Año 8 • No. 305 • Abril 14 de 2008 Xalapa • Veracruz • México
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Replantear las políticas económicas, propuso experto
Argentina evidenció en AL el
fracaso de recetas neoliberales
Edith Escalón
En América Latina, con la crisis que remató en 2001 tres décadas de estancamiento, Argentina evidenció el fracaso económico al que conducen las recetas neoliberales para el desarrollo, aseguró Óscar Tangelson, ex secretario de política económica en este país, durante el seminario Nuevas Políticas Económicas de América Latina, organizado por la Universidad Veracruzana (UV).

“El balance tras la crisis no deja dudas: una deuda que de tres mil millones de dólares en 1974 llegó a 200 mil millones en 2001; 25 por ciento de la población desempleada; ocho por ciento del PIB dedicado al pago de intereses –el doble de lo que se destinaba a educación– y 54 por ciento de la población en la pobreza; por tanto, la caída de la capacidad de compra, de producción, de exportación y de consumo”.

Dijo que Argentina ha tenido una recuperación en los últimos seis años, tras poner en marcha estrategias alternativas –contrarias, muchas veces– a las “recomendaciones obligatorias” de los organismos internacionales que definen las políticas neoliberales, como el Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Una de ellas, la que permite mantener el superávit fiscal a partir del manejo de la política tributaria y el gasto público; otra, el manejo del tipo de cambio a partir del crecimiento interno y la producción, y no a través de la paridad que se sostuvo durante años, aseguró el economista, quien fue Secretario de Empleo en el gobierno de Eduardo Dualde, y de Política Económica con Nestor Kichner.

“De 1976 a 2001 Argentina firmó con el FMI 19 acuerdos, todos con condicionalidades, es decir, con cláusulas que obligaban al país a sujetarse a las políticas económicas neoliberales para recibir esos recursos, la paridad era una de ellas. El resultado de ser los ‘mejores alumnos’ lo vivimos en 2001”, comentó Tangelson.

Agregó que tras la crisis, su país comprendió que no puede competir globalmente por el bajo costo de la mano de obra, por lo que definió una política propia de desarrollo: “Tenemos el potencial y podemos aprovecharlo, tres premios Nobel argentinos evidencian que podemos hacer de la educación la base del desarrollo”.

Nuevas estrategias
El ex consultor del BM y la Organización de Estados Americanos (OEA) aseguró que la naturaleza de los cambios que hoy vive el mundo obliga a los países de América Latina a considerar tres realidades. La primera: que la globalización neoliberal es sólo financiera.

“Si fuera social no habría pobreza y si fuera económica no habría subsidios”. En realidad, dijo, sus postulados son una incongruencia porque sólo dilatan las decisiones que podrían conducir al verdadero desarrollo y la justicia social.

“Irónicamente, los organismos neoliberales son capaces de destinar 300 mil millones de dólares para asistencia social a la pobreza y, al mismo tiempo, dedicar 300 mil millones de dólares para fortalecer el proteccionismo agrícola que genera esa misma pobreza”.

La segunda realidad, que la integración regional es una política de sobrevivencia, como lo demostró ya la Unión Europea, y como lo han evidenciado –a pesar de los problemas– el Mercosur y el Área de Libre Comercio de las Américas: “México en este rubro tiene un enorme potencial”, comentó.

El tercer punto a considerar, dijo, es el fenómeno de recuperación de la identidad regional, una fortaleza que se puede aprovechar para entrar en el mercado global con productos propios. El economista aseguró que una vez más, el potencial de México supera en mucho el del resto de los países latinoamericanos.

Dijo que la UV es un ejemplo, no sólo por la desconcentración geográfica que la acerca a la sociedad en cinco sedes y más de 20 ciudades, sino porque junto con ella lleva a cabo proyectos que buscan recuperar el valor de la identidad regional.