En su sentido más profundo, el proceso de transformación
de la Universidad Veracruzana (UV) es de naturaleza filosófica.
Las reformas en la gestión institucional, así como
las académicas, no son sino las manifestaciones tangibles
de una nueva forma de entender nuestra casa de estudios y la manera
como se relaciona y debe relacionarse con su entorno, es decir,
con el mundo.
No obstante, decisiones de esta trascendencia no deben depender
de la voluntad de una persona o de las coyunturas políticas.
Para tal efecto, en la UV se conformaron las Comisiones y los Consejos
que conocemos, integrados por expertos en diversas áreas
y disciplinas, para diseñar el rumbo que la institución
necesita y así asegurar que su impacto en nuestra cultura
sea, como lo ha sido, fundamental y perdurable.
Dicho de otra forma, son los propios universitarios quienes están
inmersos, justo ahora, en la tarea de construir la Universidad que
nuestro estado y nuestro país necesitan. A esto es lo que
se ha dado en llamar academización de las decisiones: las
más importantes para la institución son tomadas por
consejeros universitarios, cuyos juicios están basados en
su experticia, pero también en su solvencia intelectual y
ética, lo cual asegura una distancia prudente con respecto
de las coyunturas políticas y su carácter estrictamente
académico.
Esta es una manifestación fundamental de la renovación
estructural, filosófica, de la UV. Las decisiones colegiadas
construyen un puente que hace colectivas las necesidades particulares,
resguardan de intereses individuales el rumbo de nuestra casa de
estudios y preservan el espíritu estrictamente universitario. |