Año 8 • No. 308 • Mayo 6 de 2008 Xalapa • Veracruz • México
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  Intereses ajenos a la ciencia también determinan investigaciones
David Sandoval
Existen intereses ajenos a la objetividad científica que muchas veces dictan el rumbo de las investigaciones, señalan expertos


Reyna Hernández, Cristina Díaz, José Antonio Hernanz, Ana Ponce y Rubén Sampieri en el Primer Simposio Ciencia, Tecnología, Sociedad
Todo acontecimiento que ocurre a favor del desarrollo de la ciencia no es un fenómeno aislado, sino al contrario, depende de las prácticas culturales que conforman su entorno, fue la postura que se defendió en la mesa redonda “Los problemas de ciencia, tecnología e innovación: un acercamiento interdisciplinario”, en el Primer Simposio Ciencia, Tecnología, Sociedad organizado por la Dirección General de Investigaciones de la Universidad Veracruzana (UV).

José Antonio Hernanz, académico de la Facultad de Filosofía y coordinador del simposio, planteó al inicio del evento la necesidad de reconsiderar el papel de quienes hacen ciencia e investigación, los sujetos del conocimiento, con el fin de presentar una propuesta epistemológica que posea fuentes sociales e históricas sólidas.

La ciencia tiene aplicaciones tecnológicas y éstas invariablemente provienen de un enfoque basado en la producción, en la generación de un ingreso mediante procesos tecnológicos; así, las ciencias no pueden abstraerse de pertenecer a un sector de la producción, detalló el académico.

Los participantes en la mesa fueron Cristina Díaz del Instituto de Ciencias Básicas; Reyna Hernández, miembro del Centro de Investigaciones Tropicales (Citro) y la colaboración de Rubén Sampieri de la Facultad de Filosofía junto con Ana Ponce, quien tiene estudios de posgrado en Filosofía de la Ciencia por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

La participación de Sampieri y Ponce presentó un acercamiento al término de sociedad del conocimiento, apuntando que aun en torno a este concepto existe una heterogeneidad que se origina en las comunidades científicas y los intereses que las impulsan, ya que en cada país e incluso en cada escuela científica manifiestan cierta postura.

En su participación, Reyna Hernández planteó la necesidad de una «pedagogía para la imagen de las ciencias», caracterizado como un proyecto dirigido a estudiantes de la escuela primaria que inició en el Distrito Federal, posteriormente en Guadalajara y ahora también en una escuela de Xalapa.

La propuesta descrita por la investigadora del Citro plantea que una parte esencial de la ciencia debe ser su divulgación a todos los niveles y preferiblemente con los niños, ya que esto facilitará la comprensión del papel que tiene la ciencia en la sociedad, explicó.

Por su parte, Cristina Díaz abordó también el tema de la enseñanza con su ponencia “educación y percepción social de la química”, en la cual señaló que se ha tratado a esta ciencia desde una postura objetivista, limitando e incluso alejándola del interés de los jóvenes alumnos.

Una reorganización del conocimiento científico que retome las propuestas de la cultura implica también un replanteamiento ideológico de la ciencia, lo cual “nos hace redefinir hacia dónde va el conocimiento”, concluyó José Antonio Hernanz, quien ponderó la importancia de acercar la ciencia a los jóvenes y los universitarios.