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A
través del Programa Universitario de Formación de
Lectores
Toda la fuerza de la UV a favor de la lectura
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Juan
Carlos Plata |
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Toda
vez que leer –como sostiene el escritor español Antonio
Muñoz Molina– es el último acto soberano que nos
queda y que un país que lee poco –de acuerdo con otro
español, Fermín Bocos– es más vulnerable
al engaño, la Universidad Veracruzana (UV) ha puesto toda su
fuerza a favor de la lectura.
A través del Programa Universitario de Formación de
Lectores 2007, la UV ha desplegado –con estrategias concretas
que impacten no sólo a la comunidad universitaria sino a la
sociedad en general– un amplio frente para multiplicar el número
de lectores tanto en el seno de la institución como en todo
el estado.
En los últimos 25 años se ha hecho patente en el mundo
la necesidad de que, más allá de quedar alfabetizada,
la población se haga lectora. Un lector es alguien que además
de leer y escribir por razones prácticas –estudiar, trabajar,
informarse, cumplir con sus obligaciones– lo hace por voluntad
propia, por el gusto de hacerlo, con frecuencia.
En América Latina, la lectura ha sido un tema mencionado por
gobiernos y organismos internacionales como la llave a mejores condiciones
de vida en una sociedad cambiante, marcada por la globalización
y el desarrollo de la tecnología.
De acuerdo con Luis Bernardo Peña, subdirector de Lectura del
Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina
y el Caribe (CERLAC), se asume que una sociedad lectora sienta las
bases para la consolidación de espacios de participación
social, incremento de la productividad, el desarrollo económico
y el ejercicio responsable de los derechos políticos y sociales.
En este contexto, los universitarios son una comunidad con características
especiales al abordar el tema de la lectura. Son el grupo con mayor
escolaridad, el que más tiempo ha pasado entre libros, lo que
implica leer y escribir con un fin práctico; el que tiene un
mayor acceso a la documentación y a la tecnología. Es
natural que sean el sector con mayores índices de prácticas
lectoras, según lo muestran los estudios nacionales.
De acuerdo con los lineamientos del programa de la UV, “formar
lectores es un propósito ambicioso, que implica un programa
continuo de acciones concretas, viables, e inmediatas, en todos los
espacios de la UV, que posibilite a la comunidad universitaria percibir
a la escritura y a la lectura con otro sentido; y en la que el reto
mayor y más importante es lograr un cambio de actitud y de
hábitos entre los universitarios, y convencerlos de que su
influencia hacia el resto de la comunidad puede ser ilimitada”.
El principal objetivo del programa es acercar, a partir de la comunidad
universitaria, al mayor número de personas a prácticas
de lectura que vayan más allá de los fines utilitarios.
En primera instancia se pretende llegar a la comunidad universitaria,
pero a partir de ella llegar a las familias de los estudiantes, trabajadores,
académicos y funcionarios, a las comunidades en las que trabajan
las Brigadas de Servicio Social y el Voluntariado de la UV y, en general,
a todos los sectores con los que se puedan establecer acciones concretas.
Para estos propósitos, se diseñaron cuatro estrategias
fundamentales: Evaluación y seguimiento –que incluyó
la realización de una encuesta de hábitos de lectura
entre la comunidad universitaria–; Comunicación y promoción
–con una barra de lectura en Radio UV; la página Web
Lectores y lecturas (www.uv.mx/lectores), recién inaugurada;
y animación a la lectura desde los medios impresos–;
Formación de lectores –con promoción de lectura
en la facultades, entre trabajadores, como estrategia de vinculación
social, implantación de estrategias de formación de
lectores en el Área de Formación Básica General–
y Leer la producción editorial universitaria –programas
de presentaciones, concursos y difusión–. |
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Realiza
UV la primera encuesta del país sobre lectura en la Universidad
La UV también se constituyó en la primera universidad
del país en realizar una encuesta sobre lectura en el seno
de la propia institución. Denominada Encuesta sobre Prácticas
Culturales y Lectoras en la Universidad Veracruzana (2007), se trató
de un estudio diagnóstico que se llevó a cabo para
conocer las prácticas culturales y lectoras de la comunidad
universitaria, de manera que se cuente con una base para diseñar
programas de fomento cultural y de la lectura, con información
que permita valorar los avances que se logren en estos terrenos.
En su diseño, la encuesta tomó en cuenta el modelo
de la Encuesta Nacional de Lectura (ENL) realizada en 2006 por el
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), con el
respaldo de la UNAM, la SEP y el CERLALC, con el propósito
de que sus resultados sean comparables con otros estudios semejantes
en México y en el mundo.
Tal ejercicio consistió en un cuestionario de 119 preguntas
que fue respondido por 368 académicos, 792 estudiantes, 193
empleados, 86 funcionarios y 58 bibliotecarios, de los cinco campus
de la UV. Algunos de los resultados más relevantes, se enumeran
a continuación:
Aproximadamente nueve de cada 10 universitarios aseguró leer
libros. Principalmente de temas científicos, enciclopedias,
textos escolares
y novelas.
Más de 95 por ciento dijeron que han leído menos de
diez libros en el último año (sin tomar en cuenta
los relacionados con la escuela o el trabajo).
Los universitarios de entre 50 y 64 años son los que tienen
mayor porcentaje (38 por ciento) en cuanto a lectura de literatura.
Por ocupación, el personal académico es el que más
lee literatura (35 por ciento).
Siete de cada 10 universitarios dicen leer periódicos. Los
periódicos más leídos son los diarios nacionales
(69 por ciento), mismo porcentaje de los lectores del periódico
UniVerso de la UV; quienes más lo leen son personal académico
(81 por ciento) y los funcionarios (83 por ciento).
Siete de cada 10 universitarios dicen leer revistas (el porcentaje
de menciones es mayor en los rangos de edad de 25 a 34 y de 50 a
64 años y es notorio que las menciones aumentan conforme
es mayor el nivel socioeconómico).
Las revistas más leídas son las científicas
(56 por ciento), seguidas por las de entretenimiento (53 por ciento).
El personal académico es el que declara el mayor porcentaje
(73 por ciento) de lectura de revistas científicas.
Los universitarios reportan, como respuesta predominante, que leen
en todos los días de la semana. La noche es el tiempo preferido
(51 por ciento) y los periodos vacacionales sobresalen (50 por ciento)
entre las demás temporadas del año.
Nueve de cada 10 entrevistados dicen leer en su casa y 7 eligen
la recámara como el lugar donde acostumbra hacerlo.
Más de la mitad de la comunidad universitaria declara que
le gusta leer, pero al mismo tiempo, más de la mitad argumenta
que no lee porque no tiene tiempo.
El principal motivo para no leer es que encuentran más interesantes
la televisión, la Internet y los videojuegos; y el segundo
motivo fue el alto costo de los libros.
Más de la mitad de los entrevistados dijeron que compran
los libros que leen; la forma de conseguir un libro es en su mayoría
en librerías (49 por ciento), seguido del préstamo
de algún conocido (26 por ciento) y sólo 18 por ciento
acude a bibliotecas.
Más de la mitad de los universitarios mencionan haber comprado
entre uno y cinco libros el último año.
Nueve de cada 10 universitarios han acudido a una biblioteca y los
que dicen no ir argumentan que es debido a la falta de tiempo. Acuden
a las bibliotecas para la consulta de libros (94 por ciento), de
revistas (22 por ciento) y para usar la Internet
(17 por ciento).
95 por ciento de los entrevistados dijeron usar la computadora;
de éstos, siete de cada 10 manifestaron usarla en primer
lugar para trabajar, luego para informarse y para hacer la tarea.
Cinco de cada 10 aseguraron utilizarla para distraerse y estudiar.
El lugar donde más la utilizan es el trabajo, seguido de
la escuela y la casa.
La comunidad universitaria declaró que en su tiempo libre
prefiere, en primer lugar, ir al cine. En segundo, escuchar música
y en tercero la lectura de libros.
Siete de cada 10 entrevistados dicen haber aprendido a leer entre
los 5 y 7 años de edad, aunque sólo 34 por ciento
recuerda el estímulo directo de los padres. De adolescentes,
dos de cada 10 mencionaron que la motivación provenía
de sus padres y el 15 por ciento dijo que de sus maestros.
La etapa en que se dice haber leído más es entre los
14 y los 25 años, (69 por ciento).
La mitad de los universitarios dicen entender mucho lo que leen
y que no leen rápido ni lento. Asimismo, el 40 por ciento
considera fácil el acto de leer; seis de cada 10 valoran
como buena su capacidad lectora; 47 por ciento dicen leer los libros
completos.
Nueve de cada 10 dicen tener libros en su casa, de los cuales sólo
uno de cada 10 es de literatura. El número de volúmenes
más frecuente es de uno a 49.
A la pregunta abierta:¿Cuál es su opinión sobre
la colección Biblioteca del Universitario?, los universitarios
respondieron, principalmente, que es un proyecto importante para
crear hábitos de lectura en los estudiantes, que tiene buenos
títulos y son muy interesantes. Y a la pregunta: ¿Qué
acciones propondría para mejorar las prácticas de
lectura en la comunidad universitaria?, respondieron que es necesaria
la promoción de talleres y círculos de lectura y la
promoción de ferias de libro en los cinco campus. |
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Comité
Editorial
Para el impulso de todas estas actividades se conformó un consejo
editorial que encabeza el escritor, traductor, editor, y miembro de
la Academia Mexicana de la Lengua, Felipe Garrido.
Nacido en Guadalajara en 1942, es licenciado en Letras por la UNAM,
institución de la que también ha sido académico.
Fue director general de Divulgación en la SEP, jefe de producción
del Fondo de Cultura Económica, director de Literatura del
INBA.
Garrido publicó en la Editorial de la UV el libro de cuentos
La urna, varios cuentos en la revista La Palabra y el Hombre; además
del guión de televisión El paso del cometa, en la revistas
Tramoya. |
Lo
acompañan en el consejo editorial la periodista cultural, crítica
literaria y académica de la UV, Celina Márquez; la periodista,
articulista, maestra en Literatura Mexicana, Judith Guadalupe Páez
Paniagua; así como las académicas Andrea Leticia Ramírez
Campos y María Cristina Triana Cortina. |
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