimientos por el gobierno
federal.
Aseguró que los premios hasta ahora obtenidos son un gran
aliciente para los estudiantes y contribuyen a que la facultad continúe
ocupando un lugar destacado entre las instituciones de su tipo.
Esto se refleja en las reuniones nacionales donde los proyectos
y el programa de servicio social de la facultad son tomados como
ejemplo.
Para destacar los beneficios del programa de servicio social, quién
mejor que los propios estudiantes: Erick Herrera López, José
Clemente Vázquez y Valentín Ceba Ambros, del taller
de Diseño arquitectónico de octavo semestre, también
fueron acreedores al reconocimiento de la Sedesol por su participación
en la elaboración del proyecto arquitectónico.
Valentín Ceba comentó que, más allá
del premio, fue significativa la experiencia obtenida durante su
servicio social, pues además de poner en práctica
sus conocimientos de arquitectura, hicieron una gran aportación
a la sociedad, que es finalmente la que sostiene a la UV.
El estudiante Erick Herrera destacó que antes de crear el
proyecto fue necesario tomar en cuenta a la comunidad e integrarla.
José Clemente explicó que también se consideraron
los materiales abundantes en la región y la arquitectura.
Retorno
a la arquitectura autóctona
La Casa de la Universidad de Tlapala tendrá tres secciones.
La primera y la más accesible será la de talleres;
la segunda estará en la parte media y se darán servicios
de salud; la última será el albergue para los jóvenes
de las Brigadas Universitarias de Servicio Social.
Se calcula que la Casa de la Universidad de Tlapala atienda a una
población cercana a las cinco mil personas, que residen en
los municipios aledaños a Totutla, como Progreso y Calcahualco.
Para abundar en los detalles técnicos de la Casa, Luis Montiel
Ortiz, coordinador del sistema constructivo a base de bambú
y académico de la Facultad de Arquitectura, detalló
que se rescataron tecnologías ancestrales para su construcción.
Aseguró que con el tiempo se ha perdido la habilidad para
trabajar con materiales como el bambú. “La humanidad
tiene ocho mil años como constructora y hay pocas cosas que
se pueden innovar si no es atrayéndolas a la actualidad”,
expresó.
Destacó que en los municipios de Totutla y Tlaltetela se
está perdiendo la costumbre de utilizar bambú para
la construcción, por lo que es necesario rescatarla. Esto
como un paliativo para finiquitar la idea errónea que existe
en México de considerar que la modernidad está presente
en las cosas que no son inherentes a nosotros.
Ana María Moreno, una de las coordinadoras del proyecto arquitectónico
en el taller de Diseño, consideró un acierto el material
que se empleará para la construcción, que medirá
600 metros cuadrados de los mil 500 donados por el municipio.
Dijo que con la participación de estudiantes y académicos
se evidencia la necesidad de que la arquitectura sea parte de un
sistema o proyecto integral porque no se puede aislar de las demás
variables como la ambiental, social o económica.
“No podemos hacer un proyecto desde nuestro restirador. Tenemos
que salir, vivir el contexto, asimilar lo que la gente de la comunidad,
coordinadores y autoridades nos pueden aportar para que el proyecto
tenga mayor relevancia”, comentó.
María del Consuelo Gamboa León, también coordinadora
del proyecto arquitectónico, resaltó la importancia
de vincular al alumno con las experiencias reales, lo cual genera
mayor conocimiento por la convivencia con la comunidad y refuerza
su formación académica.
Premio
a planes de desarrollo
Enrique Jiménez Oliva es el coordinador del programa de seguimiento
de planes de ordenamiento urbano local de la zona norte del estado;
también recibió un reconocimiento de la Sedesol. En
entrevista comentó que la comunidad de las facultades de
Arquitectura de todas las zonas de la UV participaron en la elaboración
de 15 planes de desarrollo –de los que 13 fueron aceptados–
con la estrategia de Sedesol denominada 100 por 100, que consiste
en trabajar con el 100 por ciento de las localidades que integran
los municipios.
Detalló que los planes son para los municipios Tehuipango,
Mixtla de Altamirano, Astacinga, Textcatepec, Atlahuilco, Ilamatlán,
Soledad Atzompa, Mecatlán, Zontecomatlán de López
y Fuentes, Tlaquilpa, Xoxocotla, Soteapan y Tequila. Precisó
que en meses pasados también realizaron 13 planes de ordenamiento
en distintas regiones del estado, los cuales también serán
sujetos a un escrupuloso seguimiento. |