Año 8 • No. 299 • Febrero 18 de 2008 Xalapa • Veracruz • México
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  Tomar juntos decisiones, provechoso para consumidores
Deben nutriólogos apoyar a la industria de alimentos

Edith Escalón
Hacer más eficaz la comercialización, el objetivo

Profesionales de la nutrición deben apoyar a la industria alimentaria en las evaluaciones para conocer las preferencias de los consumidores potenciales de sus productos, aseguró Ofelia Angulo, profesora de la Unidad de Investigación y Desarrollo en Alimentos del Instituto Tecnológico de Veracruz (ITV).

Al participar en el XIII Congreso de la Nutrición Clínica, que tiene como sede a la Universidad Veracruzana (UV), Angulo aseguró que la coordinación entre nutriólogos y mercadólogos puede hacer más eficaz la comercialización.

Explicó que hay dos grandes ramas en las evaluaciones de la industria alimentaria: las mediciones sensoriales, que involucran aspectos de sabor, preferencia y aceptabilidad de los productos, y las pruebas de mercado, que implican precio, imagen, empaque e intento de compra, entre otros puntos.

“Generalmente le compete a los nutriólogos la primera y a los mercadólogos la segunda; el problema es que en gran parte de la industria los profesionistas de ambos campos no colaboran entre sí, aunque al final, las decisiones se toman considerando ambos puntos de vista.”

Aseguró que se puede llegar a mejores resultados cuando los criterios de nutriólogos se consideran en la evaluación final del producto, pues “sólo los controles de las características sensoriales del producto pueden colocarlo mejor en el mercado”.

Por otra parte, dijo que es necesario actualizar las pruebas de nivel de agrado que realiza la industria para conocer por anticipado las preferencias y aceptación de su producto: “La que usan frecuentemente es la prueba hedonista de nueve puntos, una escala de aceptación que va de extremadamente agradable a extremadamente desagradable”.

De acuerdo con la investigadora, esa prueba fue diseñada hace más de 50 años conforme a parámetros extranjeros que únicamente fueron traducidos al español en la misma escala, que muchas veces no refleja el sentir de los consumidores en México.

“En nuestro país nadie dice que un alimento es extremadamente rico o extremadamente desagradable, por eso las mediciones no resultan con la precisión que deberían tener.”

De hecho, comentó que la escala requiere una investigación más profunda que precise la metodología y la adapte para ser utilizada en evaluaciones de preferencia de consumo, tarea en la que el papel del nutriólogo resulta fundamental.