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Nuevo
número de Tramoya
La posibilidad de la imaginación renovada
Gina Sotelo |
Ya
está circulando el nuevo cuaderno de teatro Tramoya, que en
su número 92 es editado gracias al esfuerzo conjunto de la
Universidad Veracruzana (UV) y el Centro Veracruzano de las Artes
Hugo Argüelles bajo el nombre de Nueva vena teatral, pues en
él aparecen nuevos autores mostrando rasgos individuales, fuertes
y decididos; es un grupo nuevo que está aportando una visión
al universo y que Tramoya los presenta con satisfacción y orgullo.
Las obras que integran el volumen son el resultado de una cátedra
donde se fue formando un concepto general de lo que es la dramaturgia;
se trata de la Cátedra Nacional de Dramaturgia “Emilio
Carballido”, que surge en el 2006 como un reconocimiento a la
relevante contribución del dramaturgo veracruzano al desarrollo
del teatro mexicano a través de sus obras.
Asimismo, es un homenaje permanente a su obra, a su trayectoria, a
su impulso a la creación a través de la letra y la palabra.
Ocho obras provenientes del trabajo, creatividad y talento de cuatro
nuevas voces; las obras están esperando subir a los escenarios
para ver reflejada a la sociedad veracruzana ante el universo.
Participan Carlos Vigil, quien muestra un talento claro y fuerte;
sus obras muestran una visión distinta y es un dramaturgo con
un visible porvenir. Presenta Vecinos (cuatro textos breves), Él
o yo, Eloy, La noche que me quieras y Aires de noviembre. Desde 1988
ha participado en la actividad teatral que se realiza en el puerto
jarocho como actor de numerosos montajes, y desde 1977 como fundador
y director del grupo Teatrando.
Daniel Domínguez es otro peso en la balanza. Crea obras curiosas
que revelan visiones nuevas y comprometidas. Presenta De olvido y
De metamorfosis y sanciones –El homeópata, Mediterráneo
y Mal de oído–. Tres escenas que componen esta obra sin
orden preestablecido, pero por necesidades obvias aparecen impresas
en uno de los posibles órdenes de representación, aunque
el autor deja al grupo teatral la total libertad de establecer el
que consideren más conveniente de acuerdo con su puesta en
escena.
Es un teatro pensado para lograr eficacia escénica con economía
de actores, escenografía mínima, generosa imaginación,
para lograr así hacer cambios de escena rápidos y fluidos.
La sanación son los móviles que les confieren unidad.
Es maestro en literatura mexicana por la UV, su tesis se ocupa del
análisis de La hija de Rappaccini, la única obra teatral
por Octavio Paz.
Exequiel Lavandero Pascal es un chileno radicado en Veracruz que aún
se le nota la fuerza de sus raíces, siempre con un pedacito
en su tierra; presenta Encuentros no tan casuales (O lo importante
es el encuentro).
El orden de presentación de cada uno de los encuentros puede
ser distinto, el desorden de los factores no altera el producto. Exequiel
estudió actuación en la Escuela de Teatro de la Universidad
de Chile; posgraduado en dirección teatral en la Universidad
Católica de Chile.
Marisol Flores entrega una obra excelente que se puede analizar y
sentir: Una noche sobre un fondo de Piazzolla. Es inteligente y nos
muestra con un lenguaje crudo una situación límite;
es egresada de la licenciatura en Literatura dramática por
la Universidad Nacional Autónoma de México.
Además, se incluye el texto Un recuerdo de María Luisa
Algarra, de Emilio Carballido. Bajo la dirección de su fundador,
el maestro Carballido, la subdirección de Héctor Herrera
y con portada de Alfredo Ayala, Tramoya recibe correspondencia y suscripciones
al apartado postal 318 en Xalapa, Veracruz. Al teléfono 817-29-54
y en la dirección electrónica www.uv.mx (Difusión
y Extensión/Publicaciones/Tramoya). |
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