Año 8 • No. 289 • Noviembre 12 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
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Aunque sólo la consideramos como una necesidad comercial
Sexto lugar mundial de México
en industria de nutrición animal
Porfirio Castro Cruz
En la actualidad la industria de la nutrición animal en México, en lo referente a la producción de alimentos balanceados, es la sexta a nivel mundial, detrás de países como Estado Unidos, Francia y Alemania; sin embargo, no le damos el mérito que merece y la consideramos únicamente una necesidad comercial, señaló José Antonio Cuarón Ibargüengoitia, del Centro de Investigación en Fisiología y Mejoramiento Animal del Instituto de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) Querétaro.

Durante su intervención en el XIII Congreso Bienal de la Asociación Mexicana de Especialistas en Nutrición Animal (AMENA), organizado como parte de los festejos del 50 aniversario de la fundación de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Veracruzana (UV) y que concluyó el pasado 25 de octubre, Cuarón Ibargüengoitia dijo que la industria de la nutrición animal en México es realmente una industria de servicios que depende mucho de la actualización del conocimiento que se tenga y de su consecuente aplicación en la resolución de problemas particulares del campo.

Tener esa actitud de servicio es importante para la consolidación de esta industria, para que exista confianza y se pueda extender la tecnología; incluso el mejor vehículo para el desarrollo tecnológico es el alimento y los suplementos. Aunque también se requiere que el sector productivo, los profesionistas y los universitarios lo conciban de esta forma, agregó el investigador, quien organizó la parte académica del evento de la AMENA.

El experto mencionó que hoy las escuelas y facultades de medicina veterinaria ponen mayor atención a este sector no sólo hablando de las especies pecuarias, sino también en lo que se refiere a animales de estima, que son papel fundamental.

Aun así no se logra satisfacer las necesidades de un sector tan demandante y exigente como éste, todavía nos falta mucho; ahí es donde juegan un papel importante los posgrados pues permiten adquirir y desarrollar experiencias para sacar ventaja de toda esta novedad de conocimientos que existen para solucionar los problemas que se presentan.

La gente busca un posgrado que le permita integrarse inmediatamente a la fuerza de trabajo; sin embargo, en lo concerniente a la nutrición, un evento académico bien hecho demanda tiempo, por lo que la AMENA trabaja para establecer un contacto con la industria, con miras a identificar sus demandas y conformar nuevos programas de formación basados en ciencia fundamental, pero con una fuerte orientación a la satisfacción de la demanda, lo cual sería innovador, sostuvo José Antonio Cuarón.

Asimismo, dijo que no existe un mercado profesional nacional que satisfaga los requerimientos académicos para la impartición de los posgrados; en algunos casos es necesario recurrir a personal que viene del extranjero con la formación necesaria.

Quizás a las universidades le haría falta dar un poco más y es un esfuerzo que tenemos que hacer nosotros, un esfuerzo más de orientación hacia las oportunidades de desarrollo personal y profesional que se tienen en el área de nutrición de alimentos animales, la cual es enorme.

Destacó el entrevistado, que el estado de Veracruz domina gracias a que tiene una cantidad importante de recursos, gente preparada e infraestructura, posee la industria porcícola más importante del país y también está despuntando en lo referente a la avicultura, aunque para destacar a nivel internacional falta más organización, nueva inversión, aprovechar las investigaciones que se realizan en lugares como el Campo Experimental Pecuario La Posta-Inifap, en Paso del Toro, Veracruz.

José Antonio Cuarón Ibargüengoitia es médico veterinario zootecnista y forma parte del programa de Doctorado en Producción y Salud Animal de la Universidad Nacional Autónoma de México; en 1995 obtuvo el tercer lugar del Premio Alejandrina Gaitán de Mondragón en la categoría de Ciencia y Tecnología, el cual fue fundado hace 22 años para reconocer las investigaciones más sobresalientes del estado de Querétaro.