Tomo
hoy las palabras del rector de la UV, Raúl Arias Lovillo, expresadas
en la toma de protesta de nuevos funcionarios universitarios, para
iniciar este artículo. «Una
de las grandes limitaciones del país y de Veracruz es la
mediocridad en el tema de la competitividad de la economía
nacional. Si alguna vez queremos liquidar la ominosa desigualdad
en la distribución de la riqueza, que es el cáncer
de México, se debe fortalecer esta competitividad»
En ese
contexto señaló que la pequeña y mediana empresa
(PYMES) debe ser la base sobre la cual descanse el desarrollo de
nuestro estado, dejando así clara la importancia que ellas
tienen y lo fundamental que resulta la vinculación de nuestros
egresados con ese sector.
Sobre este tema hagamos algunas reflexiones.
Iniciemos identificando a este sector empresarial de acuerdo con
los parámetros que para el efecto ha determinado la Secretaría
de Economía y que se basa en el número de personas
que emplean, así, diremos que la micro empresa es aquella
que ocupa de uno a 15 trabajadores incluyendo a los dueños
y familiares; la pequeña será aquella cuyo número
de personal oscila entre 16 y 100 y; la mediana es la que emplea
entre 101 y 250.
De ellas podríamos decir que contribuyen con más del
70 por ciento de los empleos de nuestra economía pero que,
sin embargo, su contribución al PIB no llega al 10 por ciento.
Digamos también que este tipo de empresas pareciera que nacieron
marcadas para sufrir y fracasar, desde sus inicios la aquejaron
muchos factores negativos tales como la falta de planeación,
el aislamiento en que sobreviven, sus dueños y su personal
suelen ser ajenos a la administración del giro del negocio,
sus técnicas y procedimientos son obsoletos, casi siempre
viven con recursos insuficientes, su comercialización generalmente
en manos de intermediarios.
Viven también ignorantes de los apoyos financieros y fiscales
que en raras ocasiones les ofrecen las instituciones financieras
y las leyes fiscales, no son sujetos de crédito, carecen
de la asesoría especializada que pudiera servirán
de soporte para aliviar algunos de sus males, se mantienen aisladas
y evaden cualquier esquema de integración, no tienen conciencia
de la importancia de la calidad y presentan una ausencia total de
cultura administrativa.
Estas, entre otras muchas complicaciones que dificultan su desarrollo,
combinadas con la poca efectividad de los planes y programas gubernamentales
de apoyo para este tipo de empresas, parecieran estar presagiando
su extinción, sin embargo, su desaparición traería
como consecuencia, la desaparición del sistema mismo, por
lo que su rescate resulta una tarea urgente y seguramente conciente
de ello es que el rector de la UV nos ha invitado constantemente
a ser los universitarios los primeros en participar en esta tarea.
La labor puede empezar por entender que la competitividad debe formar
parte de la cultura de nuestro país y ésta debe pernear
a todos los ámbitos.
Para ello, el gobierno tiene entre otras, la función de promover
la formación de sectores económicos competitivos,
buscando el aprovechamiento de las vocaciones regionales, por ejemplo:
desarrollar mercados de factores eficientes que faciliten la formación
de cadenas productivas en la que las PYMES sean parte fundamental;
convertirse en ejemplo de eficacia y eficiencia y mantener un sistema
de derecho confiable y objetivo; mantener la estabilidad macroeconómica
y las buenas relaciones internacionales; una población educada
y sana; propiciar el manejo sustentable del ambiente; dotar de la
energía, las comunicaciones y en general la infraestructura
requerida para el cambio.
Pero ningún esfuerzo del gobierno bastaría si no es
acompañado de la correspondiente participación del
sector empresarial a quien corresponde lograr productos de calidad
que satisfagan y encanten a los clientes.
Recordemos aquellos eventos y promociones que se organizan para
promover el consumo de productos veracruzanos, hay uno en especial
que se llama «Consume lo que Veracruz produce» ¿recuerdan?
Y ¿cuántas veces no decimos sí pero eso está
feo y caro?
Y dicen las amas de casa: «Claro que a mi me gustaría
siempre consumir productos de mi Estado para apoyar la economía
de los PYMES, pero y mi economía ¿quién la
apoya?»
Entonces yo digo que la promoción a los empresarios debería
decir también Produce lo que Veracruz Consume y hazlo de
tal forma que le convenga también a su economía.
Los elementos internos que yo considero fundamentales para el desarrollo
de las PYMES serían: diseñar una tecnología
que les permita mantener un estándar en los atributos del
producto, de acuerdo a las expectativas de los clientes; buscar
la reducción de los costos; respetar siempre el valor de
la mano de obra y alentar e incentivar la participación de
todos los miembros de la organización; propiciar la innovación
que haga más atractivo y útil su producto buscando
que encante a los consumidores. Calidad e innovación para
decirlo en 2 palabras.
Claro, el sector financiero tiene una parte fundamental en este
juego, a ellos les corresponde encontrar esquemas de financiamiento
adecuados a las necesidades y posibilidades de las empresas. Para
nadie es sorpresa que los créditos que han recibido, en lugar
de ayudar a su situación financiera, en muy poco tiempo se
convirtieron en cargas muy altas de operación, teniendo que
destinar muchos de sus ingresos al pago de excesivos intereses.
La banca de desarrollo Nafin, Bancomex, etcétera, tienen
en sus manos el destino de todas estas empresas, es vital, la formulación
de un programa de desarrollo integral para la micro, pequeña
y mediana empresa, creando las infraestructuras necesarias así
como la asesoría financiera que les permita el desarrollo
de proyectos rentables.
Finalmente como una consecuencia directa del poco recurso que se
destina a la investigación y por la situación tan
precaria en la que se desenvuelve la pequeña industria, no
es lógico pensar que ellas van a producir su tecnología,
lo que se debe hacer es pugnar por la integración formando
alianzas que mejoren su situación competitiva y buscar la
participación de las instituciones de educación superior
que pueden apoyar con ideas creativas y soluciones acordes.
En nuestro estado ya se han realizado proyectos importantes de apoyo
a la cultura y desarrollo de las PYMES que, desafortunadamente,
no han tenido la continuidad pertinente y se han perdido en el marasmo
de la burocracia.
Es sumamente importante que la Universidad Veracruzana haya decidido
retomar el liderazgo en este redimensionamiento de las PYMES lo
que seguramente redundará en el beneficio social y que cumple
de manera cabal, con la misión de nuestra casa de estudios.
Enhorabuena pues a este trabajo y yo mientras tanto, seguiré
esperando sus comentarios en el correo electrónico otflores@uv.mx |