Año 7 • No. 281 • Septiembre 17 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
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  Plantea investigación de la UV
Puede obtenerse fibra
del bagazo de caña
El proyecto busca aprovechar este producto de la caña que es usado como forraje y combustible, apuntó Rubí Viveros, estudiante de la maestría en Ciencias Alimentarias del Instituto de Ciencias Básicas
Una alternativa para obtener fibra alimenticia del bagazo de la caña de azúcar es el fundamento de la tesis de maestría en Ciencias Alimentarias de Rubí Viveros Contreras, estudiante del Instituto de Ciencias Básicas de la Universidad Veracruzana (UV).

El proyecto se denomina “Caracterización y uso de mezclas de fibra de caña, almidón de maíz y concentrados de proteína de suero de leche desarrollado mediante la técnica de extrusión en la elaboración de yogur y galletas” y es realizado en colaboración con el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV) perteneciente al Instituto Politécnico Nacional (IPN) de Querétaro.

Veracruz es el primer productor de caña en el país y uno de sus derivados, el bagazo, es utilizado como alimento para ganado y como combustible; con este proyecto queremos darle una nueva aplicación a este producto, manifestó Viveros Contreras.

El bagazo de la caña, procesado en la forma que expone la tesis, puede convertirse en fibra aportando beneficios para la alimentación, pues el nuevo compuesto se puede adicionar a los alimentos: “Utilizamos como fuente de fibra el bagazo de caña, hacemos mezclas para que pueda pasar por el extrusor, que es una tecnología que utiliza cortos tiempos, se pasa la caña en mezclas a temperaturas altas y salen extrudidos de caña”, explicó Rubí Viveros.

El proceso de extrusión consiste en mezclar el bagazo, enriquecido con proteínas del suero de leche y con almidón de maíz; es un equipo semejante a los que se utilizan para fabricar pasta, explicó, tiene dos metros de largo aproximadamente, donde gira un tornillo y se manejan diferentes zonas de temperatura con diferentes grados de humedad, entonces se deposita la mezcla que pasa por el tornillo; finalmente la muestra sale cocida.

Este proyecto lleva dos años de realización: “Cuando ingresé a la Maestría, de acuerdo con la línea de investigación de nuestro asesor fue como definimos el tema”, detalló; los asesores de este proyecto son Iñigo Verdalet Guzmán, del Instituto de Ciencias Básicas, y Fernando Martínez Bustos, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV).

En el CINVESTAV de Querétaro se desarrollan compuestos químicos como plásticos y solventes; este proyecto es una de las primeras investigaciones que busca procesar alimentos, en este caso adicionando fibras a yogur y galletas, comentó la universitaria.

Algunos resultados preliminares arrojan que la extrusión incrementó los niveles de fibra comparados con otros tipos de yogures presentes ya en el mercado: “Por ejemplo, nuestro yogur tiene tanto fibra insoluble como soluble”, destacó la entrevistada, quien puso a disposición el correo electrónico rubiviveros@hotmail.com para mayores informes.

Sería un beneficio adicional poder utilizar el bagazo como fuente alimentaria; a investigadores que les hemos presentado el proyecto les ha parecido interesante por el valor nutricional que aporta este producto, concluyó.