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Intereses
ajenos a la ciencia también determinan investigaciones
David
Sandoval |
Existen
intereses ajenos a la objetividad científica que muchas veces
dictan el rumbo de las investigaciones, señalan expertos |
Reyna
Hernández, Cristina Díaz, José Antonio Hernanz,
Ana Ponce y Rubén Sampieri en el Primer Simposio Ciencia,
Tecnología, Sociedad |
Todo
acontecimiento que ocurre a favor del desarrollo de la ciencia no
es un fenómeno aislado, sino al contrario, depende de las prácticas
culturales que conforman su entorno, fue la postura que se defendió
en la mesa redonda “Los problemas de ciencia, tecnología
e innovación: un acercamiento interdisciplinario”, en
el Primer Simposio Ciencia, Tecnología, Sociedad organizado
por la Dirección General de Investigaciones de la Universidad
Veracruzana (UV).
José Antonio Hernanz, académico de la Facultad de Filosofía
y coordinador del simposio, planteó al inicio del evento la
necesidad de reconsiderar el papel de quienes hacen ciencia e investigación,
los sujetos del conocimiento, con el fin de presentar una propuesta
epistemológica que posea fuentes sociales e históricas
sólidas.
La ciencia tiene aplicaciones tecnológicas y éstas invariablemente
provienen de un enfoque basado en la producción, en la generación
de un ingreso mediante procesos tecnológicos; así, las
ciencias no pueden abstraerse de pertenecer a un sector de la producción,
detalló el académico.
Los participantes en la mesa fueron Cristina Díaz del Instituto
de Ciencias Básicas; Reyna Hernández, miembro del Centro
de Investigaciones Tropicales (Citro) y la colaboración de
Rubén Sampieri de la Facultad de Filosofía junto con
Ana Ponce, quien tiene estudios de posgrado en Filosofía de
la Ciencia por la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM).
La participación de Sampieri y Ponce presentó un acercamiento
al término de sociedad del conocimiento, apuntando que aun
en torno a este concepto existe una heterogeneidad que se origina
en las comunidades científicas y los intereses que las impulsan,
ya que en cada país e incluso en cada escuela científica
manifiestan cierta postura.
En su participación, Reyna Hernández planteó
la necesidad de una «pedagogía para la imagen de las
ciencias», caracterizado como un proyecto dirigido a estudiantes
de la escuela primaria que inició en el Distrito Federal, posteriormente
en Guadalajara y ahora también en una escuela de Xalapa.
La propuesta descrita por la investigadora del Citro plantea que una
parte esencial de la ciencia debe ser su divulgación a todos
los niveles y preferiblemente con los niños, ya que esto facilitará
la comprensión del papel que tiene la ciencia en la sociedad,
explicó.
Por su parte, Cristina Díaz abordó también el
tema de la enseñanza con su ponencia “educación
y percepción social de la química”, en la cual
señaló que se ha tratado a esta ciencia desde una postura
objetivista, limitando e incluso alejándola del interés
de los jóvenes alumnos.
Una reorganización del conocimiento científico que retome
las propuestas de la cultura implica también un replanteamiento
ideológico de la ciencia, lo cual “nos hace redefinir
hacia dónde va el conocimiento”, concluyó José
Antonio Hernanz, quien ponderó la importancia de acercar la
ciencia a los jóvenes y los universitarios. |
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