Una
vez puesto en marcha el convenio de colaboración e intercambio
entre la Universidad de Cuyo en la ciudad de Mendoza, Argentina,
y el Centro de Iniciación Musical Infantil (CIMI) de la Universidad
Veracruzana (UV), los niños xalapeños han dado inicio
a sus actividades artísticas en aquel país sudamericano.
Después de un agotador viaje de más de 30 horas, los
niños arribaron el sábado 14 de junio; apenas pudieron
tomar unas horas de descanso y de inmediato procedieron a una audición
en la escuela “Hellen Keller” de Mendoza, la cual es
una institución que atiende a niños invidentes y en
la que se desarrolla un programa musical.
Ante la población estudiantil y el profesorado, los integrantes
del Grupo de Cámara ofrecieron obras de autores como Johann
Stamitz, Johannn Pachelbel, Franz Joseph Haydn y Antonio Vivaldi.
Participaron los violinistas Víctor Hugo Hernández,
José Aponte, Rodrigo Zavaleta y Jorhendi Esquivel, con el
violonchelista Daniel Aponte, así como los flautistas Cecilia
Escobar y Leonardo Hernández.
Hacia el final de la audición, los niños del CIMI
invitaron a los niños invidentes de la escuela “Hellen
Keller” a tocar los instrumentos y a la charla personal.
De acuerdo con la información que nos hace llegar Alfredo
Escobar, padre de la niña flautista Cecilia y quien también
realizó el viaje, este encuentro ha resultado sumamente enriquecedor
para los dos grupos de niños.
Por la noche del mismo sábado, luego de un ensayo general,
se ofreció el concierto en el Teatro Independencia de Mendoza,
donde el arreglo que realizara Mateo Oliva con música de
tango y sones jarochos, fascinó y conquistó al público.
Más tarde se dio una combinación de talentos con una
agrupación de jóvenes mendocinos denominada Orquesta
Pitufina, en un proceso de interacción que se generó
de manera increíblemente natural. Todos los niños
tocaron juntos una pieza argentina de corte popular, con los xalapeños
interpretando sus partichelas a primera vista.
Cada una de las jornadas se caracterizó por una especial
atmósfera de camaradería, amistad y sensibilidad estética.
Al día siguiente, en domingo 15, los niños del CIMI
emprendieron el viaje hacia la ciudad de San Martín, donde
dan continuidad a sus actividades artísticas. |