Año 8 • No. 302 • Marzo 10 de 2008 Xalapa • Veracruz • México
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  Reconocen legado de Julio Sánchez Juárez
Rinde UV homenaje a fundador
de la arquitectura humanista
Edith Escalón
Sánchez Juárez cimentó en la UV el espíritu de compromiso social que hoy la distingue

Promovió en más de 40 generaciones de arquitectos una filosofía de servicio
Julio Sánchez Juárez, fundador y promotor incansable de la arquitectura humanista en la Universidad Veracruzana (UV), investigador, decano, académico, ex director y maestro de 47 generaciones de estudiantes en la Facultad de Arquitectura, murió a los 77 años de edad.

En la escuela que fue su casa durante medio siglo, autoridades universitarias, alumnos, ex alumnos, docentes, colegas y amigos y rindieron homenaje al hombre que cimentó en la UV el espíritu de servicio y compromiso social que hoy distingue a esta casa
de estudios.

“Queremos destacar el legado del maestro y amigo que compartió sin reservas sus conocimientos, su visión, su tiempo y su calidad humana con todos los que lo conocimos”, dijo el arquitecto Fernando Winfield, en el acto en que estuvo presente la familia del homenajeado.

Lo importante ahora, dijo, “es honrar su memoria: que sus alumnos continúen, como buena semilla, la aspiración de una vida congruente, y la labor de una arquitectura esencialmente humana, profunda, comprometida siempre con aquellas causas sociales de los más necesitados”.

Sus ex alumnos, hoy académicos de la UV, destacaron del maestro la fuerte inclinación hacia la pertinencia social que grandes arquitectos como José Villagrán y Augusto Centeno le impregnaron desde su época de estudiante en la Universidad Nacional.

Explicaron que a principios de los 60, cuando la arquitectura todavía era concebida como un lujo para las élites y sólo las obras monumentales con suculentos presupuestos daban nombre a los grandes arquitectos, Julio Sánchez Juárez llegó a Xalapa como maestro invitado.

A sus 29 años de edad se convirtió en un visionario que rompió esquemas en esta disciplina, pues a través de la enseñanza fundó una nueva corriente arquitectónica, una filosofía que buscó atender las necesidades de los sectores marginados, aquéllos que por falta de recursos no son ni serán jamás un negocio lucrativo.

Fue este enfoque social, poco valorado en ese entonces y que incluso contradecía los cánones del arquitecto “moderno” y parecía limitar los alcances de esta profesión, la que dio identidad propia a la Facultad de Arquitectura en la Veracruzana, y posteriormente, el reconocimiento nacional e internacional.

Julio Sánchez Juárez, descendiente directo de Benito Juárez, fue nombrado Decano de la UV en el año 2000, y obtuvo la Medalla Nacional al Mérito Académico que otorga la Asociación Nacional de Instituciones de Enseñanza de la Arquitectura (Asinea), en 2005.