| Año 8 • No. 302 • Marzo 10 de 2008 | Xalapa • Veracruz • México |
Publicación
Semanal
|
Propuesta
para toda la familia |
||
| Las funciones serán los sábados y domingos a las 13 horas en la Sala Chica del Teatro del Estado | ||
 Boris Schoemann dirige Un campo, obra de la canadiense Louise Bombardier |
||
| La
Compañía Titular de Teatro de la Universidad Veracruzana
(ORTEUV) estrenó la semana pasada Un campo, con dirección
de Boris Schoemann y traducción al texto de la canadiense Louise
Bombardier, la cual permanecerá en cartelera los sábados
y domingos hasta julio; las funciones serán a las 13:00 horas
en la Sala Chica del Teatro del Estado. Un día, un niño perdido y con vendas en los pies, aparentemente huyendo de un misterioso peligro, llega a un campo en el que de inmediato siente una dulzura especial y dice: “Éste es mi lugar, aquí quiero estar”. Empieza a hacerse amigo de un gnomo bizarro –entre animal y humano– y conoce al huraño guardián del campo. Este singular campo es una especie de hospital de seres vulnerables que buscan un refugio. Es un campo agredido por la voraz civilización que se quiere tragar este último reducto de paz al que juntos –el niño y los habitantes del campo– intentarán proteger. Literalmente es una obra para toda la familia, así lo explica el Director de la puesta en escena: “Muchas veces el teatro para los niños, lo que se hace en México y en otras partes del mundo, es ‘infantiloide’ con todo el peyorativo que conlleva la palabra. Se cree que para divertir y tener atentos a los niños hay que poner actores brincones, colores estridentes y mucha música”. Schoemann cree exactamente lo contrario, que existe una nueva vertiente de dramaturgia para niños y jóvenes que realmente vuelve a darle al texto, al cuento, a la fábula, un lugar muy preponderante e importante: “Aquí buscamos unir al público de niños y jóvenes con sus padres. A todos les va a hablar a todos de una manera diferente, los va a conmover y divertir pero con un excelente texto. Con una anécdota fuerte y una bella dramaturgia”. El co-director de la ORTEUV menciona que los niños son mucho más inteligentes de lo que los adultos o sus papás creen, al tener acceso a un sinnúmero de información que les da el cine, la televisión o Internet su percepción es altamente desarrollada: “Y lo que debe hacer el teatro es despertar otras sensaciones que no tienen frente a una pantalla grande”. Agrega que Un campo permite el diálogo entre generaciones que va a tocar muchas fibras sensibles del espectador. Originalmente es una obra de cuatro personajes pero aquí veremos a 11, hay siete “acompañantes” que son alternarán entre la narración escénica y el diálogo dramatizado. Se trata de mazorcas, tablones de una cabaña, animales, quienes cobran la corporalidad y la voz de todo el entorno. “Chas” y Tania Lomnitz son los encargados de musicalizar a manera de experimento corporal y bocal, pues hay cantos y sonidos por parte de los actores quienes estarán haciendo un trabajo muy fino para llevar al espectador a través de sensaciones diferentes. Los actores son Freddy Palomec, Félix Lozano, Karina Meneses, Jorge Castillo, Héctor Moraz, Miriam Cházaro, Rosalinda Ulloa, José Palacios, Raúl Pozos, Gema Muñoz y Valeria España. Con obras como Un campo la ORTEUV sigue apostando por la formación de públicos, así lo expresa Schoemann: “Gracias a los más de 50 años de actividad teatral universitaria se ha formado un publico que se renueva de generación en generación. Es bueno ver que la gente tiene un gusto por el teatro contemporáneo, que va a las salas y eso es lo que nos anima a montar obras y renovar la oferta teatral”. |
||
| |
||