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El
dolor, única referencia de
Nietzsche a salud y enfermedad
Edith
Escalón |
El dolor como eje de la existencia, lo horrendo, lo problemático
y lo contradictorio del ser, que remite a cualquier depreciación
o negación de la vida, es la referencia más directa
que se puede encontrar en la filosofía de Nietzsche en torno
a los conceptos de salud y enfermedad, aseguró Miguel Fernández
Membrive, académico del Instituto Tecnológico y de Estudios
Superiores de Occidente (ITESO).
“Si preguntamos a Nietzsche por qué se daña o
se deprecia la vida, qué podría tener la vida para ser
negada o depreciada, el dolor es la única respuesta”,
comentó al participar en el congreso internacional Nietzsche
¿ha muerto? Filosofía, arte, religión, ciencia
y política. Memorias de un caminante intempestivo, organizado
por la Facultad de Filosofía de la Universidad Veracruzana
(UV).
Reconoció que en el pensamiento del filósofo alemán
“no hay una evaluación positiva, precisa, inequívoca
de los significados de salud y enfermedad, y mucho menos algo semejante
a una explicación a la pregunta por qué habíamos
de preferir la salud a la enfermedad, o por qué afirmar la
vida en lugar de negarla”.
Explicó que desde su perspectiva, las nociones de salud y enfermedad,
restringidas a síntomas fisiológicos, son “sólo
inteligibles como evocaciones de un temple esencial que pasa por una
voluntad y por un querer que se calibra por referencias a un tipo
de experiencia que Nietzsche anuncia por primera vez a través
de la metafísica del nacimiento de la tragedia”.
De acuerdo con el ponente, las nociones de salud y enfermedad de Nietzsche
comunican normalmente un tipo de frecuencia respecto de la vida: “Hay
salud ahí donde para él hay afirmación de la
vida o hay enfermedad ahí donde la vida se deprecia o se niega”.
Pero esto, dijo, la ecuación resulta controversial en caso
de que salud o enfermedad se tomaran como datos o síntomas
restringidos a cuestiones orgánicas o celulares, estaríamos
diciendo algo así como que de la salud fisiológica reside
necesariamente la afirmación de la vida, y que de la enfermedad
también fisiológica se sigue ineludiblemente la negación
de la vida. |
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