Durante
la entrevista que el rector de la Universidad Veracruzana (UV),
Raúl Arias Lovillo, sostuvo con la Comisión de Hacienda
de la LXI Legislatura y ocho diputados más, los legisladores
coincidieron en privilegiar –por encima de cualquier polémica–
la historia, la importancia y el prestigio de nuestra casa de estudios.
Al margen de su pertenencia a diferentes partidos políticos
y su personal manera de entender sus funciones, los diputados lograron
ponerse de acuerdo en una cosa: el prestigio de la UV (así
como su actual desarrollo) trasciende lo personal y lo inmediato.
Para los universitarios (y también para la sociedad) debería
ser un orgullo especial que tanto los grupos de poder como los distintos
sectores de la sociedad tenga una misma y notable opinión
sobre nuestra Universidad. Que lo mismo se le respete y defienda
en el Valle del Uxpanapa, por reanimar socialmente a esta región,
que se le aplauda y destaque en cada nueva acreditación o
se le continúe seleccionando como sede de los más
importantes eventos académicos del país.
Debe quedar claro que formamos parte de una sola comunidad que trasciende
el tiempo y el espacio, que desde el primer alumno inscrito en toda
la historia de la UV hasta el más joven de los estudiantes,
pasando por los más destacados académicos e investigadores
de estos 60 años y los más tenaces trabajadores técnicos,
manuales y administrativos, todos los días nos aseguramos
de que la Universidad viva para siempre mediante su prestigio. |