María
Luisa Algarra era asombrosa. Estaba ocupada todo el tiempo escribiendo
dramas, unos cómicos, otros serios; estaba llena de tinta,
manos y cara, pues el sistema era escribir en hojas facsimilares
que la primera se encargaba de dar hojas en abundancia… Así
describe Emilio Carballido a esta autora teatral (Barcelona, 1916-Ciudad
de México, 1957) en el prólogo del libro Antología
de obras dramáticas. María Luisa Algarra, editado
este año por la Universidad Veracruzana (UV) como parte de
la Colección Ficción y que recoge los seis textos
que atestiguan el paso de esta escritora por la literatura dramática
y la escena de nuestro país. |
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Exiliada
en México desde 1942 tras la guerra civil española,
aparte de su brillante desempeño en el llamado teatro experimental
se ocupó de escribir sketches para la radio y después
“un día el cine llamó a María Luisa y
ocasionó un cambio total en su economía: escribía
películas, las que fuera, y ganaba dinero que le permitía
cambiar de casa, cambiar de hábitos…”, relata
Carballido, quien publicó en la revista Tramoya todas las
obras dramáticas de Algarra.
La primera pieza de Algarra que aparece en Antología de obras
dramáticas “Una pasión violenta unía…”,
obra breve, escrita a mitad del siglo anterior, donde la autora
explora los límites del amor hasta los extremos y hace que
éste se desborde en la locura.
“Primavera inútil” pareciera tener inspiración
autobiográfica, pues al poner en escena a un grupo de refugiados
europeos que huyen del fascismo y son acogidos en un viejo castillo
francés, la autora evidencia las cicatrices emocionales que
le ha dejado el exilio.
La siguiente obra es “Judith” –originalmente escrita
en catalán–, con la que María Luisa Algarra
ganó en 1935 el Concurso Teatral Universitario de la Universidad
Autónoma de Barcelona, donde realizó estudios de Derecho.
La obra contiene un esmerado trabajo de diálogo y un estudio
agudo del comportamiento del ser humano como tema principal.
A continuación figura “Los años de prueba”,
obra con la que Algarra logró el máximo reconocimiento
en nuestro país al triunfar en el Concurso de Grupos Teatrales
del Distrito Federal y que presenta a un grupo de jóvenes
bohemios con ínfulas artísticas que se encuentran
en esos “años de prueba” en los que sus sueños
de triunfo están a punto de confrontarse con la realidad.
La quinta obra es “Sombra de alas”, cuya fecha de redacción
se remonta a los años cuarenta; de nuevo en esta pieza el
diálogo es el motor principal, observándose frente
a los textos anteriores un importante avance en la construcción
psicológica de los personajes, que son ahora más maduros
y menos ingenuos.
Finalmente, en “Casandra o la llave sin puerta”, que
se distancia considerablemente de las obras anteriores de la autora
española por la construcción psicológica de
los personajes, el planteamiento es una denuncia clara de las mezquindades
de la burguesía y de la respuesta lógica de la revolución
obrera.
Antología de obras dramáticas. María Luisa
Algarra, con prólogo de Emilio Carballido, se puede adquirir
en el Servicio Bibliográfico Universitario situado en Xalapeños
Ilustres 37 o en la Feria Permanente del Libro Universitario, de
Hidalgo 9.
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