El
consumo de pescado y atún disminuye el riesgo de padecer
hipertensión, colesterol, diabetes y otras enfermedades cardiovasculares
que se ubican entre las principales causas de muerte en el mundo,
aseguró la investigadora Rosa María Oliart Ross, de
la Unidad de Investigación de Alimentos del Instituto Tecnológico
de Veracruz.
Durante el XIII Congreso Internacional de Nutrición Clínica
organizado por la Universidad Veracruzana (UV), la investigadora,
especialista en biología celular, dijo que los estudios con
ratas de laboratorio realizados por su equipo de trabajo en el Puerto
de Veracruz han demostrado que la incidencia de esos padecimientos
disminuye con el consumo de ácidos Omega 3, contenidos en
alimentos como el pescado y el atún.
“La mayor parte de la gente no consume pescado por falta de
costumbre y porque además no está al alcance de todos
los bolsillos, pero el atún sí lo está, y puede
ser una alternativa para aquellos que no puedan comer pescado tres
veces a la semana, que es lo recomendable.”
Explicó que desde hace algunos años se descubrió
que los ácidos Omega 3 y Omega 6 tienen un papel importante
tanto en el tratamiento como en la prevención de estos padecimientos,
y desde entonces los nutriólogos y especialistas han procurado
fomentar su consumo entre la población.
Dijo que hay dos tipos de ácidos grasos, los perjudiciales
para la salud, como la manteca, el aceite de coco o la mantequilla
y todos los que están sólidos a temperatura ambiente,
y los benéficos, que se dividen a su vez en Omega 6, contenidos
en el aceite de cártamo, cánola, maíz, y los
Omega 3, que contienen alimentos como el pescado.
Sin embargo, señaló que hay un desequilibrio en la
ingesta de los ácidos benéficos: “Consumimos
demasiados ácidos grasos Omega 6, contenidos en el aceite
de maíz y en las carnes, y pocos Omega 3, que contiene principalmente
el pescado. Este desequilibrio predispone a la hipertensión,
al colesterol y a la diabetes”.
La investigadora señaló que justamente para restituir
el equilibrio óptimo, los nutriólogos proponen a la
población el consumo de pescado y atún, o en su caso,
de suplementos alimenticios que contengan Omega 3, aunque reconoció
que éstos no son económicamente accesibles a la mayoría
de la población.
Dijo que su equipo de investigación ha comprobado esta teoría
en experimentos con ratas de laboratorio, a las que se les suplementan
Omega 3 y Omega 6 en diferentes proporciones: “Aquellos que
tienen equilibrio entre los dos tienen mucha menor incidencia de
enfermedades cardiovasculares que los que consumen una u otra en
mayor proporción”, comentó. |