Investigadores
del Laboratorio de Biotecnología y Ecología Aplicada
(Labioteca) de la Universidad Veracruzana (UV) descubrieron que
los platanares que sirven de sombra al café en el corredor
que va de Huatusco a Xalapa podrían tener enfermedades como
el virus rayado del banano o el mosaico del pepino, que pueden causar
la pérdida de plantas e incluso contagiar a otros cultivos.
“Algunos investigadores de nuestro grupo han observado plantas
que presentan al menos una enfermedad aparentemente viral caracterizada
por mosaicos y estrías en las hojas, que progresivamente
se van deteriorando hasta que mueren”, dijo Juan Carlos Noa
Carranzana, investigador de Labioteca.
Aunque no descartó que pueda tratarse de síntomas
de otros virus, el investigador aseguró que es prioritario
hacer estudios genéticos y biomoleculares, y considerar parámetros
como la altitud, temperatura, humedad, tipo de suelo, cultivos circundantes,
etc., de las zonas afectadas para conocer exactamente los alcances
de las enfermedades que presentan.
De hecho, informó que el Programa de Mejoramiento al Profesorado
(Promep) aprobó un financiamiento para que los universitarios
de Labioteca realicen un diagnóstico científico del
estado de las plantas, precisen qué tipo de enfermedades
presentan y cuáles son las posibilidades de que éstas
se dispersen contagiando a otras especies o al mismo plátano
en zonas de producción comercial cercanas a la costa.
Explicó que las enfermedades se han detectado en cultivos
regionales de plátano que sirven de sombra a las matas de
café en zonas montañosas –que van de los 800
a los mil 500 metros sobre el nivel del mar en la zona centro de
la entidad–, y aunque aseguró que los virus no se contagian
del plátano al café, dijo que el peligro de dispersión
está latente.
“Hay otros cultivos como la calabaza o el pepino que sí
pueden compartir virus con el plátano, por eso tenemos que
analizar bien cómo se da la dispersión para saber
qué estrategias proponer a los campesinos y a las autoridades
del sector agrícola. Una de ellas podría ser evitar
que los cultivares de plátano estén junto a los de
especies que representen un riesgo de contagio o tener mejores controles
en la distribución comercial.”
El investigador agregó que a todos los cafetales de montaña
los platanares les proporcionan de 10 a 80 por ciento de la sombra
que requieren para crecer, y advirtió: “Si tuviéramos
brotes de enfermedades virales o éstas se dispersaran podríamos
perder no sólo el plátano, sino el equilibrio del
ecosistema y, por tanto, el cafetal”.
De acuerdo con el investigador, el problema se agudiza porque ambos
productos son muy importantes para la economía y la cocina
regional veracruzana, pues el café y el plátano se
aprovechan como alimento y las hojas de este último se usan
para hacer tamales.
El proyecto de investigación, denominado “Detección
y características biomoleculares de virus asociados al agrosistema
café- plátano”, también analizará
en laboratorio las características genéticas de las
especies para determinar cuáles son más resistentes
a los virus que presentan, lo que servirá para hacer recomendaciones
a los productores.
De acuerdo con el investigador, el objetivo final es proponer planes
de manejo a los productores locales: “Esto no quiere decir
que les pediremos que se deshagan del plátano, sino que cambien
de cultivares, que siembren especies más tolerantes o que
tomen precauciones para evitar el contagio de los virus”.
Noa Carranzana, coordinador del Doctorado en Ecología y Biotecnología
que forma investigadores para analizar precisamente problemas como
el del plátano veracruzano y proponer soluciones sustentables,
aseguró que estos proyectos les permiten demostrar el compromiso
social de la Universidad.
“La investigación básica es una parte fundamental,
pero Labioteca busca además aportar soluciones a los problemas
de Veracruz, hacer que el conocimiento científico sirva como
base de estrategias prácticas, en este caso para que la asociación
de plátano y café siga dando rendimientos en el campo.” |