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García
Ponce no sólo era
erotismo, también romance
Alma Espinosa
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La
tregua de Mario Benedetti es una obra que muestra al hombre colmado
de miedos |
La
obra del escritor mexicano Juan García Ponce ha sido estudiada
casi siempre bajo la perspectiva del erotismo, pero Diana María
Martín del Campo Flores, quien realizó una estancia
en el Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias
de la Universidad Veracruzana (UV), exploró la vertiente romántica
en la novela La presencia lejana. |
Diana
María Martín del Campo Flores realizó una
estancia en el Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias
de la UV
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Aldo
García Ávila presentó el tema “El miedo
como desencadenador de acciones en La tregua de Mario Benedetti”.
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Proveniente
de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), Diana Martín
explicó que en esta novela el erotismo no es tan marcado; en
cambio, existe una atmósfera de amor, romance, enamoramiento
que jamás se ha dimensionado en su plenitud, por lo que lo
eligió como tema para estudiar.
Durante su exposición en el marco del Segundo Seminario del
Verano de Investigación de la UV, dijo que durante el desarrollo
de la novela ella percibía que existía un romance, sin
que jamás se mencionara una palabra al respecto, por lo que
consideró conveniente estudiar la configuración de las
isotopías que se utilizan en el texto para hablar del amor
entre los personajes.
Para explicar la configuración de las isotopías, comentó
que analiza cómo se van ordenando los elementos que guían
al lector hacia un trasfondo, que en este caso es el amor. Basada
en las teorías de Algirdas Julien Greimas, encontró
isotopías en las descripciones estéticas del cambio
de atmósferas mediante adjetivos, la comparación y los
recuerdos.
Otro estudiante de la UAA que también realizó su estancia
de investigación en el Instituto gracias a la Academia Mexicana
de las Ciencias fue Aldo García Ávila, quien presentó
el tema “El miedo como desencadenador de acciones en La tregua
de Mario Benedetti”.
Además de las preocupaciones políticas de Benedetti
reflejadas en la novela, Aldo García aseguró que el
autor impregnó un halo de temor en el personaje principal,
Martí Santomé, quien tiene muchas dudas a partir de
que enviudó muy joven y se quedó con sus tres hijos.
Esto lo hace asumir una postura a la defensiva y de miedo que determinan
su comportamiento ante las nuevas problemáticas que le tiene
preparada la vida.
Un conflicto es la llegada de su jubilación, estrechamente
relacionada con juicios políticos y de carácter burocrático.
Justo en ese momento se manifiestan los primeros temores, miedos,
reticencias, negaciones y confirmaciones. Luego llega Laura Avellaneda,
quien le despierta nuevamente dudas y se ve ante la negación
de la propia felicidad porque no disfruta de su relación. El
miedo tiene su punto climático cuando reclama a Dios por los
conflictos que se le presentan y la muerte de Avellaneda. |
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