Año 8  • No. 297 • Enero 28 de 2008 Xalapa • Veracruz • México
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Una revisión
contextual
José Othón Flores Consejo
Con mucho gusto les comento que el viernes iniciamos un curso de actualización de auditores internos que seguramente fortalecerá nuestro –ya formalizado– Sistema Universitario de Gestión por Calidad (SUGC). El curso fue impartido por uno de los consultores más destacados que operan en nuestro país y que es, entre otras cosas, asesor del chairman del Comité Técnico 176 (TC 176) de ISO y líder de algunos de los grupos de trabajo de ese grupo, Rafael A. de Arrascaeta Ferrando, es también líder intelectual de la última versión de la IWA-2 (Aplicaciones de ISO 9001:2000 a la educación).

Rafael nos ha dejado algunas contribuciones para nuestro semanario, que iré compartiendo con ustedes. Hoy les presento este interesante artículo que me parece contribuye a recordar el contexto en el que actúa nuestro SUGC, así que los dejo con él:


Contexto global
Hoy, el reto para el éxito de las organizaciones es obtener y mantener su ventaja competitiva para mantener y ganar clientes y mercado para hacer frente a la competencia y sortear exitosamente la incertidumbre del futuro. El éxito de una organización, en el mediano y largo plazo ya no se mide en términos de las utilidades o rentabilidad, histórica y proyectada, se mide en cuanto a su “sustentabilidad”. Este concepto implica la capacidad (competencia) de la organización para persistir exitosamente en el tiempo.

El desarrollo de las competencias de la organización, como base de su sustentabilidad, es la respuesta a “la incertidumbre del futuro”, vista como por ejemplo: la evolución rápida de las tecnologías y de los empleos, los tiempos de vida cada vez más cortos de los productos y los servicios, las expectativas crecientes del mercado, los competidores, la globalización, factores a los cuales las organizaciones tienen que responder al menos racionalmente y eventualmente anticipándose.

Para el efecto, las organizaciones deben ver su negocio con una nueva óptica que enfatice cómo se lleva a cabo el trabajo, en vez de cómo es elaborado el producto o servicio. Esta óptica debe proporcionar una visión panorámica que incluya a proveedores, clientes, distribuidores, empleados y los factores ambientales.

Una óptica que promueva a la organización a operar en niveles de alto desempeño hoy, manteniendo una referencia de posicionamiento hacia el futuro.

Desde hace tiempo los ejecutivos y administradores de las organizaciones han desarrollado habilidades en disciplinas tradicionales como finanzas, estructura organizacional, planeación estratégica y operaciones. Estas habilidades han sido aplicadas, individual y colectivamente, con un enfoque vertical, a la manufactura, los servicios, la gestión de gobierno, las ventas, el mercadeo, las finanzas, los recursos humanos, etcétera.

Pero el enfoque vertical de control funcional ha evolucionado negativamente produciendo sub optimización de recursos y miopía en la visión de la empresa. Con tal base, mejorar el desempeño, sin cambiar la visión de la empresa, da como resultado agudizar la sub optimización, la ceguera de mercado y la aceleración del fracaso.

En la actualidad, se requiere de un enfoque integrador que balancee las fuerzas y recursos de la organización con las fuerzas del mercado. Un enfoque que capitalice las capacidades estratégicas de la organización, para incrementar el valor agregado para los clientes y, consecuentemente, ampliar y mantener su ventaja competitiva en el mercado.

Antecedentes
La preocupación por la calidad es algo casi tan antiguo como las organizaciones humanas, pero su enfoque y aplicación sistemáticos podemos decir que comienza a principios del siglo XX.

Los sistemas de calidad en las organizaciones han evolucionado desde el control de la calidad (década de los cincuenta) orientado a detectar defectos y/o errores del producto; el aseguramiento de la calidad (años ochenta) dirigido prevenir errores en la fabricación del producto; los sistemas de gestión de la calidad (utilizados a partir de finales de los noventa y aún vigente) enfocados a la gestión de los procesos de la organización considerados como un sistema para lograr la satisfacción del cliente y la mejora continua; en el futuro se prevé la evolución a sistemas integrados de excelencia orientados al desarrollo de una organización de excelencia, integrada con su cadena de valor extendida (proveedores-organización-clientes-sociedad), buscando la satisfacción del cliente y el resto de las partes interesadas.

Los distintos modelos de sistemas de calidad, en muchos casos aún conviven, especialmente en Latinoamérica, lo cual implica que aún hoy existen organizaciones que, si es que se preocupan por la calidad, sólo aplican conceptos de “Control de calidad”, los cuales se dejaron de utilizar como único enfoque a mediados de los años sesenta. La tendencia general actual es la aplicación de “Sistemas de Gestión de Calidad” y en las “Organizaciones de Clase Mundial” ya están utilizado el enfoque de “Sistemas Integrados de Excelencia”.

Existen distintos tipos de Sistemas de Gestión de Calidad; los más difundidos a nivel global son los basados en las Normas ISO (9001:2000 y 9004:2000) y los basados en “modelos de excelencia”, (los llamados premios nacionales de calidad como el Premio Nacional de Calidad en México, el Premio Demming en Japón, el Malcom Balbridge en USA, EFQM en la Comunidad Europea, etcétera).

Sistemas de gestión de la calidad y otros sistemas de gestión
El sistema de gestión de la calidad es aquella parte del sistema de gestión de la organización enfocada al logro de resultados, en relación con los objetivos de la calidad, para satisfacer las necesidades, expectativas y requisitos de las partes interesadas, según corresponda.

Los objetivos de la calidad complementan otros objetivos de la organización tales como aquellos relacionados con el crecimiento, recursos financieros, rentabilidad, el medio ambiente y la seguridad y salud ocupacional.

Las diferentes partes del sistema de gestión de una organización pueden integrarse conjuntamente con el sistema de gestión de la calidad, dentro de un sistema de gestión único, utilizando elementos comunes.

Esto puede facilitar la planificación, asignación de recursos, establecimiento de objetivos complementarios y la evaluación de la eficacia global de la organización.
El sistema de gestión de la organización puede evaluarse comparándolo con los requisitos del sistema de gestión de la organización.

El sistema de gestión puede asimismo auditarse contra los requisitos de Normas Internacionales tales como ISO 9001 e ISO 14001. Estas auditorías del sistema de gestión pueden llevarse a cabo de forma separada o conjunta.

Hasta aquí la participación de Rafael quien, por cierto, nos dejó su dirección electrónica donde está en la mejor disposición de recibir sus comentarios: rafael-arrascaeta@webtelmex.net.mx.

Por mi parte, quiero felicitar a los compañeros auditores internos por su excelente participación en el curso mencionado y agradecer el apoyo que para la consolidación de sus sistemas certificados han puesto la Secretaría de Administración y Finanzas; las direcciones generales de Desarrollo Académico, Bibliotecas y Administración Escolar y la Dirección de Plantación Institucional; recuerden que sigo esperando sus comentarios en el correo electrónico otflores@uv.mx .