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El
modelo historiográfico actual, obsoleto, dice investigador
del INAH
Debe reescribirse la historia de México
David Sandoval
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Existen
dos grandes ausencias en el discurso oficial: la figura identitaria
del indio y las condiciones de vida de los mexicanos: Guy Rozat
Dupeyron |
La
historia de México debe retomar el referente del indio, ausente
desde la época de la conquista, afirmó Guy Rozat
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Guy
Rozat Dupeyron, investigador del Instituto Nacional de Antropología
e Historia (INAH), exhortó a los universitarios a reescribir
la historia ya que no existe una historia de los mexicanos, de sus
condiciones de vida, de sus costumbres, de sus tradiciones, pues considera
que el modelo historiográfico global disponible en la actualidad
es obsoleto, es algo que se gestó como referente identitario
de una sociedad que ya no existe.
El investigador ofreció la conferencia titulada “Cincuenta
años de historiografía en México y Veracruz”,
como parte de la celebración del cincuentenario de la Facultad
de Historia de la Universidad Veracruzana (UV).
“Se debe convencer a la gente de que la historia importa; la
sociedad tiene una demanda de historia pero también tiene la
posibilidad de repensar la historia de México”; esto
impulsaría, manifestó Guy Rozat, para establecer el
papel de la historia en el desarrollo de la nación.
Resaltó que la historia poseerá siempre un sentido político,
dependiendo de quien la escriba y hacia quienes esté dirigida,
“no somos capaces de construir un proyecto político ya
que no se tiene una idea de la dinámica histórica que
ha tenido México”.
Una nueva historia de México no puede dejar fuera las luchas
indígenas, que posteriormente se convirtieron en luchas campesinas,
después en luchas agrarias a finales del siglo pasado y posteriormente
buscaban la reivindicación de la identidad indígena
con el movimiento zapatista, recalcó el investigador.
Debe replantearse el papel de las fuentes históricas de los
siglos XVI y XVII debido a que la figura historiográfica del
indio está ausente, considerando la violencia simbólica
de esta ausencia, producto de la labor de evangelización.
México tendrá que considerar cómo elaborar su
propia historia sin tomar en cuenta esta partición profunda
que se establece en Europa durante el siglo XIX entre lo civilizado
y lo salvaje, como parte de una estrategia política que aplicará
esta historia “erudita”, subrayó Rozat Dupeyron.
Señaló que las tesis de la historia de México,
elaboradas por el equipo coordinado por Luis Villoro en el Colegio
de México, no han cambiado desde su creación en los
años cincuenta cuando se elaboró la obra Historia General
de México.
Un rasgo sintomático en la edición del año 2000
de esta obra es la escasa información sobre la conquista de
Tenochtitlán, donde el referente identitario indio se borra
en el relato, en cinco páginas se condensa desde la llegada
de Hernán Cortés hasta la conquista de la capital azteca,
comentó el académico.
Los universitarios en la actualidad no están comprometidos
con alguna tendencia histórica como ocurrió antes con
el nacionalismo, impulsado por el Estado, ni tampoco tienen el discurso
marxista que prevaleció en Latinoamérica desde los años
setenta del siglo XX; en este punto radica la importancia de hacer
un nuevo planteamiento de la historia nacional. |
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