Año 8 • No. 299 • Febrero 18 de 2008 Xalapa • Veracruz • México
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  Estudios con adolescentes lo revelan
Depresión materna limita desarrollo
del lenguaje de los niños
Alma Espinosa
Las adolescentes muestran poca estimulación facial, no sonríen y no vocalizan


Martha Peláez
Al estudiar desde la perspectiva psicológica a madres adolescentes deprimidas, se encontró que su condición afecta el desarrollo del lenguaje de sus hijos, informó Martha Peláez de la Universidad Internacional de Florida (UIF), durante el XVIII Congreso Mexicano de Análisis de la Conducta, organizado por el Instituto de Psicología y Educación de la Universidad Veracruzana (UV).
Durante su conferencia, Martha Peláez, quien realizó estudios en la Facultad de Psicología de la UV, dijo que las madres adolescentes solteras que no tuvieron suficiente motivación para tener un hijo presentan cambios hormonales abruptos, que generan depresión y alteran su comportamiento. Esto afecta a sus hijos porque muestran patrones alterados y respuestas inapropiadas, por ejemplo, poca estimulación facial, no sonríen y no vocalizan, lo cual es vital para el desarrollo del lenguaje de los niños.

Al compartir su experiencia, la académica –quien ha recibido distinciones como el Premio al Catedrático por sus contribuciones al desarrollo infantil y es becaria de la Sociedad Psicológica Norteamericana– dijo que como parte de estudios experimentales entrenaron a madres para que aprendieran cómo y cuándo responder a las señales de su bebé.

Los resultados fueron satisfactorios porque se observaron bebés más atentos, sonrientes y entre la madre y el hijo hubo una mayor presencia de vocalización. “Ese tipo de intervención generada en el laboratorio tiene muchas aplicaciones, pero debemos seguir estudiándolas antes de sugerir utilizarlas”, comentó.

La actual directora del Laboratorio de Aprendizaje Infantil de la UIF habló de otra investigación que realiza en torno al miedo que generan los bebés a la oscuridad y la ansiedad que presentan los de nueve meses. Aclaró que no tiene la única respuesta a estos fenómenos pero se están encontrando explicaciones cercanas relacionadas con los padres.

Detalló que los patrones inadecuados de comportamiento de los niños pueden suceder porque los padres influyen en su forma inmediata de responder, su actitud, el modelamiento y el ejemplo que ponen. Un desarrollo inadecuado surge cuando los niños responden de forma adecuada y los padres no les ponen atención por estar ocupados; en cambio, cuando tienen un comportamiento inadecuado sí llaman la atención de los padres y surge una interacción intensa, citó la académica.

Aclaró que no existe una solución mágica para resolver todos los problemas de la niñez y lograr un buen desarrollo porque aunque se sigan patrones adecuados en casa, intervienen aspectos como el contexto y el medio ambiente que no siguen los mismos patrones; recalcó que el proceso de desarrollo humano es de largo plazo.

“No es que haya una fórmula pero sí puedo decir que a mayor consistencia, perseverancia, interés y motivación de los padres, mejores serán los resultados. Los problemas ocurren casi siempre cuando hay un abandono, descuido o ignorancia de los padres para resolver los problemas.”

Agregó que con la incorporación de las madres a la fuerza de trabajo se ha incrementado la dependencia a la educación, específicamente a los sistemas escolares. Los padres de México y Estados Unidos, aseguró, se han desligado de las tareas de aprendizaje para dejárselas al gobierno, pero, aclaró, la responsabilidad radica en los padres y los abuelos.