Año 7 • No. 284 • Octubre 8 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
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Teatro desde la FILU
Presenta Carlos Ortega
Madame Revolufia
Gina Sotelo

Dentro de las actividades de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU), que tuvo lugar en el Museo del Transporte, Carlos Ortega –de la ORTEUV– presentó la farsa en un acto La casa de Madame Revolufia, del entrañable y fallecido Luis Miguel Gallardo y con musicalización de Rogerio Baruch.

Evocaciones directas a Carlos Salinas de Gortari, Joaquín Hernández Galicia “La Quina”, Agustín F. Lagorretta, Carlos Jonguitud, Elba Esther Gordillo, Emiliano Zapata, Lázaro Cárdenas y Fidel Velázquez, son sólo algunos de los “clientes asiduos” de la casa de la portentosa matrona.

La obra fue escrita hace 17 años pero los temas siguen siendo de actualidad, bien podría decirse que los protagonistas son los mismos, sólo cambian sus nombres, aunque algunos permanecen.

La casa de Madame Revolufia representa a un caduco partido político en el poder regenteado por la rubia exuberante que durante más de 70 años manejó a su antojo y para conveniencia el destino de nuestro país, enarbolando los ideales de la Revolución Mexicana.

La madame personifica la decadencia y predice –al ir perdiendo sus canonjías– la derrota de un partido que tiempo después cede su trono a otro, que simplemente pasó a ocupar su lugar más de lo mismo, pero corregido y aumentado, “remasterizado” para decir lo menos.

La historia se ubica allá por la década de los noventa, cuando el salinato se empezaba a dejar sentir y los grandes dinosaurios se veían caer, desmoronándose uno a uno bajo la sombra de un hombre leyenda que era el brazo ejecutor del omnipotente presidente de la República.

Era la época de los términos solidaridad, globalización, neoliberalismo, macroeconomía y primer mundo que eran de uso diario y estaban en boca de los tecnócratas, políticos y yuppies incrustados en la alta burocracia.

Así, en el Pabellón Central de la Feria un nutrido grupo de adolescentes y adultos disfrutaron de este monólogo trasladándose a esas gloriosas fechas del principio de la crisis del Revolucionario Institucional, no sin antes advertir a los presentes que cualquier semejanza con la realidad era pura coincidencia.

FILU ha presentado una suculenta variedad de grupos y presentaciones artísticas en las que no ha faltado la danza, la música, las artes plásticas y, por supuesto, el teatro.