Año 7 • No. 282 • Septiembre 24 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
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La importancia del proveedor
José Othón Flores Consejo
Les he contado del fabuloso pan de cazón que hacía mi abuelita y de aquellos secretos ingredientes y sobre todo de las mágicas medidas que le daban ese toque especial: “una pizca de sal”, “media tasita de jitomates”, “un poco de frijol”, etcétera.

La elaboración consistente de un producto de calidad no admite medidas subjetivas, secretas o que no sean claras en todo momento para los participantes del proceso y que, por tanto, no aseguran minimizar la variabilidad y la confianza de los clientes.

Pero tan importante como eso es la selección minuciosa y precisa de la calidad de las materias primas que, a su vez, deben ofrecer la confianza y consistencia que esperamos mantener y mejorar en nuestros procesos.
Es por eso que a la ya famosa “Doña Norma” no se le olvidó colocar entre uno de sus ocho principios básicos el de mantener relaciones “mutuamente beneficiosas con el proveedor” y sugiere que se debería: Identificar y seleccionar cuidadosamente a los proveedores clave; Desarrollar relaciones con proveedores que generen tanto beneficios de corto plazo como de largo plazo; Combinar experiencia y recursos con los proveedores, considerados como parte integral de los procesos de la organización; Compartir información y planes futuros; Establecer de forma conjunta actividades de desarrollo y mejoramiento; Inspirar, impulsar y reconocer las mejoras y los logros.
Ya de manera específica, en el punto 7.4.1 se dice: “La organización debe asegurarse que el producto adquirido cumple los requisitos de compra especificados. El tipo y alcance del control aplicado al proveedor y al producto adquirido debe depender del impacto adquirido en la posterior realización del producto o sobre el producto final.

La organización debe evaluar y seleccionar los proveedores en función de su capacidad para suministrar productos de acuerdo con los requisitos de la organización. Debe establecerse los criterios para la selección, la evaluación y la reevaluación. Debe mantenerse los registros de los resultados de las evaluaciones y de cualquier acción necesaria que se derive de las mismas.”

Llamo su atención al hecho de que los proveedores de materias clave, deben ser considerados como parte del proceso, de su compromiso con nosotros depende en gran medida el alcanzar la satisfacción del cliente.

Es por ello, seguramente, que existen políticas públicas orientadas a la formación de cadenas productivas y seguramente también, esfuerzos conjuntos entre grandes empresas y gobiernos para el establecimiento de programas de desarrollo de proveedores.

En la página de la Secretaría de Economía encontramos que:
“El Programa de Desarrollo de Proveedores representa una estrategia de promoción para identificar y elevar la competitividad de una amplia gama de micro, pequeñas y medianas empresas (PYMES), con el fin de que se integren en las cadenas productivas, comerciales y/o de servicios de las grandes empresas establecidas en nuestro país, coadyuvando al fortalecimiento de las exportaciones y a la sustitución eficiente de importaciones.”

Un programa de desarrollo de proveedores ayuda a disminuir costos de producción y comercialización; a diversificar fuentes de suministro de insumos, partes, componentes, refacciones y/o servicios; evita, buscando la sustitución de importaciones, que las fluctuaciones del tipo de cambio repercutan negativamente en los costos de operación; asegura la confianza en nuestro compromiso de entrega de productos y/o servicios en tiempo, precio y lugar adecuados.

Ahora comprendo la importancia de don Leopoldo, el dueño de la pescadería, allá por el malecón, donde mi Doña Carmen, mi abuelita (a quien desde estas líneas saludo, donde quiera que se encuentre) compraba religiosamente su “cazón de aleta blanca” (¿o era negra?).

Muchas veces he sostenido que en el nivel agregado, podríamos decir que entre nuestros proveedores clave están las escuelas de educación media superior, las prepas.

En nuestro programa de calidad está presente la atención al mejoramiento de la calidad en las escuelas preparatorias y ya los comités de calidad de las facultades han considerado este asunto integrando algunas acciones a sus planes de calidad.

En otro orden de ideas quiero reconocer el pronunciamiento y compromiso hacia la calidad que el rector Raúl Arias Lovillo hizo en su segundo informe la semana pasada.

El compromiso establecido para llevar a la acreditación a la mayor parte de los programas académicos es un reto que implica la participación de toda la comunidad universitaria. Si bien es cierto que en el aula se expresa la calidad educativa, los apoyos administrativos resultan fundamentales para lograr la excelencia, de tal forma que es tiempo de que todos asumamos este compromiso y nos involucremos en su cumplimiento.

Finalmente, los invito a que nos encontremos en la FILU, donde estaré cerca del espacio de Televisión Universitaria para realizar algunas entrevistas y conocer la opinión de todos ustedes sobre las oportunidades que tenemos en la construcción y mantenimiento de la calidad universitaria.

Recuerden que sigo esperando sus comentarios en el correo electrónico otflores@uv.mx.