Año 7 • No. 278 • Agosto 27 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
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Con más de mil retratos
Los Quintos invaden
las calles de Guanajuato

Los Quintos, un colectivo de arte conformado por estudiantes de la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana (UV), llenaron literalmente las plazas, calles, monumentos, fuentes y edificios de la ciudad de Guanajuato con más de mil retratos que improvisaron, tanto de los guanajuatenses que fueron testigo del talento de estos jóvenes veracruzanos como de un recorrido que hicieron en cinco facultades de la UV, en Xalapa.

La separación genérica le dio un toque de singularidad muy propia al Callejón del Beso

En el marco del coloquio de filosofía “Los Horizontes de la Trasgresión”, celebrado en la Universidad Autónoma de Guanajuato, los artistas aprovecharon la afluencia de visitantes a la Alhóndiga de Granaditas donde hicieron que los más de 800 turistas en la parte frontal del edificio encarnaran a los retratados de fechas anteriores, gente de un lugar desconocido para ellos, de otra edad, con otros gestos, totalmente descontextualizados.

Robie Espinoza, Amado Flores, Arturo Tempa, Gerardo Guerrero, Edgarissel Flores y Ericka Monge le dieron a Guanajuato otra dimensión. Y es que el mundo cambia continuamente, lo de ayer ya no es lo de hoy.
“De todo aquello que conservamos, utilizamos ahora el registro para traerlo de vuelta, el mismo registro que queda en las calles de gente que vivió ahí, que viven a través de otros, justo como lo hacen los retratos en manos de otros, por un momento tuvieron vida y participación en un ‘acto’ que ocurre todos los días, en todas partes. ‘Somos bosquejos de otros’, con borrones, con frases que muchas veces ni conocemos”, dicen.

Para Robie, todos vivimos en un tiempo y un espacio determinados, los sitios históricos exaltan acontecimientos de épocas pasadas, de vidas pasadas, de individuos y rostros que por vida y obra legaron en creación e historia el mundo cultural al que pertenecemos muchas veces sin darnos cuenta de ello.

O como dice Amado: “Guanajuato, magistral obra de arte que nos acogió en sus entrañas para homenajear sus más íntimos secretos, secretos que bajo sus piedras tiene guardados con furiosos celos, celos que matan, celos que duelen, de felicidad al correr del tiempo, con ansias de ser testigos de su redescubrimiento”.

La Plazuela de San Fernando, el Callejón del Beso, la Plaza de los Ángeles, la Alhóndiga de Granaditas, los Túneles de los Ángeles, todos sitios históricos que mostraron una nueva fachada: la del artista.

La experiencia, para Arturo Tempa, es un factor fundamental en el desarrollo del ser humano, mientras más experiencias se tengan, las posibilidades se multiplican y en una profesión como ésta se vuelve imprescindible.

“En una sociedad basada en las especializaciones se crean callejones desconectados unos de otros, este proyecto pretende, entre otras cosas, crear vínculos. No importa que yo sea estudiante de Derecho, Administración, taxista o bolero de zapatos, puedo apreciar el arte y viceversa, aunque respetando ese libre albedrío del que mucho se habla pero poco se aplica”, dijo.

“El abrazo completo” fue una instalación en la fuente de la Plaza de los Ángeles de Guanajuato, consiste en una fila de retratos rodeando a la fuente, representa la unión simbólica en comunión con la fuente de agua. “El arco sonrisa” se llevó a cabo en la Plazuela de San Fernando, consiste en una fila de retratos que cierra el oval del Arco en una suerte de arco invertido que juega con la dinámica arquitectónica propia de este tipo de monumentos.

En el Callejón del Beso se aprovechó la afluencia casual de un grupo de visitantes. Las mujeres de un lado y los hombres de otro. La separación genérica le dio un toque de singularidad muy propia de este callejón.

En la Alhóndiga de Granaditas se realizaron dos instalaciones: “La línea”, que consistió en una hilera de retratos pegada en la parte frontal del edificio. Y “Los Caídos”, una remembranza de quienes cayeron en batalla, en la acera de un costado del edificio donde se “tiraron” los retratos de gente que ya no está pero que a través de las imágenes por un instante se vistió de rostros.

En los Túneles de los Ángeles, Los Quintos improvisaron unos tendederos de retratos en memoria de los ausentes que viven en la historia de los túneles: “La idea era exaltar el sentido religioso de un sitio que aparentemente no lo es. En vez de velas fueron faroles de coches los que iluminaron el vaivén de los que por obra siguen ahí”, explicó Robie.

Por otra parte, Amado comentó que los “Garrafones” de Guanajuato fue de lo más improvisado que tuvieron: “Le pusimos rostro a cada garrafón, unos llenos, otros vacíos, otros por vaciarse, unos cerrados, otros abiertos en un conjunto que recordaba a la foto de generación, donde todos se acomodan antes de regresar al trajín del cotidiano”.