Año 7 • No. 278 • Agosto 27 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
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En comunidades marginadas de la zona
Casi 100 universitarios mejoraron la salud de vecinos de Coscomatepec

Alma Espinosa
Emprendieron acciones para mejorar la salud de mil 589 habitantes de tres comunidades marginadas

Los principales problemas encontrados fueron altos índices de bacterias, parásitos, colesterol, triglicéridos, infecciones vaginales, alteraciones hepáticas y prostáticas

Casi un centenar de universitarios, entre estudiantes y académicos, conformaron un amplio frente para realizar el diagnóstico médico de mil 589 habitantes de las comunidades Xocotla, Tenixtepec y Cuiyachapa del municipio de Coscomatepec, el saneamiento básico de lugares de almacenaje de agua y la promoción de actividad física para evitar que niños se droguen y que adultos disminuyan el consumo de alcohol.

Gracias a la disposición, interés y trabajo de los universitarios, las tres comunidades del municipio de Coscomatepec ahora tienen mejores condiciones de salud en comparación con años anteriores en que ocurrían decesos por no contar con un apoyo en esta materia.

Ante la necesidad de revertir las muertes que sucedieron a causa de enfermedades relacionadas con la falta de higiene y medidas preventivas en ese municipio, específicamente en Xocotla –el año pasado nueve personas murieron por rotavirus–, el Gobierno del Estado invitó a los miembros de la Universidad Veracruzana (UV) para desarrollar proyectos enfocados a mejorar la salud y calidad de vida de aquella comunidad.

Mediante la intervención del entonces vicerrector del campus Veracruz-Boca del Río Emilio Zilli Debernardi, acudieron al llamado miembros de las facultades de Bioanálisis, Odontología, Educación Física y el Centro de Estudios y Servicios de Salud (CESS).

El trabajo de vinculación social inició con el programa “Intervención universitaria por la salud” en la comunidad de Xocotla, donde se habían registrado los decesos. De acuerdo con uno de los coordinadores, José Manuel Hurtado Capetillo, se visitó la zona que está a dos mil metros del nivel del mar y está integrada por 20 manzanas dispersas.

Con la primera visita también encontraron que los centros de salud del lugar no pudieron detectar a tiempo y controlar la aparición de enfermedades mortales como el rotavirus. Por ello, el equipo realizó un diagnóstico inicial que permitió encontrar tres problemas prioritarios: serias enfermedades diarreicas, mortalidad infantil y mortalidad materna. Con base en esta información se propuso un programa de saneamiento básico y diagnóstico de salud de todos los habitantes de la zona.

El programa de intervención por la salud también involucró el trabajo con niños, mujeres embarazadas y adultos mayores de las tres comunidades. Se les hicieron estudios de laboratorio, se les ofrecieron servicios de odontología y enfermería, y se les invitó a realizar actividades físicas.

El MEIF, más allá del aula
La oportunidad de trabajar en el municipio de Coscomatepec permitió a tres académicos integrar algunas ideas de trabajo con la comunidad que se tenían previamente. Uno de ellos fue José Hurtado, quien explicó que los alumnos de las experiencias educativas Proyectos de investigación y Experiencia recepcional se integraron al programa y cuyo resultado fue la creación de 23 proyectos de investigación.

Informó que el total de alumnos participantes fue de 50 de Bioanálisis y 60 de Odontología. Todos tuvieron la oportunidad de participar en, por lo menos, un proyecto de investigación, desarrollarlo como un trabajo recepcional y cumplir con su servicio social. Estas acciones pudieron coordinarse y trascender en un incremento de los índices de titulación gracias a la estructura del Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF).

María del Refugio Salas Ortega, directora de la Facultad de Bioanálisis, reconoció que es difícil romper con un esquema tradicional de enseñanza para trasladarlo a un esquema real porque implica más tiempo del académico y actividades extra aula. Sin embargo, en la Facultad ha encontrado respuestas satisfactorias en un grupo de académicos, quienes trabajan con el MEIF e impactan los indicadores institucionales.

El beneficio para el estudiante al participar en este tipo de programas como el desarrollado en Coscomatepec, explicó, es que confronta sus conocimientos en un contexto real, acelera su titulación, contribuye a reducir los índices de reprobación y obtiene más experiencias que le ayudan a competir por un lugar en el campo laboral y en los posgrados.

Éste es el caso de un estudiante de Bioanálisis, que fue uno de los cinco seleccionados para cursar un posgrado en Biomedicina en la Universidad Autónoma Metropolitana. Por su experiencia y trabajo en el programa de intervención, los investigadores que lo entrevistaron consideraron que tiene todo lo necesario para cursar con éxito el posgrado y conocimientos superiores para compartirlos.

La colaboración de estudiantes, pero sobre todo de académicos, es lo que cuenta para que sea exitosa esta experiencia de vinculación social. El estudiante tiene las facilidades para desarrollar y concluir su trabajo recepcional, el académico obtiene una constancia para el programa de desempeño académico, y la comunidad se beneficia con el servicio que proporcionan los universitarios. Así, todos ganan.

Para ampliar la información sobre la importancia del MEIF en el éxito de este programa, la secretaria académica de la Facultad, Martha Lilia León Noris, dijo que el modelo contempla el perfil de egreso de los jóvenes con características acordes a las competencias que puede tener el profesionista, por lo que se consideró un acierto trabajar con las comunidades marginadas.

Detalló que no sólo participaron jóvenes de los últimos periodos, también estuvieron presentes los de reciente ingreso, ya que la finalidad era generar conocimiento y compartirlo con la sociedad. Además de desarrollar proyectos de investigación útiles para los habitantes de las comunidades, comentó, los resultados han sido expuestos en congresos nacionales e internacionales, como en el caso del presidente municipal de Coscomatepec que llevó la información a un congreso efectuado en Nicaragua.

Por la UV, Briseel Guadalupe Garcés Domínguez participó en el Congreso Nacional de Química Clínica que organiza cada año la Federación Nacional de Colegios de la Química Clínica. Entre un centenar de ponencias de reconocidos investigadores, académicos y profesionales, fue elegida la suya por la trascendencia del trabajo realizado en las comunidades.

En entrevista, Briseel Garcés expresó que en el programa de intervención encontró una gran oportunidad para apoyar a la gente con sus conocimientos, al mismo tiempo que concluyó su carrera. Destacó que el MEIF sí es un buen modelo, pero es el estudiante quien debe tener mucho valor, ética, entereza y empeño para que las cosas sean como él quiere.

Llamó a otros universitarios a que se involucren en estos programas porque no se aprende ni se conoce lo mismo que cuando se quedan en el aula. “Ahí no se aprende qué hacer cuando los niños patalean y gritan o cuando un adulto se desmaya al momento de tomar muestras. Tú tienes que tomar las decisiones para que el paciente obtenga lo que necesita”.

Los resultados

Para dar a conocer los resultados de un intenso trabajo de un año y que todavía continúa, una comisión representativa de los participantes en el programa realizó una presentación al rector, Raúl Arias Lovillo, y a integrantes de la administración universitaria.

José Hurtado informó que participaron dos directores de facultades, dos secretarias académicas, seis profesores de tiempo completo, un investigador de tiempo completo, una coordinadora de Odontología, cuatro técnicos académicos, dos enfermeras, un médico, y, desde luego, los estudiantes.

El equipo determinó que la aparición del rotavirus se relacionó con el agua, por lo que se hicieron pruebas físicas, químicas y microbiológicas. El 46 por ciento de las muestras tomadas en los nacimientos, tomas y lugares donde se almacena el vital líquido, reveló que está contaminado con las bacterias escherichia coli, proteus, salmonella y klepsiella.

A las mujeres embarazadas (348), niños (859) y adultos mayores (382) se realizaron estudios como biometría hemática, química sanguínea, examen general de orina, coproparasitoscópicos, exudados vaginales, urocultivos y baciloscopías. En el caso de las mujeres de Xocotla los resultados de los estudios determinaron la aparición de un alto porcentaje de anemia, seguido por hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia; los exudados vaginales mostraron microorganismos patológicos y bacterias.

Los resultados se reportaron al DIF y al ayuntamiento para trasladar a las mujeres a clínicas y someterse a un tratamiento, con lo cual se redujo considerablemente el número de muertes. Cabe destacar que el promedio de hijos por familia es de ocho y llega hasta 16, lo que indica toda una vida fértil, por lo cual debía ser atendida la salud de las mujeres.

Altos porcentajes de colesterol y triglicéridos también se encontraron en niños de uno a 12 años, además de ácido úrico, anemia y glucosa alterada; asimismo, los exámenes de sangre mostraron la presencia de más de dos parásitos en 70 por ciento de los niños de Xocotla y la mitad indican contacto agudo con salmonella.

En este caso también se trabajó con miembros de la Facultad de Educación Física, quienes integraron a los niños a actividades que les diera una alternativa, sobre todo a los de cuatro y cinco años que se drogan al inhalar barniz de uñas, comentó el académico. La actividad física también estuvo presente en los adultos mayores, con la finalidad de ocupar su tiempo, fomentar la convivencia y disminuir la presencia del alcoholismo.
A los adultos mayores de Xocotla se les detectaron alteraciones de glucosa que en algunos casos se relacionaron con diabetes. Aunque en menor porcentaje, se encontraron índices de anemia, colesterol, triglicéridos, alteraciones hepáticas y prostáticas.

Los resultados de la revisión odontológica para los tres casos fueron similares. Se encontró que 100 por ciento de los niños y mujeres embarazadas y 95 por ciento de adultos mayores tienen placa dentobacteriana. Todas las mujeres tienen sarro y 91 por ciento gingivitis. El 97 por ciento de los niños tienen caries y 78 por ciento sarro. De la revisión realizada a adultos se encontró que todos tienen caries y sarro y 90 por ciento de la población de Xocotla sufre de pérdidas de piezas dentales. Los resultados de las revisiones de los habitantes de Tenixtepec y Cuiyachapa fueron similares.