La rehabilitación en la drogadicción sólo puede
ser llevada a cabo, salvo casos excepcionales, bajo tratamientos médicos
especializados y de preferencia dentro de una institución donde
el adicto no pueda consumir la droga y reciba todas las atenciones
necesarias, aseguró Rafael Velasco Fernández, académico
de la Universidad Veracruzana (UV).
“Un verdadero adicto no puede dejar la droga por su cuenta,
ése es el gran problema de las adicciones. Si alguien la deja
sin ayuda y sin medicamentos probablemente no era verdadero adicto”,
comentó el académico, profesor de la Maestría
en Prevención Integral de Adicciones, que prepara a universitarios
de distintas disciplinas para enfrentar este problema de manera integral.
Lo primero para la rehabilitación, dijo, es estar en un lugar
donde el paciente no tenga la posibilidad de consumir y eso sólo
se consigue en instituciones especiales, “ya que el adicto no
tiene control de sí mismo, porque la adicción es una
forma de esclavitud”.
Explicó que el promedio de éxito en la rehabilitación
es por lo menos de 50 por ciento cuando el tratamiento es adecuado,
la clínica es de reconocido prestigio, el paciente recibe la
atención médica adecuada, participa en psicoterapia
de grupo, hace deporte y está bajo vigilancia, como confirman
los seguimientos de casos que se realizan en clínicas especializadas.
El universitario reconoció que estas estrategias están
económicamente restringidas: “Ése es el gran problema,
porque el promedio de gastos en un buen tratamiento, llevado científicamente
y que responda a los parámetros de efectividad, no baja de
los ocho mil pesos mensuales”.
Aseguró que las clínicas de escaso prestigio que ofrecen
la rehabilitación a precios módicos están muy
lejos de toda posibilidad seria de éxito: “Si sumamos
la atención psicológica especializada, la psicoterapia,
la atención psiquiátrica, la alimentación, el
hospedaje, el ejercicio y el tratamiento en grupos de autoayuda, no
es posible que el costo sea menor”.
Dijo que instituciones como la UV y grupos dedicados a la atención
a las adicciones buscan apoyos económicos de grupos altruistas
y asociaciones no gubernamentales, para que bequen a los pacientes
de escasos recursos que no pueden costear su rehabilitación.
Frenos
a la rehabilitación
Velasco aseguró que sin tratamiento adecuado, el síndrome
de abstinencia –un conjunto de síntomas que se presentan
en el adicto cuando suspende la droga– frena en muchos casos
una posible rehabilitación, pues puede provocar en el paciente
estados emocionales y físicos muy difíciles de controlar.
“Estos síntomas son diferentes en el consumo de cada
sustancia (estimulantes, depresores o alucinógenos), y cada
caso, dependiendo de la edad del paciente, del tipo de drogas que
consume, y del tiempo que las ha consumido, determina el tratamiento
al que el adicto debe ser sometido, por eso la atención debe
ser profesional.”
Además, señaló que otros síntomas pueden
presentarse no inmediatamente sino después de un periodo
de no consumir, como con la cocaína: “Una persona adicta
que suspende la droga entra en un estado de angustia tremendo en
las 24 y 48 horas siguientes, pero otros efectos como la depresión
vienen tres o cuatro semanas después”.
Dijo que los cuadros suelen ser tan severos, por ejemplo con la
depresión, que existe riesgo de suicidio. Sin embargo, advirtió
que si la rehabilitación se realiza bien y el tratamiento
médico y psicológico es adecuado, se puede evitar
el cuadro depresivo.
“Los expertos saben precisamente cuáles medicamentos
utilizar, las dosis y la duración del tratamiento para evitar
que los efectos de la supresión afecten al paciente; además,
se debe dar psicoterapia y otros apoyos. De ahí la importancia
de una atención médica especializada y científica”,
comentó.
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