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Adiós
a
Moisés Viñas
Roberto
Ortiz Escobar
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Murió
el pasado jueves 8 de mayo. Poco se supo en los medios de información
que una figura fundamental en la investigación del cine mexicano
abandonaba el mundo terrenal. Al igual que Emilio García Riera,
él sabía que era indispensable comenzar por la información
originaria y elemental para dibujar la evolución del cine mexicano.
Para ello había que elaborar un mapa a partir del cual los
estudiosos tuvieran un punto de partida acerca de una producción
fílmica nacional que empezó a nutrir sustancialmente
a miles de espectadores desde fines del siglo XIX.
Quienes empezaron a desglosar el devenir de la industria nacional
fueron hombres como Aurelio de los Reyes, Gabriel Ramírez o
Emilio García Riera. Ellos abrieron brecha para que los demás,
que nunca fueron muchos, se dedicaran a realizar investigaciones específicas
sobre el comportamiento de la producción, distribución
y exhibición, los géneros, los periodos, las temáticas,
las personalidades, etc.
Dichos investigadores le dieron visibilidad al cine mexicano. Pero
si bien Moisés Viñas no se corresponde generacionalmente
con los mencionados, resulta que fue uno de los pilares irrefutables
en el establecimiento de las bases que dieron origen y razón
de ser a la fábrica mexicana de sueños.
Crítico de cine en El Universal, Ovaciones y la revista Dicine,
fue también investigador en la última etapa de la Historia
Documental del Cine Mexicano, de García Riera. En su momento
llamó la atención su Historia del cine mexicano en la
que ubicó corrientes, géneros, temáticas y directores
a partir de espacios temporales que tenían que ver con los
gobiernos sexenales priistas, en tanto modalidades caprichosas que
imponían su visión programática de la cultura
fílmica.
Su esfuerzo y talento le permitió concretar dos investigaciones
de permanente utilidad para cualquier estudioso de nuestra cinematografía:
Índice cronológico del Cine Mexicano (1896-1992) e Índice
general del Cine Mexicano. El primero integra las fichas técnicas
del periodo señalado y el segundo abarca hasta el 2000 con
sinopsis de cada cinta y ubicación genérica.
Ciertamente existen investigaciones que abarcan periodos amplios del
cine: Cien años de cine mexicano (1896-1996) y The mexican
filmography (1916-1996). Si nos atenemos a la continuación
del legado de García Riera, ésta no concluye aún
la década de los setenta. Pero ninguno abarca tantos años
(106) de producción como Índice general… Además,
desde 1992, Viñas se había anticipado a los demás
con su Índice cronológico… Con estos dos libros
tenemos a la mano los referentes básicos del siglo XIX, todo
el periodo silente y 70 años del cine sonoro.
Personalmente, lo recuerdo hace muchos años en el Auditorio
de Radio Universidad de Xalapa como instructor de un curso donde afirmaba
categóricamente que no debía importarnos el argumento
de una película, si anteponíamos como espectadores las
cuantiosas posibilidades del lenguaje cinematográfico. Lo que
en un primer momento me pareció temerario, en la medida que
daba sus charlas, entendí, efectivamente, que no hay nada nuevo
bajo el sol porque las historias fílmicas se repiten al infinito,
dependiendo su atractivo de la originalidad con que cada cineasta
las cuenta.
Lo vi nuevamente hace nueve años como investigador de la Cineteca
Nacional, donde abordó una investigación inconclusa
y tal vez imposible sobre una filmografía del video home mexicano.
Tuve la impresión entonces de que era un hombre algo reticente
al trato social, si bien su actitud huraña no obedecía
a petulancias o posibles rencores. Pero es cierto, por más
que uno lo buscaba, se escondía o estaba metido en proyectos
que lo sostenían materialmente como lo era la venta de libros.
En agosto de 2006, el Departamento de Cinematografía de la
Universidad Veracruzana lo invitó a la Feria del Libro Universitario
para presentar su Índice General del Cine Mexicano. Ahí
leí parte del presente texto. También comí con
él hace algún tiempo en la Ciudad de México y
me dio la impresión de que no veía el reconocimiento
institucional y del medio cinematográfico en su último
trabajo.
Como nunca fue un investigador que se sintiera a gusto en la estructura
burocrática, sus obras no siempre vivieron el parto inmediato
y feliz.
Decimos adiós a Moisés Viñas, agradeciéndole
todos esos años dedicados a ver películas para contarnos
sus historias y datos básicos. Quemarse tanto las pestañas
permitió a otros conocer, atisbar y gozar lo que nuestro cine
ha parido por más de 100 años. |
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