Año 8 • No. 311 • Mayo 26 de 2008 Xalapa • Veracruz • México
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Adiós a
Moisés Viñas

Roberto Ortiz Escobar

Murió el pasado jueves 8 de mayo. Poco se supo en los medios de información que una figura fundamental en la investigación del cine mexicano abandonaba el mundo terrenal. Al igual que Emilio García Riera, él sabía que era indispensable comenzar por la información originaria y elemental para dibujar la evolución del cine mexicano. Para ello había que elaborar un mapa a partir del cual los estudiosos tuvieran un punto de partida acerca de una producción fílmica nacional que empezó a nutrir sustancialmente a miles de espectadores desde fines del siglo XIX.

Quienes empezaron a desglosar el devenir de la industria nacional fueron hombres como Aurelio de los Reyes, Gabriel Ramírez o Emilio García Riera. Ellos abrieron brecha para que los demás, que nunca fueron muchos, se dedicaran a realizar investigaciones específicas sobre el comportamiento de la producción, distribución y exhibición, los géneros, los periodos, las temáticas, las personalidades, etc.

Dichos investigadores le dieron visibilidad al cine mexicano. Pero si bien Moisés Viñas no se corresponde generacionalmente con los mencionados, resulta que fue uno de los pilares irrefutables en el establecimiento de las bases que dieron origen y razón de ser a la fábrica mexicana de sueños.

Crítico de cine en El Universal, Ovaciones y la revista Dicine, fue también investigador en la última etapa de la Historia Documental del Cine Mexicano, de García Riera. En su momento llamó la atención su Historia del cine mexicano en la que ubicó corrientes, géneros, temáticas y directores a partir de espacios temporales que tenían que ver con los gobiernos sexenales priistas, en tanto modalidades caprichosas que imponían su visión programática de la cultura fílmica.

Su esfuerzo y talento le permitió concretar dos investigaciones de permanente utilidad para cualquier estudioso de nuestra cinematografía: Índice cronológico del Cine Mexicano (1896-1992) e Índice general del Cine Mexicano. El primero integra las fichas técnicas del periodo señalado y el segundo abarca hasta el 2000 con sinopsis de cada cinta y ubicación genérica.

Ciertamente existen investigaciones que abarcan periodos amplios del cine: Cien años de cine mexicano (1896-1996) y The mexican filmography (1916-1996). Si nos atenemos a la continuación del legado de García Riera, ésta no concluye aún la década de los setenta. Pero ninguno abarca tantos años (106) de producción como Índice general… Además, desde 1992, Viñas se había anticipado a los demás con su Índice cronológico… Con estos dos libros tenemos a la mano los referentes básicos del siglo XIX, todo el periodo silente y 70 años del cine sonoro.

Personalmente, lo recuerdo hace muchos años en el Auditorio de Radio Universidad de Xalapa como instructor de un curso donde afirmaba categóricamente que no debía importarnos el argumento de una película, si anteponíamos como espectadores las cuantiosas posibilidades del lenguaje cinematográfico. Lo que en un primer momento me pareció temerario, en la medida que daba sus charlas, entendí, efectivamente, que no hay nada nuevo bajo el sol porque las historias fílmicas se repiten al infinito, dependiendo su atractivo de la originalidad con que cada cineasta las cuenta.

Lo vi nuevamente hace nueve años como investigador de la Cineteca Nacional, donde abordó una investigación inconclusa y tal vez imposible sobre una filmografía del video home mexicano. Tuve la impresión entonces de que era un hombre algo reticente al trato social, si bien su actitud huraña no obedecía a petulancias o posibles rencores. Pero es cierto, por más que uno lo buscaba, se escondía o estaba metido en proyectos que lo sostenían materialmente como lo era la venta de libros.

En agosto de 2006, el Departamento de Cinematografía de la Universidad Veracruzana lo invitó a la Feria del Libro Universitario para presentar su Índice General del Cine Mexicano. Ahí leí parte del presente texto. También comí con él hace algún tiempo en la Ciudad de México y me dio la impresión de que no veía el reconocimiento institucional y del medio cinematográfico en su último trabajo.

Como nunca fue un investigador que se sintiera a gusto en la estructura burocrática, sus obras no siempre vivieron el parto inmediato y feliz.

Decimos adiós a Moisés Viñas, agradeciéndole todos esos años dedicados a ver películas para contarnos sus historias y datos básicos. Quemarse tanto las pestañas permitió a otros conocer, atisbar y gozar lo que nuestro cine ha parido por más de 100 años.