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Alejandro
Ricaño, atento observador de la condición humana
Obtiene egresado de la UV
importante beca en España
Gina Sotelo
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Escribirá
un díptico dramático que pueda escribirse, leerse y
representarse simultáneamente |
A
sus 23 años Alejandro Ricaño, egresado de la Facultad
de Teatro de la Universidad Veracruzana (UV), va a cumplir el sueño
de cualquier escritor: vivir para trabajar sin tener que trabajar
para vivir. Gracias a la beca de la Fundación Antonio Gala,
en octubre realizará una estancia de nueve meses en una suerte
de monasterio en Córdoba, España.
El trabajo del joven dramaturgo estará presidido por la libertad.
No habrá profesores que dirijan su actividad, sino que recibirá
eventualmente la visita de creadores ya consagrados que le orientarán
y aconsejarán. Uno de los pilares de la Fundación estriba
en fomentar la convivencia entre los residentes y enriquecer cada
uno su propia disciplina con la de los demás.
Es esta “fecundación cruzada”, de la que habla
Antonio Gala, la que debe presidir la vida diaria: los jóvenes
se reúnen al final de la jornada para explicar sus avances,
sus dudas, compartir sus experiencias y enriquecerse recíprocamente.
De esta forma, el escritor aprende del músico, el músico
del escultor, el escultor del pintor, y así sucesivamente.
Alejandro Ricaño convivirá con otros 16 jóvenes
menores de 25 años, la mayoría españoles, un
chico uruguayo, otro hondureño; él es el único
mexicano.
Escribirá un díptico de metaficciones. Dos textos dramáticos;
ambos tratarán de alguien que escribe sobre alguien que escribe.
Los personajes en los dos textos serán, de alguna manera, los
mismos.
“Para ello quiero construir dos estructuras independientes de
puesta en abismo con tres niveles de narración que se entrecrucen
en el segundo nivel; es decir, que el personaje central del primer
texto que construya la metaficción, sea el personaje de la
metaficción que construya el personaje central del segundo
texto, y viceversa. Como unas matrioshkas rusas donde al final la
muñeca más pequeña acabaría comiéndose
a su vez a la muñeca más grande.”
Materializando un poco la idea –explica Alejandro– la
estructura quedaría más o menos así: Un escritor
advierte en un vagón del metro a alguien idéntico a
sí. Se acerca a él, y después de un par de preguntas
y muchas insólitas coincidencias, deduce aterrado que se trata
de sí mismo. En ese momento recuerda que lo que escribió
por la mañana fue que su personaje escribía que alguien
se encontraba a sí mismo en un vagón del metro, descubriendo
así que lo que escribe que escribe su personaje, se materializa
en su mismo plano espacio/temporal.
En el segundo texto, un personaje escribe que alguien se encuentra
a sí mismo en un vagón del metro, que a su vez escribe
sobre alguien que escribe que alguien se encuentra a sí mismo
en el metro. En ese momento escucha ruidos en su departamento, registra
las habitaciones y encuentra a alguien idéntico a él
escribiendo en su recámara.
“Hay escritores localistas que sus obras sólo ocurren
en el DF, pero no sólo eso, sino que ocurren en Iztapalapa,
pero van más allá, ¡ocurren en su calle! Lo que
yo trabajo es más accesible para alguien de cualquier país
porque mi lenguaje es más universal”, dice Alejandro.
Esta forma de escribir le ha representado serias críticas.
Sus obras no son ni contemporáneas y son tiempos y circunstancias
que no conoce, él responde: “¡Pero quién
vive lo que escribe! Tendrían que meter a la cárcel
a Agatha Christie por ser asesina en serie. Si escribiéramos
sobre lo que vivimos, las obras serían aburridísimas,
no pasaría nada. Yo prefiero escribir de otras épocas
porque ésta no me dice nada”.
Alejandro Ricaño es dramaturgo, actor, director y ensayista.
Actualmente dirige la Compañía de Teatro Nuevo Veracruzano
y coordina un círculo de dramaturgia en la Facultad de Teatro.
Fue fundador y editor de la revista Teatro Orgánica.
Entre sus obras publicadas se encuentran Un torso, mierda y el secreto
del carnicero. Su obra La constante sospecha de un hombre fue estrenada
en Budapest en el Festival de la Cultura Mexicana y ha sido representada
en distintas partes del país.
Publicó la Antología de Nuevos Dramaturgos de Veracruz
en el Fondo Editorial Tierra Adentro; forma parte de la Antología
Jóvenes creadores-FONCA con la obra Riñón de
cerdo para el desconsuelo y ha escrito más de una decena de
ensayos sobre teatro y literatura. |
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