Año 8 • No. 305 • Abril 14 de 2008 Xalapa • Veracruz • México
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Asegura economista en seminario de la UV
Fracasa la política social brasileñapor su dirigencia radical e inexperta
Alma Espinosa
Una de las grandes decepciones de la administración del presidente de Brasil, Luiz Inácio “Lula” Da Silva, es la falta de experiencia y el radicalismo de los dirigentes de la política social, declaró la economista Mónica Baer durante el segundo día de actividades del seminario Nuevas políticas económicas en América Latina, que organizó la Universidad Veracruzana (UV).

Ante la presencia de invitados especiales, como el rector de la UV Raúl Arias Lovillo, la brasileña experta en economía y administración aseguró que a la llegada de Lula se esperaban grandes avances en la política social, un gobierno realmente de izquierda y una modificación en la política macroeconómica; sin embargo, no sucedió. Contrario
a lo que se esperaba, en materia de política social no se implantaron programas a nivel federal que habían funcionado en algunos estados.
Consideró que esto se debió en gran parte a la pelea política al interior de su partido político, Partido de los Trabajadores, el cual es una coalición de izquierda que calificó como complicada y que poco deja avanzar; además, el área social requiere de mayor gestión, lo cual se dificulta con personas radicales.

Asimismo, esta área se utiliza como trueque político y si están al frente personas que no saben cómo funciona la maquinaria se complica aún más, a pesar de que tengan la intención de echar a andar sus proyectos basados en sus ideas; aunado a ello ha ingresado personal sindicalizado.

Otro desacierto del mandatario brasileño se refleja en las encuestas que muestran al sector salud como el peor evaluado por la sociedad. En cuanto a la educación se ha logrado descentralizar, pero la persona que está al frente no conoce el área; lo bueno, indicó, es que ha integrado un equipo que sabe del tema y realiza propuestas. Un acierto de Lula da Silva que reconoció la conferencista fue que ha ayudado a que el salario mínimo se recupere.

Invitada y acompañada por José Blanco, asesor de la Rectoría, y Samuel Lichtensztejn Tezler, coordinador de estudios sobre integración regional y desigualdad América-Europa del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores, Económicos y Sociales, Monica Baer dio a conocer que en términos de la conducción macroeconómica en Brasil se tiene una continuidad con un escenario internacional muy favorable que explica el desempeño en términos de crecimiento y de alivio de la pobreza. Dentro de esta situación la condición novedosa fue lo que sucedió con el crédito.

Las cuestiones estructurales como empleo, política industrial, regulaciones, rol del Estado, privatización y todo el desarrollo de la infraestructura han sido mucho más complicadas y lentas. En el caso de la política económica, sufre muchas interferencias del lado político, agregó en el auditorio del Museo de Antropología de Xalapa.

Al hablar del origen de la enorme popularidad de la que goza el Presidente, explicó que le ha favorecido la situación económica actual, la continuidad que le ha dado a programas de la anterior administración y una capacidad de comunicación fantástica. Detalló que Lula da Silva tiene una gran empatía con la gente, lo que provoca que nada le afecte, así sean casos de corrupción, desvío de fondos o ataques a la institucionalidad; como resultado de ello, en Brasil cuenta con 70 por ciento de popularidad.

Finalmente, la doctora en Economía dijo que ha realizado varias observaciones al primer mandato de Lula da Silva, como los problemas de liquidez internacional; sin embargo, consideró que no hará nada que vaya más allá de lo convencional. “Frente a una restricción externa mayor hará lo convencional y no creo que tenga osadía para hacer algo más”, expresó.