Este grupo de mujeres ha constituido el taller llamado “Camino
de pensamientos” donde elaboran finas y bellas prendas que
después son vendidas en lugares como Popularte, el World
Trade Center o la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU).
Para esta navidad, las mujeres de El Paisano, junto con las de la
comunidad de El Conejo, tendrán una expo-venta de artículos
y coronas navideñas que podrán adquiriese este 30
de noviembre a partir de las 12 horas en la explanada de Rectoría
en la Zona Universitaria.
Sacando
adelante a una comunidad
En la comunidad de El Paisano son los hombres quienes por tradición
llevan la manutención de las familias; se dedican al cultivo
del maíz, frijol, papa y chícharo, así como
a la crianza de ovejas, lo cual produce leche y carne para el consumo
de los lugareños, los quesos se comercializan principalmente
en Las Vigas.
Las mujeres de El Paisano se dedican a las labores del hogar y a
la crianza de los niños, además de que llevan la comida
a sus esposos, quienes trabajan en el campo, teniendo que caminar
hasta una hora para que sus maridos reciban la comida aún
caliente; también lavan en el agua que casi siempre está
cristalizada por el frío y se dedican a la confección
de enseres domésticos, textiles para el consumo familiar
y algo extra para venta.
Desde que el Voluntariado de la UV echó a andar el taller
de costura y bordado muchas cosas han cambiado, no sólo en
el mejoramiento de la calidad de técnica, los acabados y
diseños de los productos textiles, sino que esto ha influido
también en la manera de ver la vida de las mujeres que, al
sentirse autosuficientes y ganarse “unos centavos”,
han visto mejorar su economía y elevar su autoestima.
Guadalupe León Ruiz y Blanca Lilia Julio Aguirre son las
maestras de bordado y costura; su idea de trabajo incluye la recuperación
de los diseños decorativos tradicionales, la enseñanza
del trabajo de equipo, el valor identitario y el cuidado de los
estándares de calidad.
Al principio en el taller trabajaban en precarias condiciones, pero
se han esforzado por mejorar técnicas y estar vigentes en
esta tradición que cada vez compite en nuevos mercados.
Con aguja, hilo e imaginación, las bordadoras recrean el
entorno natural con dibujos coloridos y realistas. Flores, frutas,
mariposas, plantas, animales, son finamente elaboradas en plumeado
o punto atrás, relleno de tambor al pasado, rococó
y delineados.
Para esto usan diferentes materiales como hilos de algodón
teñidos y mercerizados, telas de algodón mexicano,
lino importado y otras fibras con las que confeccionan ropa, mantelería,
cortinas, bolsas, separadores de libros, caminos de mesa, cojines,
servilletas, toallas.
El objetivo ha sido impulsar el desarrollo económico y social
de estas mujeres para que –en un futuro no muy lejano–
tengan su propia microempresa y gocen de mejores oportunidades de
vida para ellas y sus familias.
El
conocimiento. Legado para toda la vida
Patricia Faisal, directora del Voluntariado, piensa que en la UV
se tiene una gran riqueza que aprovechar: “Y es todo el conocimiento
y la información que se ha acumulado en la UV. El conocimiento
es una herramienta que les durará toda la vida, que les pertenece
sólo a ellas, por eso nuestra intención de que se
superen no sólo las mujeres de El Paisano, sino de todas
las Casas de la Universidad”.
El voluntariado está en gestiones para conseguir que funcione
la telesecundaria del lugar, que no tiene ni salón ni televisión.
Trabaja además porque se cuente con letrinas secas que contrarresten
la suciedad del agua de los manantiales que está contaminada
con eses fecales y metales pesados.
Pero no trabajan solos pues cuentan con el apoyo de un gran número
de dependencias universitarias y estatales, entre ellas la Dirección
de Vinculación de la UV, la Labioteca de la UV y el Consejo
Veracruzano de Arte Popular. Facultades como la de Negocios Internacionales
se suman a la causa; ellos están por desarrollar un medio
de empaque para que sus productos puedan ser comercializados fuera
de Xalapa e incluso en el extranjero.
Ser
autosuficientes, el gran reto
María Gumercinda Martínez Vázquez es madre
de siete hijos, la más pequeña es Ana Jazmín
de nueve meses: “Me gusta venir al taller porque nos están
ayudando a hacer bien nuestro trabajo y eso nos beneficia. Yo hago
tortillas, muelo el maíz, doy de comer, pero desde niña
aprendí a bordar, lo bonito es que ahora gano dinero para
comprar cosas para la casa y el bastimento”.
María del Rocío Hernández Martínez dice
que “borda desde que recuerda”. Tiene 27 años
y se dedica a las labores de la casa: “En mi familia somos
cinco. A veces tiene uno un animalito y lo vende para sacar dinero,
pero ahora desde que bordo mejor, tengo un ingreso que antes no
tenía”.
Ángeles Vázquez Martínez también es
casada: “Antes no sacaba dinero de ningún lado, más
que lo que mi marido me daba. Las maestras nos han enseñado
a esforzarnos y salir adelante, me gusta mucho tener mi dinero para
comprarme ropa, zapatos o echarle una ayudadita a mi casa”.
Sarahí Guzmán tiene 18 años y ya terminó
la secundaria. Es la mayor de cinco hermanos: “Con lo que
ahora gano me compro zapatos o un perfume, también ayudo
a mi mamá. No nos imaginábamos que nuestro trabajo
fuera tan valioso, aquí no hay ni cómo ganarse un
centavo, así que la UV nos ha ayudado mucho”.
Voluntariado
de la UV
La misión principal de la Universidad Veracruzana es la generación
de conocimiento para su distribución social, esta tarea se
realiza con los diversos sectores sociales del estado de Veracruz,
llevando el conocimiento allí donde están los problemas
de la entidad para contribuir a su solución, pero se enfatiza
el acercamiento de conocimientos y competencias a grupos que por
sus condiciones sociales no tienen acceso a la Universidad.
El Voluntariado es una dependencia de la UV; está integrada
por personas entusiastas que de manera altruista promueven el desarrollo
social de las comunidades marginadas cercanas a las Casas de la
Universidad.
El Voluntariado convoca a la comunidad universitaria a colaborar
con los programas de desarrollo social que se están llevando
a cabo en estas Casas, ya sea integrándose a los proyectos
existentes, o bien proponiendo nuevos proyectos encaminados a este
alto propósito institucional.
Mayores informes en Adalberto Lara 28 esquina Pestalozzi, Colonia
Aguacatal, en Xalapa, teléfono 815-90-04, y el correo electrónico
es voluntariado_uv@uv.mx. |